La agresión a una maestra en Tigre, provincia de Buenos Aires, por la madre de un alumno de la escuela Primaria 46 planteó interrogantes respecto a cómo se debe actuar frente a un caso similar.
El video donde se observa la situación ocurrida en la institución bonaerense se viralizó rápidamente por redes sociales. En las imágenes se puede ver cómo la madre del chico agrede verbalmente, casi hasta llegar al contacto físico con la docente.
“No te confundás conmigo. ¿Qué me hacés así? ¿Qué te me reís en la cara, la c… de tu madre? No te me rías más en la cara que no soy ninguna afeminada y no te hagas la canchera”, señalaba la mujer en el interior de un aula.
En Mendoza, ocurrieron algunas situaciones similares cuando recién comenzaba la gestión de Jaime Correas al frente de la DGE, lo que obligó al gobierno escolar a tomar cartas en el asunto a través de un memorando en donde se recuerda cómo se debe actuar en caso de violencia.
Como ejemplo, vale recordar que en agosto de 2016, en la escuela “Coronel Casimiro Recuero” se vivió una escena de extrema tensión cuando una maestra de cuarto año fue sorprendida por la tía de una de sus alumnas, quien la golpeó, acusándola de tener en su poder un celular que estaba perdido.
En tanto, uno de los casos más recordados sucedió en 2013, cuando una mujer que practicaba boxeo ingresó a una escuela de San Rafael agrediendo a una docente y a la directora del establecimiento.
Mónica Coronado, Subsecretaria de Gestión Educativa de la Dirección General de Escuelas (DGE) indicó que hay un protocolo para estos casos y que además se les entrega a las escuelas un memorando (número 113) recordando cómo se debe actuar ante casos de violencia dentro de la institución. "El código de faltas es muy estricto. Y contempla penas graves en caso de agresión a un docente, ya que este cumple el rol de funcionario público. Afortunadamente, este año no hemos tenido casos de violencia serios", detalló.
Para momentos así, está en vigencia la resolución 691 de la DGE, del 2002, que determina las medidas de seguridad que establece en el primero de sus artículos que todos los establecimientos educativos deberán tener sus puertas cerradas con llave o mediante un adecuado sistema que permita el control de quienes ingresan a la escuela. Esta función debe ser cumplida por el portero u ordenanza y el objetivo es que sea un filtro ante las personas que habitualmente circulan por la escuela. En tanto, las resoluciones 692 y 693 tienen en su anexo una guía de procedimientos ante situaciones emergentes en las escuelas de nivel inicial, primario y secundario, respectivamente.
Aquí se afirma claramente que: “Aquellos padres, tutores o curadores de una persona que agredieren reiteradamente a personal docente y no docente (…) y siempre que el hecho no constituya delito será sancionado con obligaciones de conducta (…) o con trabajos comunitarios de un máximo de hasta 18 horas (…) o con 5 a 20 días de multa en caso de incumplir aquel”, afirma el memorando.
En el documento se advierte que la violencia física, verbal o las amenazas hacia el personal de la escuela se consideran un delito previsto y sancionado por el Código Penal Argentino y se debe dar inmediata intervención a la dirección de asuntos jurídicos de la DGE.
"Ante cualquier situación de violencia se debe llamar inmediatamente al 911",
Desde el gobierno escolar recomiendan que ante estos sucesos se refuercen las medidas de seguridad en las escuelas, que la persona con actitud hostil sea atendida por personal del colegio en un ámbito privado fuera de la vista de los alumnos, si se consumó la agresión se deben prestar primeros auxilios a las personas afectadas y avisar de la situación a la supervisión para que se inicien las acciones legales pertinentes”.
“Ante cualquier situación de violencia se debe llamar inmediatamente al 911”, destacó Coronado agregando que una vez que se supera la situación el padre o tutor que participó de la agresión debe elegir a un adulto responsable para seguir manteniendo el vínculo con la escuela. “El chico sigue yendo normalmente a la escuela, no lo podemos castigar, la idea es que esto no suceda”, remarcó la funcionaria.
En el primario Carmen Vera Arenas, de la UNCuyo también están preparados para actuar en caso de agresiones. “Siempre tratamos de solucionarlo en la escuela a través del servicio de orientación. Si se repite, existe en el ámbito de la universidad el área de mediación, a cargo de la doctora Pamela Kemelmajer, en donde se trata de arreglar el conflicto de manera pacífica”, comentó la vicedirectora Celia de la Vega.
Premio para una escuela mendocina
La escuela José Vicente Zapata, de Ciudad, recibirá el reconocimiento Interfaces 5, que otorga la Universidad de Palermo, en Buenos Aires. El galardón, por el que participaron 222 experiencias, es por el proyecto denominado Luz, Cámara e Inclusión, que obtuvo el segundo lugar del premio Maestros Argentinos 2016.
La categoría por la que la escuela mendocina obtuvo el premio fue por la Creatividad, Tecnologías e Innovación para la Calidad Educativa. Vale aclarar que la participación en el Premio Interfaces 2017 es de carácter gratuito.
Para recibir el premio asistieron desde Mendoza Ángeles Bonaceto, Romina Bondi, Anabel Navarro, Juan Pablo Montane, Adriano Anibaldi, Agustín Ríos y el director del establecimiento, Claudio Peña.
El Premio Interfaces para instituciones y profesionales de la educación, convoca a instituciones y profesionales de la comunidad educativa a presentar proyectos, experiencias y/o ideas que con creatividad, el uso de tecnologías y métodos innovadores transforman la forma de enseñar y aprender en la sociedad digital. El objetivo es reconocer, compartir y difundir acciones y experiencias pedagógicas que impactan en la calidad educativa e impulsan transformaciones para un mundo real en continuo cambio.
El Comité Evaluador está integrado por premiados en la edición 2016, miembros del comité académico y miembros de la comunidad de tendencias de la Facultad de Diseño y Comunicación de la Universidad de Palermo.