El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) organizaron el primer encuentro con provincias sobre comunicación de la Estrategia Nacional de Especies Exóticas Invasoras. La jornada tuvo lugar el martes en Buenos Aires y ofreció un espacio para promover la concientización en torno a la problemática de estas especies. Además, se buscó identificar ejes de trabajo comunes de comunicación con referentes de prensa y comunicación de nuestro país.
"Es fundamental trabajar en forma más integrada la temática porque lo que necesitamos es instalar el tema como un problema en la sociedad. También necesitamos comunicar mejor las iniciativas que se proponen, sobre todo cuando hay acciones de control o erradicación que se deben abordar anticipadamente desde la comunicación", aseguró el secretario de Política Ambiental en Recursos Naturales de la cartera nacional de Ambiente, Diego Moreno, quien abrió el encuentro.
Durante el taller, se introdujo a los participantes en la problemática tanto biológica como social de las especies exóticas invasoras, las que en Argentina han sido detectadas como amenazas importantes para la conservación de la biodiversidad. Se trata de unas 716 especies registradas de plantas, animales algas y hongos con potencial invasor y capaces de generar impactos negativos.
"Fue muy productivo para todas las provincias este encuentro, ya que la sociedad conoce muy poco sobre esta problemática que cada vez se extiende más en todo el territorio nacional. Mendoza aborda este problema con especies exóticas consideradas invasoras como el jabalí, la liebre europea, el conejo silvestre, la ardilla de vientre rojo, en el departamento de Tupungato; el abejorro común, en el departamento de Guaymallén; la rana toro, en el departamento de Tunuyán, y el tamarisco, un arbusto pequeño que se desarrolla actualmente en la Reserva Natural de Llancanelo e invade toda la vegetación autóctona del lugar y agota los depósitos subterráneos de agua. A partir de ahora reforzaremos una estrategia a nivel nacional para dar a conocer esta problemática con el objetivo de que la sociedad sepa cómo afrontarla", comentó el jefe de Prensa y Comunicación de Mendoza, Bruno Orellano.
Por su parte, la cartera de Ambiente nacional trabaja en una estrategia nacional de estas especies para promover la generación de políticas públicas que minimicen el impacto de las invasiones biológicas sobre la biodiversidad, la cultura, la economía y la salud. Es por esto que durante las jornadas se propuso el desarrollo de un plan de comunicación conjunto con las provincias que permita potenciar y mostrar a nivel local las diferentes facetas de la temática.
“Es una temática transversal que podemos trabajar a nivel federal porque nos involucra a todos en los distintos ámbitos en los que tenemos que actuar”, afirmó más tarde Moreno.
El secretario de Política Ambiental en Recursos Naturales de la cartera nacional de Ambiente explicó que la magnitud de la problemática y la extensión territorial "nos obliga a pensar de forma integral. Es fundamental que podamos articular esfuerzos entre un organismo como la FAO, el Gobierno nacional y los gobiernos provinciales".
Finalmente, el funcionario instó a buscar el modo de “empezar a articular una estrategia común para llevar esto a la escala que se merece, sumando esfuerzos de todas las jurisdicciones”.
El encuentro contó con la participación de los responsables de comunicación de las provincias de Neuquén, Chubut, Córdoba, Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Río Negro, Salta, San Juan, San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. También estuvieron presentes referentes de la Administración de Parques Nacionales (APN), del Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA), del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y de Prefectura Naval Argentina.
La jornada se realizó en el marco del proyecto “Fortalecimiento de la gobernanza para la protección de la biodiversidad mediante la formulación e implementación de la Estrategia Nacional sobre Especies Exóticas Invasoras”. El proyecto es coordinado a nivel nacional por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, cuenta con financiamiento parcial del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF es su sigla en inglés) y la asistencia de la FAO como agencia de implementación.
¿Qué son las especies exóticas invasoras?
Son plantas, animales o microorganismos que habiendo sido trasladados más allá de sus límites naturales de distribución, consiguen establecerse y avanzar en los nuevos ambientes en los que son introducidos y causan impactos severos sobre la diversidad biológica, la cultura, la economía y la salud pública. No todas las especies introducidas se vuelven invasoras, pero el impacto de las que consiguen invadir es con frecuencia muy significativo y varía en función de la especie y del hábitat.
Algunas de estas especies se encuentran incluidas en actividades enmarcadas en el proyecto “Fortalecimiento de la gobernanza para la protección de la biodiversidad mediante la formulación e implementación de la Estrategia Nacional sobre Especies Exóticas Invasoras”. Se trata del castor, la ardilla de vientre rojo, el caracol gigante africano, el alga didymo, el tamarisco, la rana toro y el ligustro, entre otros. Se aborda esta tarea mediante proyectos piloto que involucran la implementación de protocolos para su control y la detección temprana y el control precoz de especies exóticas invasoras marinas en puertos de Quequén, Bahía Blanca y San Antonio Oeste.
En el mundo, el daño total por especies exóticas invasoras es de aproximadamente 1,4 trillones de dólares anuales, lo que equivale al 5% del producto bruto mundial. En nuestro país, en total, las especies exóticas invasoras reportaron pérdidas de al menos 3.388.690.871,75 dólares durante 2016, equivalente al 0,63% del PBI argentino para ese período. Considerando casos concretos, se estima que el Estado pierde más de 66 millones de dólares al año por el impacto del castor en los ecosistemas fueguinos; los daños generados por el jabalí en la producción alcanzan 1.380 millones de dólares anuales; la pérdida económica asociada al mosquito es de 23,633 millones de dólares por año; y la proyección del impacto del estornino sobre la producción frutícola supera los 130 millones anuales de dólares . Además es la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo.