Allá por marzo, cuando la cuarentena por el Covid-19 llevaba sólo una semana y la mayoría de los mendocinos estaba confinado en su hogar, llegó la noticia del primer fallecido en la provincia. A los cinco días se conoció el segundo y al sexto, el siguiente. Así se continuaron registrando muertos por el virus hasta el pasado 23 de abril, cuando se comunicó el deceso de la última persona del total de 9 que perdieron su vida en Mendoza por este motivo.
En un principio, la situación causó gran temor pero se fue calmando a medida que los contagios se fueron espaciando y desde entonces no se registró ningún fallecido más. Así, en la provincia no se han registrado decesos en 45 días.
Mirando los casos, se observa que la totalidad de los fallecidos en la provincia han sido varones con edades comprendidas entre los 60 y 90 años a excepción de dos: un hombre de 44 y otro de 59 años. Justamente estos dos pacientes no presentaban comorbilidades, como se conoce a las enfermedades asociadas. Mientras que el total de contagiados en la provincia hasta el momento suman 94 y los recuperados han llegado a 71.
Raúl Salvatore, director de Hospitales del Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes, destacó como positivo el hecho de en que la provincia no se hayan registrado nuevos decesos en el último mes y medio. "Esto tiene que ver mucho con la definición propia de caso. Cuando empezamos a trabajar protocolos de Covid-19 a finales de enero, estaba ligada a las personas que habían viajado", explicó.
Con el paso del tiempo, se trabajó en conjunto con el comité de expertos en la ampliación de este criterio. "Lo que lleva a detectar casos sospechosos de manera temprana y a tratarlos en consecuencia para evitar peores manifestaciones", continuó Salvatore, a la vez que destacó que se han fortalecido las redes de diagnóstico y se busca de forma más activa a los infectados. "Con todo lo que se está haciendo, cada vez es más difícil que una persona llegue a presentar una evolución más tardía de la enfermedad", sintetizó.
En tanto, aseguró que ya se conoce mejor las comorbilidadades que pueden llegar a agravar los casos, por lo que se generan alertas tempranas. Si bien comentó que las manifestaciones graves de la enfermedad no son tan frecuentes en pacientes jóvenes y sin patologías asociadas, reconoció que es posible que se den como en los dos casos de Mendoza.
Además, Salvatore detalló que la mayoría de los fallecidos se dieron en el marco de terapias intensivas, aunque destacó que han tenido pacientes con más de 20 días con respirador que han recibido su alta y están en proceso de rehabilitación.
Por otra parte, el director de Hospitales se refirió a que el virus tiene una predilección por afectar a los hombres, los que a su vez tienen en general mayor cantidad de patologías comórbidas. "Es más frecuente que sean tabaquistas, que presenten enfermedades de pulmón, que sean hipertensos, entre otros", enumeró.
La tasa de letalidad está abierta
Con respecto a la tasa de letalidad, indicador que divide la cantidad de fallecidos por los infectados en la provincia, Raúl Salvatore aclaró que es una tasa que todavía no está cerrada en la provincia, por lo que siguen trabajando en el diagnóstico.
A la vez que indicó que el Covid-19 es una patología de abordaje poblacional. "Nosotros tratamos a la población para cuidar al paciente" cerró.
Los fallecidos, uno por uno
Eduardo Muñoz fue la primera víctima fatal de Covid-19 en la provincia el pasado 27 de marzo. Tenía 81 años y acababa de retornar junto a su esposa de un crucero. El viaje fue interrumpido porque dos pasajeros presentaban síntomas del virus, por lo que la pareja retornó antes de lo planeado a su hogar.
Si bien ninguno de los dos presentó indicio alguno de contagio, ambos se autoaislaron de forma preventiva. Recién una semana después el hombre empezó con problemas para respirar y fue internado por su gravedad en el hospital Español. Según informaron las autoridades en ese momento, el hombre tenía antecedentes cardíacos, diabetes y obesidad.
Del segundo caso, la familia pidió que no trascendiera en nombre, sólo las iniciales G.R. Se trata de un hombre de 63 años que falleció el 1 de abril y que había llegado de Mar del Plata 22 días antes. Los síntomas recién aparecieron el miércoles 25 de marzo y en primera instancia fue medicado telefónicamente. Recién fue internado el 30 de abril en la Clínica Francesa y luego en el hospital Lagomaggiore. Como tenía 38,5 grados de temperatura, sólo entonces se activó el protocolo. Al momento del deceso, todavía no había obtenido el diagnóstico de Covid-19 positivo, lo que le llegó a la familia horas después.
Según relataron a Los Andes sus propios familiares, nunca estuvo claro el nexo epidemiológico, ya que ni siquiera se confirmó que el paciente se hubiera contagiado en su viaje a Mar del Plata.
El historietista mendocino Juan Giménez, de 73 años, ocupó el tercer lugar en la lista de muertes por Covid-19, el pasado 2 de abril. El hombre vivía en España pero había llegado a la provincia de Mendoza días atrás ya infectado con el virus, por lo cual debió ser hospitalizado en el Central.
Giménez fue creador de As de Pique, además de varias historietas que ganaron amplio reconocimiento, no sólo nacional, sino internacional. De pequeño descubrió su vocación por el dibujo y el arte. En sus comienzos profesionales trabajó en varias agencias de publicidad y a finales de los años 70' se mudó a Europa, comenzando a dibujar para editoriales.
El cuarto fallecido sorprendió a toda la sociedad mendocina por su corta edad el pasado 7 de abril. Mario Caridad tenía 44 años y hacía unos días había retornado de España junto a su esposa. Ambos empezaron a presentar síntomas y fueron internados en el hospital El Carmen.
El hombre padeció fiebre alta, dolor de cabeza y falta de aire y fue trasladado a terapia intensiva, donde perdió la vida a pesar de que no presentaba comorbilidades. Era ingeniero en software y se dedicada a la arquitectura, diseño y programación, por lo que era una persona muy reconocida en el ambiente de la informática.
El 14 de abril murió Berner Heine, un médico de 85 años en el hospital Regional de Malargüe. Se trató del primer caso registrado en el Sur de la provincia, donde se abrió una fuerte investigación para determinar el nexo epidemiológico.
En ese momento también fueron testeados su esposa y sus hijos. La mujer resultó positivo al igual que el hijo mayor. Si bien el profesional de la salud era oriundo de Neuquén, desde hacía tantos años vivía en ese departamento que era considerado un malargüino más, además de ser muy querido y respetado por sus vecinos y valorado por sus años de servicio en salud.
A los dos días, Mendoza sumó el sexto fallecido diagnosticado con Covid-19 también en el Sur provincial. Se trata de Mario Echeverría, de 74 años, quien residía en Jaime Prats en San Rafael, pero que por cercanía había sido internado días antes en el hospital Enfermeros Argentinos de General Alvear.
Según su supo en ese momento, tenía cáncer de pulmón desde hacía un año. Su caso también motivó una investigación epidemiológica para determinar el nexo epidemiológico. El hombre era comerciante.
El séptimo caso de un fallecido por coronavirus en Mendoza ocurrió el 17 de abril. La víctima fue un hombre de 62 años, del cual no trascendió el nombre, quien estuvo de vacaciones en el Caribe con seis amigos. Al regresar fue internado en el hospital El Carmen. A los dos días fue trasladado a terapia intensiva al empezar a presentar síntomas compatibles con coronavirus.
En un primer momento, el test del virus le dio negativo, pero en un segundo se confirmó la presencia en su cuerpo.
En tanto, el 20 de abril se dio a conocer el fallecimiento de un hombre de 90 años que había estado en contacto con una persona positiva. Había ingresado el 12 de abril al hospital Privado directamente a terapia intensiva. Si bien no se informó sobre otras patologías de base, el hombre estaba en post-operatorio por haber tenido una cirugía de cadera.
El último fallecimiento por coronavirus en Mendoza se registró el pasado 23 de abril. Nelson Lucentini, de 59 años, estaba internado en terapia intensiva en el hospital El Carmen. El hombre había estado de viaje en un crucero junto a su esposa, que como último lugar visitó República Dominicana. Ni bien llegaron a la provincia, comenzaron a cumplir con la cuarentena. Pero cuatro días después el hombre comenzó con dolor de cabeza y presentó temperatura, aunque fue recién el 28 de marzo cuando ingresó al nosocomio.
Lucentini era un deportista activo y apasionado por el ciclismo que no fumaba ni tenía antecedentes significativos. Egresó del instituto Pablo Nogués y de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo y continuó su carrera laboral en Buenos Aires, en temas vinculados al transporte. Según sus redes sociales, Lucentini llegó a desempeñarse como coordinador del área internacional del transporte público de pasajeros en la Secretaría de Transporte y asesor de Gabinete entre 2003 y 2008.