El autódromo explotó. Los mendocinos pueden inflar el pecho. Según la propia categoría, la visita a tierras sanmartinianas fue la segunda con más convocatoria en la actual temporada. Solamente Santa Fe, con mayor infraestructura en el circuito callejero que siempre reúne a una multitud, superó a San Martín en lo que a público se refiere.
Fueron 30.000 las personas que estrecharon la derecha al Súper TC 2000 en el regreso de la categoría tras dos años de ausencia. La gente arribó al predio desde temprano, aunque la mayor afluencia de espectadores se apreció antes de ponerse en marcha la décima competencia del calendario.
Rostros felices se vieron en los boxes por parte de los organizadores (la asociación de pilotos que tomó la posta con Abdo Girala a la cabeza) y los dirigentes de la divisional. “Vinimos con las ganas de seguir”, había dicho Pablo Peón (titular de la categoría) en exclusivo a Más Deportes el sábado, en alusión al retorno y una posible continuidad del Jorge Ángel Pena para el próximo año.
Las tribunas naturales repletas fueron una muestra del cariño que los mendocinos tienen hacia la más tecnológica de Sudamérica con sus motores V8. “Ojalá venga la gente”, lanzó el cordobés Peón ante el deseo de ver la plaza llena. Como si todos lo hubiesen escuchado, la provincia respondió como en aquellas primeras ediciones. Hasta incluso, casi igualando en cantidad a la segunda visita del Turismo Carretera de la edición 2013.
Todos se retiraron satisfechos y, con el ingrediente de la Vuelta Joker, estuvieron expectantes hasta el final más allá de que algunos perdieron el desarrollo de la carrera ante tantos cambios.
Para hablar de retorno es prematuro, pero la invasión de espectadores y los números vuelcan la balanza a favor para que San Martín continúe en la próxima temporada. En el Este provincial ya están ilusionados. Y no es para menos. Otra vez, el automovilismo estuvo de fiesta. Aplausos.
