La frontera terrestre internacional más larga de América del Sur, con 5.150 km de extensión, y la cordillera de los Andes, con sus montañas imponentes, no han impedido que las realidades sociales, políticas y económicas sean vividas en ambos lados. Lo que sucede en Chile impacta en Mendoza, esto ha sido siempre así; de alguna forma u otra, nuestra provincia aparece en la historia chilena.
El vienes 5 Chile conmemoró el 30 aniversario del plebiscito, a través del cual el pueblo chileno decidió ponerle fin a la dictadura del general Augusto Pinochet iniciada en 1973 cuando derrocó al presidente Salvador Allende.
En nuestra provincia se produjeron distintos acontecimientos que fueron acompañando la realidad política que se vivía en Chile. Durante el gobierno de Allende, desde Mendoza se conspiraba contra el presidente elegido en 1970, siendo el suyo el primer caso del mundo de un jefe de Estado socialista elegido por el pueblo.
En un artículo aparecido en la revista mendocina Claves en mayo del 73, se indicaba: "En Mendoza se confabula y en qué forma, aseguró a uno de los redactores de Claves un ciudadano chileno radicado en esta provincia desde poco después de la ascensión a la presidencia de Salvador Allende. Es más -se atrevió a decir nuestro entrevistado-, la estatua del Che Guevara, ubicada en la comuna de San Miguel, en Santiago, fue volada con explosivos argentinos. En Mendoza se confabula contra el gobierno de Allende, y no sólo chilenos lo hacen.
“Se sabe, que muchas de las conspiraciones de café que practican ciudadanos chilenos radicados en esta provincia tienen un centro de operaciones en algunos domicilios de Chacras de Coria, donde habitan distinguidas personalidades vinculadas a la política, industria y comercio del país trasandino".
El cónsul de Chile en Mendoza, Galvarino Ponce Morel, también fue parte de la historia por sus ataques a la prensa. No sólo cuestionaba los artículos de la revista Claves, dirigida por Fabián Calle, también arremetía contra las informaciones de diario Los Andes. El 26 de mayo del 74 el diario informó que las autoridades chilenas habían decidido mantener cerrado el túnel internacional para el tránsito carretero hasta nuevo aviso, "la medida, respondería a problemas de índole político que se estarían registrando en Chile, en los que se hallarían involucrados ciudadanos argentinos". Al día siguiente se precisó que el túnel estaría cerrado hasta setiembre. El cónsul cuestionó la información del diario, pidió reunirse con periodistas del diario a los que les manifestó que entre el personal de Los Andes había gente que tenía animosidad contra su persona y contra la Junta Militar de Chile y que muchas informaciones que se publicaban eran tendenciosas o torcidas.
El diario publicó un artículo cuestionando las afirmaciones del cónsul y el Círculo de Periodistas, cuando se ocupaba de los problemas del ejercicio del periodismo, resolvió censurar enérgicamente el proceder del cónsul y le solicitó a la Cancillería argentina que, por vía diplomática, se dirigiera a la Embajada Argentina para que se contemplara la posibilidad de que se excluyera del trato con el periodismo al cónsul de Mendoza.
Producido el golpe de Estado el 11 de setiembre de 1973, en Mendoza se realizaron actos de repudio, pero también a favor para "celebrar la caída del régimen marxista y la asunción al poder de un gobierno sin infiltraciones foráneas", según publicaba Los Andes. La cercanía de Mendoza fue clave, así fue como llegaron casi 7 mil refugiados chilenos escapando del general Pinochet, entre 1973 y 1990. Muchos lo hicieron caminando de noche entre las nevadas montañas de la cordillera para evitar los controles. También en Mendoza fueron secuestrados chilenos que fueron deportados.
Derrocado y muerto Allende, entre 1973 y 1980 gobernó la junta militar presidida por Augusto Pinochet. Las condenas internacionales por las violaciones de los derechos humanos, así como problemas internos con sus pares de la junta, hicieron que Pinochet decidiera convocar a un plebiscito para el 4 de enero de 1978. El Episcopado se manifestó en contra aduciendo falta de información y de un período de propaganda, al igual que el ex presidente Eduardo Frei. Finalmente el Sí se impuso con el 75% de los votos y el No alcanzó el 20%. Así fue como Pinochet, comenzó a sentar las bases para quedarse en el poder. Avanzó en la reforma de la Constitución y convocó a otro plebiscito para el 11 de setiembre de 1980 en el que la ciudadanía debía votar si estaba a favor o no de la nueva carta magna. Las críticas eran importantes, como señalan Alejandro Concha Cruz y Julio Maltés Cortez en su libro Historia de Chile, el proyecto fue elaborado por un sector determinado y su texto fue confeccionado sin conocimiento de la opinión pública. Así todo el Sí obtuvo el 67% de los votos y el No 30%. Esa Constitución establecía que en 8 años se debía llamar a otro plebiscito para designar quién seguiría al mando de la junta militar. Así, con más de 3.000 desaparecidos y unas 37 mil personas detenidas por motivos políticos y torturados se llegó al plebiscito del 5 de octubre de 1988, en el que el No se impuso con el 57% de los votos contra el 43% del Sí. Luego, el 14 de diciembre de 1989, la Concertación encabezada por Patricio Aylwin logró la mayoría de los sufragios y se quedó con la presidencia de Chile.
Durante estos 30 años en Chile la pobreza bajó del 40 al 8,3%, descendió la inflación a un dígito -tienen el 3% anual-, hoy el país trasandino se ubica en el primer lugar en América Latina en cuanto a Desarrollo Humano según las mediciones del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Este año modificaron las proyecciones de crecimiento del 3,8% al 4,1% y proyectan para 2019 un PBI del 3,8%.
Han mejorado pero no terminan de resolver la desigualdad. Los datos publicados por la encuesta Casen 2017, cuyas cifran se comparan con los registros de 2015, señalan que los ingresos per cápita de los hogares chilenos de menores recursos registraron en dos años una suba de 5,4%, mientras que los más ricos lo hicieron 17,5%. Además, el 20% más acaudalado recibió 13,6 veces el ingreso del 20% más pobre, cuando en 2015 correspondió a 11,9 veces. Así todo, por estos días se difundió una encuesta en la que se preguntaba cómo votarían los chilenos si hoy se realizara el plebiscito del 88. El estudio señaló que 7 de cada 10 votaría por el No.
Como todo país, Chile tiene sus problemas estructurales por resolver y atraviesa, como muchos otros del mundo, conflictos de representación. El ex presidente Ricardo Lagos lo explica bien: "Hoy somos otro Chile. Hay un cierto orgullo de lo que hemos avanzado, pero acompañado de un gran malestar. Estamos en un cambio de época en el que se ha transformado la interacción entre el Estado y los ciudadanos, pasando de una política vertical a una horizontal, en la que el ciudadano quiere ser escuchado igual que cualquier dirigente político. En este proceso, en el que la política es horizontal y el ciudadano aspira a más, se ha perdido la sintonía entre los dirigentes y la sociedad, generando un abismo de desconfianza e incredulidad".
Los hechos explican el fuerte lazo que hay entre mendocinos y chilenos, que por suerte excede el tipo de cambio, los resultados del fútbol, las peleas de los adolescentes en las vacaciones y las limitaciones de los dirigentes de turno. Los pueblos han logrado que el vínculo derrita la nieve, perfore la cordillera y nos acompañemos en los distintos procesos políticos, sociales y económicos, y es por eso que Mendoza festeja los 30 años del histórico plebiscito del 88.