Históricamente en Mendoza la temporada de incendios iniciaba en noviembre y terminaba a fines de marzo. Este período concordaba con las altas temperaturas y las tormentas eléctricas. Sin embargo, las autoridades aseguran que el cambio climático profundiza las temperaturas extremas y genera transiciones abruptas. Esta tendencia borra las diferencias entre la primavera y el verano y el otoño y el invierno.
Tal es así que el director del Programa Provincial de Manejo del Fuego aseguró que los especialistas ya no hablan de "temporada de incendios", porque las probabilidades de desarrollarse por causa natural rigen durante todo el año. "Prácticamente tenemos fuego todo el año en toda la provincia. En verano los incendios tienen mayor duración y mayor tamaño", advirtió Guillermo Ferraris en diálogo con radio Mitre Mendoza.
Asimismo, el funcionario alertó a la ciudadanía respecto de los índices de probabilidad ígnea en la provincia. "Los índices de peligro de riesgo nos indican que estamos en riesgo extremo ya sea por accidente, intencional o humano tendríamos incendios de difícil contención y de grandes dimensiones", sostuvo.
Por tal motivo, llamó a la sociedad mendocina a tomar conciencia sobre las zonas del piedemonte donde el "combustible" es mayor, debido a la sequía y caída de rayos. "Convocamos a la comunidad a abstenerse a hacer fuegos donde no está habilitado, sobre todo en Villavicencio y Blanco Encalada", alertó.