Podría decirse que los trabajadores mendocinos corren más riesgo de accidentarse que los de otras provincias. Esta conclusión surge a partir de los últimos datos disponibles de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo que notificó 97,5 accidentados cada mil trabajadores registrados en 2011, prácticamente el 10% de ellos; en contraposición con los 73,3 cada mil que fue la media nacional. Mendoza está posicionada a la cabeza del podio de siniestralidad desde 2007.
Un accidente laboral es una lesión inesperada ocurrida en el trabajo o en el trayecto entre el domicilio del trabajador y el lugar laboral o viceversa lo que se llama in itinere.
Si se consideran sólo los ocurridos en el lugar de trabajo, la provincia tuvo en ese período 77,6 cada mil mientras que a nivel nacional fueron 56,1.
Aunque hay diversas causas que determinan estas circunstancias, "el primer responsable es el empleador, que debe hacer que se cumplan las medidas de seguridad, quiera o no el empleado", señaló Juan Horacio González Gaviola, superintendente de Riesgos de Trabajo de la Nación. Esto hace referencia a que es parte de su compromiso no sólo proveer los elementos de seguridad necesarios sino además exigir que esto sea usado ya que muchas veces son los mismos trabajadores los que se niegan a usarlos. "Es verdad que muchas veces son incómodos pero son necesarios", dijo el funcionario.
Esto implica pérdidas de días de trabajo, de productividad, altos costos para el sistema además de las consecuencias sobre la salud de los afectados que pueden derivar en incapacidad, discapacidad y hasta la muerte.
Para el doctor Eduardo Palacio, presidente de la Sociedad de Medicina del Trabajo de Mendoza "el problema clave es que no se invierte en prevención". Señaló que por un lado es importante que se planifique en seguridad en las empresas pero consideró que "el gran deudor en seguridad es el Estado". Para el médico esto es así porque no se va más allá de la normativa ya que no se realizan los controles adecuados para saber si se cumple.
Otra posición es la que planteó el doctor Matías Lescano, jefe médico regional de la ART (aseguradora de Riesgos de Trabajo) Asociart. Sostuvo que en la filial mendocina no registran mayor siniestralidad que en las del resto del país pero dijo que esto también puede estar vinculado al tipo de actividad que aseguran. Asimismo mencionó que "hoy se está trabajando mucho en prevención y las ART estamos siendo muy inspeccionadas".
Más riesgos en tránsito
La mayor cantidad de accidentes, los más graves y que implican mayores costos se producen en itínere, es decir en el trayecto de traslado hacia o desde el lugar de trabajo.
"El in itinere es uno de los agujeros negros del sistema de riesgos del trabajo (...) es donde se registra la mayor cantidad de muertes, encontrar un fallecido en una empresa es algo más raro", señaló Lescano. La falta de inversión en rutas y señalización además del poco respeto a las normas de tránsito y los hechos de inseguridad fueron mencionados como las principales causas.
"Las rutas son las mismas que hace 50 años pero hay más autos y alcanzan mayor velocidad", ejemplificó Palacio para sumar otro aspecto a la responsabilidad estatal. La actividad que registra más cantidad de accidentes es la construcción, en la cual la provincia también lidera entre el resto de los distritos. Es seguida por la industria de bebidas, la producción agropecuaria, el transporte terrestre y la fabricación de productos alimentarios, que muestran una accidentalidad que supera la media provincial.
La construcción tiene sólo el 3% de la cobertura provincial, es decir trabajadores registrados con ART. En ese rubro en 2007 se accidentaron 250 trabajadores cada mil mientras que en 2012 fueron 216, un valor que prácticamente duplica al 120/1000 nacional.
González Gaviola detalló que aunque vienen en descenso aún es un índice alto a lo cual hay que agregar que puede haber más accidentes que estos debido a que es un sector con gran informalidad, lo cual el ente no registra.
El funcionario lo atribuyó a que "hay muchas conductas desaprensivas de empleadores y falta de capacitación de los empleados (para el uso de los elementos de seguridad y los cuidados que deben tenerse)", sostuvo.
La industria de bebidas, concentra el 3% de los trabajadores cubiertos de Mendoza. La alta incidencia está vinculada al desarrollo de la industria vitivinícola local. En el caso del transporte terrestre, "influye lo que ocurre en el ambiente público, hay que tener en cuenta que se ha triplicado el parque automotor en 10 años y la infraestructura vial está sobrecargada ya que no ha acompañado este crecimiento", dijo.
En el caso del transporte de larga distancia, las largas jornadas laborales que implican falta de descanso y el consumo de estupefacientes conllevan cambios actitudinales en el conductor.
Al respecto, González Gaviola dijo que se está pensando a futuro implementar test en los peajes para medir su capacidad reactiva.