Industria, vino, petróleo, montañas y buen desarrollo de la industria TIC podría hacer de Mendoza una de las provincias más importantes de la región.
De hecho, la provincia es la quinta economía más importante del país (produce el 3,7% del Producto Bruto Interno de Argentina), detrás de Buenos Aires (34,2%), Ciudad
Autónoma de Buenos Aires (15,7%), Santa Fe (8,8%) y Córdoba (7,8%). Sin embargo,
este supuesto liderazgo, en los últimos diez años viene cayendo y en la comparación con
las otras provincias de Cuyo -San Juan y San Luis- la nuestra, presenta una desmejora notable en muchos indicadores.
Para muestra, un botón: en la última década la provincia creció 0,62%, prácticamente nada. Los indicadores de desempleo, muestran que Mendoza duplica a San Juan y San Luis. El salario promedio privado mendocino es menor que el de San Luis y supera por 80 pesos al de San Juan. Claramente, la provincia ha tenido serios problemas
para renovar su matriz productiva, sólo se ha empezado a movilizar con ingresos de la TIC. Pero un cambio mucho menor, al que sí dieron ingreso las vecinas, es la minería en San Juan y el de la soja en San Luis, que se pueden ver plasmados en el crecimiento de la infraestructura caminera, un ejemplo gráfico de ello.
El gigante que durmió
Además, el desempeño económico de Mendoza en la última década ha sido muy pobre. Según los informes presentados por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), entre 1991 y 2009 la provincia creció a un ritmo promedio de 4,4% anual (no hay datos comparables más antiguos). Entre 2010 y 2019, en cambio, la economía mendocina avanzó solo 0,62% promedio por año, un valor que según los economistas conduce al aumento de la desocupación y la pobreza.
En el total de Argentina también hubo un crecimiento económico lento durante ese período, pero fue mayor al de Mendoza en términos porcentuales (1,28% anual). En consecuencia, los resultados estadísticos llevaron a un pequeño deterioro de la importancia relativa de la provincia en el PBI nacional.
El economista Jorge Day del Ieral (Fundación Mediterránea), recordó que históricamente Mendoza representaba el 3,9% del total producido por el país, pero hoy se encuentra en el 3,7% mencionado anteriormente.
Al mismo tiempo, otras provincias ganaron terreno. Es el caso por ejemplo de San Juan,
que gracias al impulso de la minería pasó de tener una participación de 1,1% en 2010 a 1,35% en 2019, según el Instituto de Investigaciones Económicas y Estadísticas de esa provincia (IIEE).
San Luis, tiene un peso promedio histórico de 1,07% sobre el PBI nacional. No hay datos estadísticos oficiales que muestren la evolución de su Producto Bruto Geográfico (PBG) en los últimos años, pero si hay otras variables que evidencian mejoras, como las que hacen referencia al mercado laboral. Sin embargo, es claro el desarrollo de San Luis con la soja. Si se analiza a partir del 2001 comenzó con ese producto, para la campaña 2009 ya tenía 155 mil hectáreas de superficie sembrada total y en la última campaña alcanzó las 308 mil hectáreas, según datos del ministerio de Agroindustria para el total de soja.
A esto también se le sumó la conversión de granos a carne y el atractivo que generan los campos para desarrollar maní. Un producto que trae inversiones de zona de Córdoba.
Qué pasó en 2019
El 2019 fue un año recesivo para todo el país y Mendoza no fue la excepción. Según la DEIE, el Producto Bruto Geográfico (PBG) de la provincia -estudio que mide el tamaño de la economía local- retrocedió 1,5%.
La caída fue impulsada por el mal desempeño del sector agropecuario (cayó 7,5%) y retracción del comercio (-6,2%), la explotación de minas y canteras (-6,1%), el rubro de “electricidad, gas y agua” (-2,4%) y el de “transporte y comunicaciones” (-0,2%).
Otras cuatro ramas de actividad amortiguaron la caída. Se trata de la industria manufacturera (0,5%), la construcción (0,6%), los establecimientos financieros (1,9%) y los servicios comunales, sociales y personales (3,3%).
La buena noticia para Mendoza, es que la baja fue esta vez menor a la que se registró a nivel nacional (-2,5%), de donde se deduce que el año pasado la provincia recuperó al menos una parte de la participación perdida en la última década.
Salarios incoherentes
Si hubiera una relación directa entre el tamaño de la economía y el nivel de ingresos, Mendoza sería la quinta provincia con mejores salarios del país. Sin embargo, hay otras variables que entran en juego y llevan a la provincia a estar en el puesto número 13 en el ranking de sueldos. Analizando los números, se puede concluir que lo más importante en este caso, es la composición de la matriz productiva de cada región.
De acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Trabajo de la Nación, Santa Cruz es la provincia con mayor nivel de ingresos en el sector privado registrado, con un salario promedio de $ 77.861 netos. Tiene mucho que ver con ese resultado el hecho de que Santa Cruz es el tercer mayor productor de petróleo del país.
Justamente, le siguen en el ranking dos provincias con mucha actividad hidrocarburífera, Chubut y Neuquén, que “explotó” tras el descubrimiento de Vaca Muerta.
Más abajo, en la posición número diez, aparece llamativamente San Luis, con un sueldo promedio de $ 38.261 netos. Según Jorge Day, el desarrollo económico logrado por la vecina provincia durante sus años de "promoción industrial" explica en parte por qué se encuentra por arriba de Mendoza.
La Pampa y Córdoba ocupan el puesto 11° y 12° respectivamente, antecediendo a Mendoza, que tiene un salario promedio de $ 34.685. Si bien nuestra provincia tiene también un perfil petrolero, ese sector viene cayendo desde hace varios años. De hecho, la producción de crudo durante el primer trimestre, antes del inicio del asilamiento social obligatorio, fue la más baja desde que se tiene registro (1999).
"El sector petrolero viene cayendo constantemente en el norte de la provincia. El sur tiene potencial con Vaca Muerta, pero el crecimiento fuerte ha llegado de la mano del gas, que está todo en Neuquén. Aun si hubiese gas en Mendoza, no podría explotarse fácilmente por la ausencia de gaseoductos", explicó Day.
Apenas $ 80 por abajo de Mendoza está San Juan, que pese a tener un peso mucho menor en la economía nacional (está 2,35 puntos por abajo de Mendoza), tiene un nivel de ingresos similar al de nuestra provincia. Los economistas consultados, coinciden en que esto se debe al plus que le ha dado la minería del 2010 en adelante.
Desempleo en alza
El estancamiento de la economía mendocina trajo como consecuencia un fuerte incremento de la desocupación. Los informes publicados por el Indec demuestran que en los últimos tres años Mendoza pasó de tener el nivel de desempleo más bajo de Cuyo, a duplicar la desocupación de San Juan y San Luis.
Puntualmente, en el cuarto trimestre de 2016 la tasa de desempleo de la provincia era de 3,3%. Al final de 2019, ya había saltado a 7,3%. En el mismo período, San Juan logró una reducción de la desocupación, bajando la tasa de 5,1 a 3,5%. Lo mismo ocurrió en San Luis, donde la tasa pasó de 3,6 a 2,9 en el transcurso de los tres años.
Un atenuante de lo ocurrido en Mendoza, es que al mismo tiempo creció 1,5 la tasa de empleo. Lo que ocurre, señalan los economistas, es que ante un escenario de pérdida del poder adquisitivo, muchas personas salieron a buscar trabajo para mejorar los ingresos del hogar. Un parte lo consiguió -por eso creció el empleo- pero fueron muchos más los que no lo lograron -por eso se duplicó el desempleo-.
No obstante, tampoco en ese punto se puede destacar el mercado laboral mendocino. Los números del Indec demuestran que en los mismos tres años la tasa de empleo de San Juan creció diez puntos y la de San Luis 6,5 puntos porcentuales.
Pobreza e indigencia
El bajo crecimiento económico, la pérdida de poder de compra de los salarios y el aumento de la desocupación, condujeron a un inevitable crecimiento de la pobreza y la indigencia en Mendoza. Una vez más, los resultados de la provincia son los peores de la región.
Desde que el Indec retomó la medición de los niveles de pobreza (segundo semestre de 2017) hasta el segundo semestre de 2019, el porcentaje mendocinos pobres creció de 26,4% a 38,6%. Eso significa que en solo dos años 144.000 personas cayeron por debajo de la línea de la pobreza. En el mismo período, la indigencia creció 3,7 puntos porcentuales (40.619 se sumaron a esa condición).
En San Luis también creció la pobreza (3,7 puntos) y la indigencia (1,3 puntos), pero en ambos casos mantiene tasas más bajas que Mendoza. En tanto, San Juan, logró reducir su 0,8 puntos sus niveles de pobreza y 1,1 puntos porcentuales la indigencia.
Al fondo de la coparticipación
El Régimen de Coparticipación Federal ha sido siempre un tema central de discusión entre las provincias y el Estado Nacional. Entre idas y vueltas Mendoza no se ha visto favorecida y el monto que recibe no tiene relación alguna con su aporte a la economía nacional.
A simple vista las estadísticas son engañosas, porque Mendoza recibió en 2019 el 3,78% de los aportes nacionales (coincide con lo que aporta al PBI), pero otras provincias con una participación mucho menor, recibieron mucho más. Es el caso por ejemplo de -Chaco (4,56%) y Tucumán (4,3%). San Juan y San Luis también reciben más de lo que aportan.
Si se analiza la coparticipación por provincia y por habitante (ver gráfico), se observa que Mendoza está en casi en el fondo de la tabla, superando únicamente a Ciudad de Buenos Aires y provincia de Buenos Aires. Las vecinas provincias de Cuyo, percibieron más del doble que Mendoza.