Estuvieron en alerta para actuar en la explosión de gas de Rosario en agosto de 2013, así como para prestar colaboración en el sismo de Chile en abril pasado. Se trata de la brigada USAR de Mendoza, que está preparada para el rescate urbano en estructuras colapsadas.
La misma está conformada por más de 30 mendocinos, entre bomberos del cuartel central, bomberos voluntarios, profesores de educación física y enfermeros, entre otros, y que podría extenderse hasta 250 en el caso de ser necesario. Su trabajo sería de vital importancia si en la provincia llegase a ocurrir un terremoto de gran magnitud.
"Mendoza es una provincia sísmica y no hay que tener miedo sino que hay que estar preparados", aseguró ayer Carlos Daniel Loza, referente de esta brigada de búsqueda y rescate, en el Día Nacional de la Prevención Sísmica
La iniciativa para la creación del grupo nació en 2012. "Queríamos ocuparnos del tema ya que a pesar de ser Mendoza una provincia sísmica no teníamos gente especializada en el rescate en edificios colapsados", recordó. Así fue como se contactaron con expertos de del Grupo Asesor Internacional de Operaciones de Búsqueda y Rescate (Insarag), dependiente de la ONU, para que dieran las primeras capacitaciones. Hoy ya son 10 los instructores de búsqueda y rescate que se dedican a dar cursos en todos los departamentos.
"Nuestro lema es ´estar preparados para lo que nunca va a ocurrir´", remarcó Loza. Por eso, cuando hay algún episodio que los necesita ellos se mantienen en alerta: "Tenemos una red de emergencia de llamados y cuando es necesario nos juntamos en el cuartel central de bomberos".
Si bien la brigada cuenta con el apoyo de la Dirección Provincial de Defensa Civil, próximamente presentarán un proyecto de ley en la Legislatura para que las brigadas sean reconocidas de manera oficial. "De esta manera vamos a poder acceder a más fondos para herramientas que se corresponden con los lineamientos internacionales", precisó Loza.
En todo el país ya son siete las provincias que cuentan con este tipo de grupo, pero Mendoza es la única que tiene uno con cuatro perros de rescate.
Estar preparados
David González es uno de los instructores de la brigada y además de dar cursos de preparación para integrarla, brinda charlas de concientización sobre prevención de sismos en escuelas y en instituciones privadas. "Siempre hacemos hincapié en que no sabemos contra quién nos enfrentamos, pero podemos tener algunas herramientas básicas para la subsistencia", destacó.
Lo primero que recomendó es tener un plan de contingencia apropiado para cada familia o institución y tener bien señalizada la zona de seguridad y escape. "Un arquitecto o ingeniero tiene que establecer cuál es el lugar de mayor seguridad en una casa teniendo en cuenta también el suelo", afirmó.
En segundo lugar es fundamental contar con una mochila con agua potable, velas y linterna, entre otros elementos. "Hay que estar preparados de lo individual a lo particular porque si ocurre un terremoto pueden pasar hasta cinco días para que la persona sea rescatada y tiene que sobrevivir hasta entonces", señaló el instructor.
Además, subrayó la necesidad de tener determinados qué roles va a cumplir cada persona. "Por ejemplo, en un colegio hay que saber quién tiene las llaves o quién se va a quedar con los niños hasta que venga un responsable a retirarlos", enumeró.
En los cursos para formar parte de la brigada, González enseña aspectos más técnicos: "Empezamos por definir qué es una catástrofe y después todas las variantes que encontramos para poder trabajar: rescate en altura, rescate en pozo, penetración en una pared de estructura colapsada, entre otras", detalló.
Con respecto al rescate de víctimas, a los futuros brigadistas se les enseña búsqueda, localización, estabilización, extricación (colocar a los lesionados sobre camillas de madera) y todo lo necesario hasta la llegada de los profesionales médicos.