Mendoza ha sido "víctima" de los vaivenes económicos a nivel nacional, pero una mirada de largo plazo permite analizar dónde está parada realmente la provincia. Según estadísticas del Ministerio de Trabajo de la Nación, la provincia pasó de tener 227.456 empleados privados registrados en 2008 a 258.173 en 2018. Eso significa que en una década la provincia creó 30.717 puestos de trabajo (14% de crecimiento).
El aporte por sector
La evolución del mercado laboral de Mendoza ha sido diferente en cada rama de actividad, pero solo una tuvo un balance negativo. Se trata del sector de "minas y canteras", que pasó de tener 5.169 empleados en 2008 a 4.817 en 2018 (352 personas menos). Según los economistas, lo lógico es que la mano de obra empleada por una actividad económica aumente en el largo plazo, acompañando el crecimiento vegetativo de la población. Sin embargo, ese sector se ha visto golpeado por la retracción en la producción de hidrocarburos y el poco desarrollo de la minería.
En otros rubros la realidad es otra. La "industria manufacturera" y el "comercio al por mayor y menor" son los sectores que más mano de obra emplean en Mendoza. De acuerdo a los números oficiales, en el tercer trimestre de 2018 (dato más actual) existían 45.942 empleados en el primer rubro mencionado y 45.122 en el segundo. Ambos lograron crecer respecto a 2008 y entre los dos generaron empleo para 8.737 personas.
La mayor parte de la mejora fue producida por el comercio, que creó 5.668 puestos de trabajo entre 2008 y 2018, siendo el sector que más contribuyó al crecimiento del mercado laboral de Mendoza en el transcurso de los diez años.
Entre los demás sectores, hay uno que se destaca. Es el de "hotelería y restaurantes", que pasó de tener 7.857 trabajadores en 2008 a 11.100 en 2018, logrando crear 3.574 puestos y alcanzando un crecimiento porcentual del 46%.
Cabe destacar que "comercio, restaurantes y hoteles" conforman una sola rama económica en la medición del Producto Bruto Geográfico (PBG). Ese rubro representa actualmente el 25,4% de la economía provincia, por lo que su desempeño es clave para que la provincia garantice la expansión del mercado laboral.
Otro sector que tuvo un comportamiento llamativo es el de la ”construcción”, que registraba 15.934 trabajadores en el tercer trimestre de 2008 y 21.032 en igual período de 2018. Sin embargo, hay que aclarar que se trata de un rubro muy volátil y es normal ver grandes variaciones de un año a otro.
Por otro lado, hay ramas de actividad que lograron valores positivos, pero su crecimiento fue poco atractivo para un período de tiempo tan largo. Es el caso de los "servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler", el tercer rubro económico que más mano de obra ocupa en Mendoza. Esa rama de actividad empleaba 28.088 personas en el tercer trimestre de 2008 y registró 28.877 empleados en 2018 (solo 789 personas más).
Lo mismo ocurrió con la “intermediación financiera”, que avanzó de 5.238 a 5.548 trabajadores registrados en el transcurso de los diez años, y el rubro de “electricidad, gas y agua”, al pasar de 2.468 a 3.094 empleados.
Década de pros y contras
Para los especialistas, la creación de más de 30 mil puestos de trabajo en diez años es un dato alentador para la economía provincial, pero hay algunos atenuantes que se deben tener en cuenta.
Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía de Mendoza, celebró la expansión del mercado laboral, pero reconoció que la creación de empleo ha sido lenta en los últimos diez años, acompañando una década de bajo crecimiento económico. "Aún así, es alentador que Mendoza no tenga problemas de desocupación aguda, como sí ocurre en otras provincias", agregó.
La economista Amalia Granata reconoció dos etapas, una que va del 2008 al 2015 y una que va de 2015 a la actualidad. "En la primera parte hubo un crecimiento sostenido del empleo, que si bien no fue demasiado alto, alcanzó para compensar el crecimiento vegetativo de la población y captar el incremento de la población económicamente activa. Eso se reflejó en una caída de la tasa de desocupación", indicó.
"A partir del 2015 el ritmo de crecimiento del mercado laboral comenzó a caer y fue superado por el aumento de la población económicamente activa, lo que llevó a un aumento del desempleo. La buena noticia es que todavía no se están destruyendo puestos de trabajo en la provincia, pero debemos tener cuidado, porque la continuidad de la crisis puede conducir a esa situación", apuntó.
Los economistas consultados coincidieron en que el protagonismo del sector de "comercio, restaurantes y hoteles" tuvo mucho que ver con el crecimiento del turismo receptivo, que se ha visto favorecido por cuestiones económicas (cuando el tipo de cambio se ha mantenido alto) y estructurales, como el aumento de la conectividad aérea.
A esto, Granata agregó que "han sido importantes las políticas de incentivo al consumo, como los planes de pago en cuotas y la Asignación Universal por Hijo (AUH)".