Afectados por la inflación y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, cada vez son más los mendocinos que toman préstamos personales para abonar deudas de tarjetas de crédito. Si bien los propios bancos ofrecen la opción de pagar un "mínimo" y financiar el resto, las tasas de interés suelen ser prohibitivas para la mayoría de los usuarios.
Según datos del Banco Central, las tasas de las tarjetas de créditos parten de un 40%, pero en la mayoría de los casos los alícuotas son más altas y en algunas entidades alcanzan niveles del 120%.
En el caso de los créditos personales "fáciles" o a "sola firma", que por lo general son ofrecidos por empresas que están fuera del circuito financiero, las tasas más altas llegan al 136% anual, aunque hay varias compañías que prestan a una Tasa Efectiva Anual (TEA) del 50%.
Por su parte, dentro del sistema financiero, los préstamos personales también tienen tasas que arrancan del 50% y con TEA del 80% o 100%.
En líneas generales, según se pudo confirmar en un análisis realizado por Los Andes sobre las diferentes alternativas que ofrece el mercado, se observa que los préstamos personales se firman con tasas de entre 50% y 60%, mientras que el financiamiento con tarjeta tiene un costo promedio del 80%.
Esa diferencia es la que lleva a los mendocinos elijan tomar préstamos personales en sistemas financieros paralelos, como es el caso de Montemar, Efectivo Sí y Crédito Mágico, entre otros tantos, para pagar las deudas que tienen con las tarjetas de crédito.
Claro está, que en este intercambio, se aseguran cuotas con tasas de interés más bajas y con una reducción del capital inicial. Esta situación fue corroborada por economistas y empresas prestadoras de créditos; así como las declaraciones de algunos consumidores mendocinos.
No obstante, a pesar de este fenómeno, los destinos más comunes de los préstamos personales siguen siendo otros, como refacción para el hogar, compras de autos, motos, o para algún festejo puntual.
Panorama general
Según la empresa First Capital Group, los préstamos personales experimentan una notoria desaceleración en su crecimiento. El stock promedio mensual en pesos creció 1,6% el mes pasado, siendo la variación más baja del 2018, después de haber llegado a 3,24% en marzo.
Para el economista Daniel Garro este panorama está asociado a la suba de las tasas y a que la gente teme endeudarse porque tiene dudas sobre cómo continuará la economía, su empleo, y su poder adquisitivo.
“En este marco es que hoy las personas salen a tomar créditos sólo si es totalmente necesario para ampliar sus salarios o para pagar otra deuda que hoy le está siendo muy onerosa por los incrementos de las tasas”, remarcó Garro.
Concordó con ello Sebastián Laza, economista asesor del Ministerio de Economía del Gobierno de Mendoza, quien se refirió a la menor demanda de préstamos y a la elección de los mendocinos de usarlos para cancelar otras obligaciones financieras.
“La toma de créditos personales está frenada por las altas tasas de interés. Esta situación, sumada a la incertidumbre económica, seguramente hará que la tendencia continúe”, comentó.
"Por otro lado, pagar el mínimo de la tarjeta de crédito siempre fue la peor decisión. Es lógico que la gente opte por endeudarse con créditos personales para pagar el total. De todas formas, esto funciona sólo cuando se deja de usar el plástico, sino no tiene sentido", agregó el economista.
Federico Pagano, Gerente de Gestión de Riesgos de Montemar, describió un escenario diferente y reveló que en su empresa la toma de préstamos personales crece a un promedio del 30% intermensual en lo que va de julio, "Junio tuvo también una buena performance con una suba del 32% en pesos colocados, y del 10% en volumen", agregó.
Para el directivo, esta evolución está relacionada al público al que apuntan (clase media-baja). “Si estas personas no toman un crédito con nosotros o con otra compañía financiera, no podrían hacer o comprar lo que necesitan”, señaló.
Pagano detalló que la mayoría de los créditos se toman para refaccionar el hogar, festejar un cumpleaños de 15, cambiar el auto o para adquirir herramientas de trabajo. Sin embargo, el gerente de Montemar mencionó que también es común y sobre todo en este último tiempo, acceder a un crédito para pagar el total de la tarjeta.
"El cliente transforma la deuda en otra, pero en cuotas con tasas más bajas. De hecho, esto lo observamos no solo con nuestras tarjetas de crédito, sino con plásticos de otras entidades", remarcó y agregó que "esta es una alternativa aconsejable, antes de incurrir en seguir pagando el mínimo o en no pagar".
En este panorama, Pagano puntualizó que en Montemar la calidad de la cartera está sin problemas. “No vemos mora, ni retrasos en los pagos, lo que es muy importante”, aseguró.
Esto que expresó el economista y el directivo de Montemar es lo que declararon algunos mendocinos a Los Andes. Silvia, por ejemplo, contó que tomó crédito para pagar el total de la tarjeta. "Se me había hecho una bola que nunca terminaba, pagaba y el capital prácticamente no me disminuía y los intereses eran tremendos".
También está el caso de Brenda, que salió en busca de un crédito para cubrir algunos gastos extra que con su sueldo de empleada de comercio no puede pagar. “Tengo que arreglar el auto y la casa, y por más que ahorro todos los meses, el dinero no alcanza y ya he llegado a una situación límite.
A pesar de que sé que son altas las tasas y termino devolviendo casi el doble, no me queda otra que acudir a un préstamo", expresó y ejemplificó: "en este lugar me dan $ 10.000 y lo devuelvo en 12 meses con cuotas de $ 1.660. Lo que implica que en agosto del año que viene voy a terminar devolviendo $ 19.920".
El economista Daniel Garro analizó los casos mencionados y opinó que "la situación que expresan las personas que tomaron préstamos está muy relacionado a la pérdida del poder adquisitivo de los salarios por el aumento de la inflación".
Coincidieron con este panorama empleados de otra empresa de servicios financieros. “A nosotros el flujo de clientes no nos ha caído y por ahora no observamos mora en el pago de las cuotas. Lo que sí identificamos es que más mendocinos vienen en busca de un crédito para pagar gastos corrientes o tarjeta de crédito, en lugar de utilizarlo para comprar algún artículo en particular, como ocurría hace algunos meses”, remarcaron.
“Por lo general la gente busca estas líneas porque no tiene más financiamiento bancario, y en este caso hablamos de clase media que sí puede acceder a una tarjeta de crédito, o personas de clase media-baja que con sus ingresos mensuales no puede costear gastos importantes corrientes”, agregaron.