A Mendoza se la llamó la California de Sudamérica entre los 40 y 50, por su producciones cinematográficas. Fue en esta provincia, a través de la empresa Film Andes, que se desarrolló una prolifera industria, la cual dio trabajo a ciento de mendocinos y generó un polo cultural de suma importancia.
Génesis de la industria
Durante los primeros años del siglo XX, el cine fue uno de los entretenimientos más significativos que tuvieron los mendocinos en donde en muy poco tiempo las salas cinematográficas tuvieron un gran crecimiento en todo el territorio provincial.
En los años 20, el aficionado Guillermo Petra Sierralta realizó algunos cortometrajes locales mostrando aspectos turísticos. Fue por aquellos tiempo que un gran grupo cultural y social quedo constituido con la sigla CAYS en la que se encontraban varios nombres que después de casi 20 años formarían esta empresa cinematográfica.
Durante el segundo conflicto mundial (1939-1945) el cine argentino tuvo su época de mayor esplendor y en varias ocasiones nuestra provincia fue elegida por productores y directores cinematográficos nacionales para rodar en los parajes de la pre-cordillera, favorecidos por las inmejorables condiciones climáticas para estas actividades en exteriores.
Con el tiempo, hizo que varios entusiastas del cine local conjuntamente con empresarios del rubro bodeguero se unieran para formar una empresa cinematográfica que luego se llamaría Film Andes.
En 1944 se creó esta empresa, a cargo de un grupo de empresarios, personalidades de la cultura y de la política. Esta primera comisión se formó para luego llamar a una asamblea con el objeto de crear definitivamente el directorio de la empresa. Casi al finalizar ese año, quedó formado el nuevo directorio de la siguiente forma: presidente, Lorenzo Soler; vice Arturo Santoni; secretario, Jorge. E. Segura; pro-secretario, Guillermo Petra Sierralta; tesorero, Alfredo Miranda; pro-tesorero, Renato Della Santa. Entre los vocales titulares se encontraban: Federico Tapper, Isaac Flichmann, Manuel Fernández y J. Luis Magistocchi.
Otros miembros fueron elegidos como el Antonio E. Nale, Antonio la Vega, Enrique Balbi, Miguel A. Pontt Godoy, Manuel Fortes, Ernesto J. Grzona y Leonardo Scaramella en calidad de vocales suplentes. El puesto de síndico titular fue ocupado por Pablo Vergniol.
El doctor Soler, un destacado político de la época, renunció al año siguiente y ocupó su lugar Arturo Santoni, quien le dio un gran impulso a la empresa.
Los primeros filmes se produjeron en estudios alquilados en Buenos Aires: "El gran amor de Bécquer", "El misterio del cuarto amarillo", "Corazón", "El hombre que amé", "Estrellita", "Hombres a precio" y "Corrientes, calle de ensueños", que fueron bien recibidas por el público.
Películas menducas
En 1948 fueron inaugurados los estudios de Film Andes, en nuestra provincia, precisamente en el carril Cervantes, en el departamento de Godoy Cruz. Entre las inversiones que realizó la empresa contó con equipos de última generación para esa época, los que se consideraron los mejores en América del Sur. Estos flamantes set, contaban con departamentos de sonido, microcine, grupo electrógeno de emergencia, salas de maquillaje, camarines, sastrería, talleres para la escenografía y edificio administrativo.
De allí surgieron "Lejos del cielo" (1950) de Catrano Catrani, con Miguel Gómez Cou, Juan José Míguez y Aída Luz; "La pícara cenicienta" (1951) de Francisco Mujica, con Jorge Rigaud y Margot Cottens; "El alma de los niños" (1951) de Carlos Borcosque, con Perelli y Julio Esbrez; "Rescate de sangre"(1952) de Francisco Mugica, con Jorge Salcedo y Julia Sandoval; "El cartero" (1953) de Homero Cárpena, con Tito Lusiardo y Beatriz Taibo; "El último cowboy" (1953) de Juan Sires, con Augusto Codecá y Héctor Calcagno; "El mal amor" (1954) de Luis Mottura con Mecha Ortiz y Ricardo Passano y "Surcos en el mar" (1955) de Kurt Land, con Enrique Muiño y Olga Casares Pearson, entre otras.
El estudio realizó asimismo trabajos para productores independientes, como el caso de "Acorralada" con Alberto Closas, y coproducciones con otros estudios como fue "Alto Paraná" de Catrano Catrani. El ciclo productivo se cerró con "Surcos en el mar", la última producción de Film Andes.
Después de varios años y de algunas películas exitosas, la empresa Film Andes, comenzó a declinar a partir de 1957 y, a pesar de realizar grandes esfuerzos para mantenarse ,cerró definitivamente sus puertas en 1960.