Maxi Salgado - Editor de Más Deportes - msalgado@losandes.com.ar
El deporte mendocino comienza a recibir buenas noticias y ve con ojos de esperanza su futuro. La realización del plan estratégico que se terminó de armar el año pasado va dando sus frutos.
Esta semana la noticia es que el Gobernador declaró a este plan de Interés Provincial a través del decreto 2.237, en el que se hace hincapié en “la participación activa del mayor número posible de personas y grupos, disciplinas y agentes relacionados con el deporte en Mendoza”.
La Confederación Mendocina de Deportes se va posicionando así como la entidad que nuclea a todos nuestros deportistas y va revirtiendo el descontrol que hasta hace unos años era el deporte federado de la provincia. Ahora, al menos, se sabe que hay 35.000 personas afiliadas a alguna entidad deportiva y ellas están identificadas con el Documento de Identidad Deportiva (DID).
Pero cómo este número representa sólo al 6 por ciento de la juventud mendocina -en otros países la cifra llega a 35%-, las autoridades piden no cesar en el trabajo de base para que la pirámide se vaya agrandando. “Este es un trabajo que deben hacer las federaciones y no esperar que los talentos lluevan o delegar esa tarea en el gobierno”, asegura Humberto Pagano, presidente de la Comede.
Una visión muy realista que los ha llevado a pedirle a cada entidad madre un listado de necesidades presupuestarias para el corriente año. En él las federaciones deberán contemplar todas las facetas.
Inicio: becas que puede dar cada club, qué cantidad de nuevos deportistas pueden absorber, tiempo de desarrollo y cómo se implementará.
Desarrollo y proyección: detallar presupuestos con las necesidades económicas para cubrir los gastos de recursos humanos, elementos deportivos, infraestructura, viajes.
Alto rendimiento: diseñar proyecto macro que incluya presupuesto general.
Como así también indicar los fondos e ingresos con los que cuentan y proyectar la infraestructura que necesitarán para alcanzar los estándares internacionales.
Una planificación que nunca se ha realizado y que permitirá que los fondos que puede aportar la Provincia sean más equitativos. “En general nos hemos dedicado a solicitar al Gobierno lo que cubre lo inmediato y nos limitamos a recibir lo que ellos deciden como programa deportivo. No se puede reclamar lo que no se pide”, asegura Pagano, con una visión poco común en la provincia.
La realidad es que Mendoza tiene uno de los presupuestos más bajos del país en lo que se refiere al deporte, pero de esta situación tiene mucha culpa la dirigencia que sólo se preocupa por vivir del Estado, sin trabajar para que los fondos no se malgasten. El año pasado hubo una Federación que recibió 60.000 pesos sólo para la compra de premios, algo que debería ser potestad de los dirigentes.
“En la improvisación se gasta, en lo proyectado y presupuestado se invierte”, dice Pagano en la carta que les envió a las Federaciones.
Como visión de futuro, la Comede ha pedido una ayuda económica que sería de 500.000 pesos anuales, los que servirían para solventar los gastos administrativos, la compra de un software que facilitaría el seguimiento de los deportistas (controles médicos, suspensiones, etc.) y la impresión del Documento de Identidad Deportiva (DID), que hasta ahora fue solventado con aportes privados. Esta partida está atada a lo que ocurra con el Presupuesto provincial, el que por ahora duerme en la Legislatura.
Pero los dirigentes no se detienen aquí y han pedido a la Municipalidad de la Capital que les ceda un lugar en los galpones del ferrocarril para instalar allí la Casa del Deporte, donde no sólo funcionará la Comede, sino también habrá salas para conferencias y reuniones.
Ojalá los proyectos lleguen a buen puerto y Mendoza comience a ponerse los pantalones en el ámbito deportivo.
