Nuevamente los mendocinos salieron a la calle a mostrar su devoción por Santiago, el patrono de Mendoza. La celebración abarcó un ritual clásico en la puerta de la parroquia San Nicolás y Santiago Apóstol, ubicada en la Peatonal, donde desde las 10 de la mañana pobladores y turistas comenzaron a disfrutar de stands que afrecen paella, locro, empanadas, tartas y dulces, y también hay música y bailes típicos.
La tarde también estuvo marcada por las actividades más tradicionales de la jornada como el clásico en el hipódromo en el Hipódromo provincial y la procesión por las calles del centro.
A las 11 la imagen salió de la parroquia para ser exhibida al público, a las 15 comenzó la procesión y a las 19.30 reingresará al templo donde el arzobispo de Mendoza, Carlos María Franzini, oficiará la misa central.
El sur provincial también se plegó a las conmemoraciones con una misa que comenzó a las 10.30 en la Catedral del departamento de San Rafael, seguida por la tradicional procesión con la estatuilla de Santiago Apóstol y luego habrá un acto en el atrio de la iglesia, con las danzas típicas de las comunidades hispánicas.
Los festejos comenzaron anoche en la ciudad de Mendoza con una gala de honor al santo a las 21 en el Teatro Independencia.
Esta conmemoración es una costumbre que data desde principios del siglo XVII, aunque en esos tiempos la procesión tenía lugar en la víspera de la festividad de Santiago Apóstol.
La figura actual fue tallada en madera por la monja Marta Morader, de la congregación de misioneras Claretianas, y muestra al santo en su faceta de peregrino.
Antiguamente, la imagen que se veneró durante más de 400 años fue la de Santiago guerrero o "Matamoros", que llegó a Mendoza desde España en el año 1600 y lo muestra sobre un caballo empuñando una espada con dos musulmanes a sus pies, figura que se les apareció a los españoles que lucharon contra los árabes en el año 844.
En Mendoza se postula que Santiago es el escudo ante el problema natural que más preocupa en la provincia: los temblores.