La situación de las finanzas públicas heredada por el actual gobierno es catastrófica y refleja la irresponsabilidad en la gestión de los dos períodos de gobiernos del FpV. Así queda demostrado, en forma irrefutable, en un trabajo realizado por el Consejo Empresario Mendocino (CEM) titulado “Finanzas Provinciales 2005-2015”.
Para quienes siguen con atención este tema, no muchos, lamentablemente, los datos y conclusiones no sorprenden pero es un deber intentar que la mayor cantidad de ciudadanos tome conciencia de la gravedad de la situación y sus consecuencias.
En el primer párrafo del informe se dice que la situación y evolución de la cuentas públicas para el período analizado “confirman, una vez más, lo que venimos advirtiendo desde hace bastante tiempo: se han producido cambios estructurales de importancia que condicionan las finanzas provinciales para los próximos años”. El trabajo analiza las ejecuciones presupuestarias de los últimos 11 años: 3 años de la gestión Cobos, y los períodos completos de Jaque 2007-11 y de Pérez 2011-15.
Es sabido que, en general, los gobiernos proceden a la inversa de una familia ordenada: primero deciden cuánto gastar y luego ven de dónde sacarán la plata. La familia ordenada procede a la inversa; primero cuenta los ingresos y luego los gastos.
Veamos lo ocurrido con los gastos del Estado provincial: pasaron de 2.398 millones de pesos en 2005 a $ 40.529 el año pasado, cuando las erogaciones corrientes representaron el 94% y las de capital sólo 6%; en números redondos, el gasto corriente aumentó 1.700%; más sencillo, se multiplicó por 16. La mayor parte de ese gasto es en personal. Aumentó más que el total: se multiplicó 18,5 veces.
Estos valores superan largamente cualquier medida de inflación que se tome. Ha crecido la cantidad de empleados públicos sin relación alguna con la evolución de la población y sus sueldos; sin relación alguna con el sector privado y menos aún con la productividad del empleo público. Los sueldos del sector público son muy superiores a los privados y condiciones laborales de menor exigencia. Un trabajo de la Consultora NAOnimics ubica a Mendoza entre las provincias con sueldos públicos superiores -alrededor de 80%- a los privados.
Las erogaciones de capital son cada vez menores; de representar el 14% del gasto total en 2007, cayó al 6% el año pasado. Hace unos días, en un acto público, el gobernador Alfredo Cornejo dio datos ilustrativos. Dijo que en el gobierno demócrata de Ricardo Videla la inversión era de 36% del presupuesto, de 15% en el de Francisco Gabrielli y actualmente sólo de 3%. Así están los caminos, las escuelas, los hospitales.
La “fiesta” se financió con un brutal aumento de la presión tributaria nacional, de donde viene la coparticipación, y en similar o mayor proporción la provincial. Los recursos tributarios provinciales se multiplicaron por 15, con un extraordinario aumento de un pésimo impuesto, Ingreso Brutos: la recaudación se multiplicó por 20, compensando la caída proporcional de las regalías. La proporción de financiamiento entre recursos nacionales y provinciales, 54% y 46% se ha mantenido en el período.
El resultado de gastar más de los que se tiene es que desde 2009 la Provincia tiene un déficit creciente que alcanzó $ 4.000 millones el año pasado. Pero la conclusión más preocupante del informe es: la relación entre gasto y recursos respecto de la economía provincial. El gasto provincial representaba 12% del PGB en 2005, mientras para el año pasado se lo estima en 23%; en una década se duplicó el tamaño Estado
Los ingresos tributarios provinciales eran 3,4% del PGB, 7% el año pasado. Por eso decimos que Mendoza prácticamente yace bajo los escombros del Estado. De lo que haga en la materia el actual gobierno en cuatro años dependerá si puede volver a caminar.
