Y un día volvió. Luego de un año llevando en sus espalda el descenso, ayer, el seleccionado mendocino de rugby venció 49-3 a su par de Santa Fe y ascendió para jugar en la zona de Campeonato, a partir de 2015.
En la previa, nada estaba dicho. Santa Fe llegaba para ser respetado, pero Mendoza trabajó el partido a la perfección, y de aquellos pergaminos basados en su pack de forwards que traía el equipo mesopotámico, todo quedó en eso, papeles.
El trabajo de entre Bertranou y Calle desde la base de las formaciones fue clave; inteligencia, velocidad y juego. A partir de ahí, el partido planificado por Nasazzi-Cabeza fue dando sus frutos.
Mendoza metió presión desde el scrum, abrió el juego hacia sus tres cuartos en los momentos justos y fueron apareciendo las fisuras en el equipo visitante.
A pesar de ello, Santa Fe presionó bien arriba sobre la “guinda” y provocó algunos errores en el manejo de Mendoza. Pero sobre los 15’, y luego de un scrum ganado, Mendoza puso su sello de candidato con el try de Michelli. Clave, fundamental.
Santa Fe sintió el impacto. Salió a buscar el partido controlando algunos lines y formaciones móviles, principalmente el ruck, desde donde originó los errores más profundos de Mendoza.
Ante este panorama de “lucha” Mendoza optó, inteligentemente, sumar por medio de dos penales de Lértora. Ese parcial le dio tranquilidad y terminó un primer tiempo con el try de Giménez (16 a 0).
Era el momento. Sobre el inicio del segundo tiempo, Mendoza ganó terreno. Se apoderó, cuidó mejor el balón y sacó la diferencia en el juego y por ende en el tanteador.
En 15’ habías sumado 21 tantos (tries de De Paolis, Bertranou y Giménez), dura realidad para un Santa Fe que no encontraba el ritmo con sus forwards y mucho menos en defensa, ya que su poco tackle determinó, por momentos, que el seleccionado local desplegara su juego de manejo y velocidad.
El ascenso ya estaba sellado. El ascenso estaba en las manos de cada uno de los integrantes de Mendoza que le devolvieron al rugby local el lugar que se merece.
