El 2 de enero del 2019, luego de las fiestas y mientras los mendocinos comenzaban a retornar de a poco del letargo, entró en vigencia el nuevo sistema de transporte público: el Mendotran. Se trató de una renovada red, con cambios de recorridos, de frecuencias, denominación de grupos, actualización de la flota y ampliación de la zona de cobertura.
A un año de la implementación, los balances son -a grandes rasgos- positivos; aunque con observaciones. Entre los usuarios, quienes viven en las zonas más alejadas del área metropolitana coinciden en que la red les permitió mejorar la conectividad y sentirse "integrados". Sin embargo, quienes viven en los focos más poblados encuentran todavía algunos reparos, como por ejemplo la eliminación de alternativas de recorridos -muchos de ellos fueron agrupados en menos servicios-. Y también sobresalen reiterados reclamos de quienes coinciden en que ahora pasan más tiempo viajando que antes.
En cuanto a números, según destacaron desde la Secretaría de Servicios Públicos, en octubre del 2019 se produjo el registro más alto de transacciones diarias de los últimos 3 años, con 746.000 operaciones diarias. Esto no necesariamente significa que esa cantidad de personas viajaron en un día, ya que muchas de ellas puede pertenecer a un mismo pasajero. Si se compara con los años anteriores, creció 1% con respecto a las transacciones de 2017 (738.000 diarias) y 2%sobre las de 2018 (731.000 al día).
Según destacó el secretario de Servicios Públicos, Natalio Mema, este aumento de operaciones también se vio reflejado en un incremento en el número de pasajeros del transporte público, cercano a 5%. "En esto tuvo que ver la ampliación del área de cobertura -con zonas más alejadas de Maipú y Luján- y la ampliación de bocas de carga de Red Bus", sintetizó.
En cuanto a los puntos más flojos del primer año, sobresale la identificación de las paradas y la instalación de los nuevos carteles indicadores. Es que, según destacó, aún resta la instalación de casi la mitad de los carteles.
"El sistema se adaptó a la gente, y la gente se adaptó al sistema. La realidad es que hoy se está subiendo cada vez más a los colectivos", resumió Mema al ser consultado sobre si la gente se adaptó o se resignó al Mendotran.
In crescendo
Durante las semanas previas al 2 de enero -y también durante los días posteriores-, se instalaron informadores en los puntos de mayor afluencia de gente. Allí, voluntarios y personal de la Dirección de Transporte explicaban y hasta anotaban en papeles a los desconcertados usuarios las indicaciones sobre los nuevos recorridos. También había gente ayudando en las paradas con mayor cantidad de pasajeros.
"Arrancó muy complicado, con muchas incomodidades; y muchas de ellas con razón. Fue un cambio muy profundo. Desde un año antes veníamos trabajando en el nuevo sistema; con audiencias públicas, trabajos con los municipios y uniones vecinales", se explayó Mema.
Durante los primeros meses de funcionamiento se aplicaron una gran cantidad de cambios en la traza prevista inicialmente. A tal punto de que muchos de los usuarios coinciden en la actualidad en que con el correr de los días, algunos recorridos prácticamente retomaron circuitos del viejo sistema. "No se volvió linealmente a lo que había antes. En base a los cambios, algunos recorridos requirieron unir lugares con otros que no estaban previstos en el nuevo sistema; y que antes si existían en el viejo sistema", reconoció Mema, quien indicó que muchas mejoras se evidenciaron sobre la marcha, con modificaciones que se implementaron a raíz de los reclamos y sugerencias de usuarios. "Pasamos de tener casi 8.000 reclamos diarios en el 148 a menos de 300 en agosto, y con 98% de contestación", dijo.
Problemas con paradas
Si bien el balance general del Gobierno es positivo en este primer año; consideran que hay factores a resolver. Como la falta de colocación de casi la mitad de los carteles indicadores en las paradas, trabajo que Servicios Públicos encaró junto a Autam.
"Uno de los problemas más grandes de información con el que nos encontramos tuvo que ver con la ubicación de las paradas. Logramos georreferenciarlas a todas, y eso demoró algunos cambios y lo que tiene que ver con la puesta de los carteles. Es algo que estamos terminando de calibrar", detalló Mema y destacó que en 2020 los completarán.
"Todavía no consigo saber dónde están las paradas de los 900 en calle Patricias. A veces miro el celular y me dice una cosa, veo los carteles y dicen otra. Todavía me pasa de algunos choferes que paran porque son 'buena onda'. Pero me dicen que ahí no tienen parada", resumió Melisa, habitué del Mendotran y de ese grupo.
Las voces de los usuarios
Yaima Ceschin vive en Perdriel y es usuaria frecuente del 700. Considera que con el Mendotran mejoró su experiencia con el transporte público. "Tengo un micro que pasa muy cerca de mi casa, y además lo mejor que tiene es la sincronización con Google Maps. A veces tenés que ir a un lugar lejos y te dice qué tomarte, cómo combinar y los horarios. Eso me ha ayudado mucho", destacó la joven.
Eduardo vive en la Sexta Sección y dice padecer algunos cambios que se mantienen desde que se implementó el nuevo sistema. "Está bueno que hayan sacado recorridos y micros de calles Patricias o Las Heras, y que los hayan agrupado en uno. Pero si yo antes tenía el 5, el 6, el 7 y el 8 que me dejaban en mi zona y cambió todo por el 300; que al menos intensifiquen las frecuencias" explicó.
Martina es maipucina y usuaria del Grupo 900. Aunque los cambios le trajeron más ventajas que desventajas -sobre todo porque agregaron recorridos en la zona donde vive-, le fastidia que ahora haya colectivos que demoran más que antes. "El recorrido del 928 demora 40 minutos desde Maipú hasta el centro. Pero es un trayecto que se podría hacer más rápido". sostuvo.
Entre los choferes, la adaptación tampoco fue fácil. Pero podría decirse que la lograron. "No todos, pero muchos tuvimos que adaptarnos a la fuerza. Igual vemos que hay muchas falencias todavía; algunos recorridos que van vacíos, y otros muy llenos. Hay avivadas de algunos empresarios que no completan la flota con coches con aire acondicionado y con piso bajo; o que no pintan las unidades como corresponde.
El balance de la oposición
El ex ministro de Ambiente de Francisco Pérez, Guillermo Elizalde, encaró por su parte una serie de consultas populares y estudios ni bien salió a la calle el Mendotran. El referente del movimiento Agenda Mendoza -sector cercano al presidente Alberto Fernández- hizo su propio balance. "El Mendotran arrancó mal porque no consultaron a los usuarios, que son los que más conocimiento tienen sobre sus necesidades de transporte. Afortunadamente pudimos abrir canales de diálogo, el Gobierno escuchó
y pudimos sistematizar las necesidades de los usuarios para hacer un poco más funcional y eficiente el sistema. Aunque se perdió el concepto de las 'troncales'", destacó Elizalde.
"El Gobierno decidió entre sus pocos asesores y algunos referentes de la política partidaria un cambio drástico sin tener en cuenta la opinión de las ciudadanas y los ciudadanos de Mendoza, y el resultado está a la vista. Los gobiernos que quieran seguir siendo representativos tienen que desarrollar herramientas de participación ciudadana para que el diálogo y el consenso sean elementos fundamentales de toda política pública", sintetizó.
Lo que viene para el 2020
Para el segundo año del Mendotran, hay varios desafíos según destacó Mema.
El principal es completar la identificación clara de las paradas con su respectiva cartelería- Y también sobresale la implementación plena del sistema Sube, que está ya vigente en una etapa de prueba y convivirá con la Red Bus hasta marzo. "Ya hay más de 500 puntos de carga, y la intención es superar los 1.000", destacó el secretario de Servicios Públicos, Natalio Mema.