Al principio era apenas un puñado de personas autoconvocadas y agrupadas en pequeñas islas de conversación, con el correr de los minutos ellas se transformaron en cientos, y al término de media hora los manifestantes superaban ya las mil personas.
Esta pequeña multitud, que también transitó por las principales avenidas de la ciudad, hizo oír su voz de descontento contra el sistema público de transporte.
La calle Patricias Mendocinas, frente a la Legislatura Provincial, fue el punto elegido por los manifestantes que se fueron adhiriendo desde las redes sociales, en páginas como "No al Mendotran" u otras similares. Esta fue la primera protesta del 2019, la primera contra el Mendotran.
Sobre el cierre de la jornada, al momento de la desconcentración una voz (por un megáfono) invitó a una nueva marcha para mañana a las 20, en el mismo lugar. Hasta ese momento, sin oradores principales, los cánticos y bocinazos de repudio fueron los protagonistas.
Algunos personajes reconocibles como Sebastián Henríquez (conductor del Sute) o Mario Vadillo (bajo el cartel de una filial de Protectora) acompañaron la marcha como lo hicieron las banderas blancas de la Corriente Clasista y Combativa y las rojas del Partido Obrero, que tomaron la vanguardia cuando la caravana -de casi tres cuadras- emprendió sus viaje hacia Avenida Las Heras.
El pueblo lo dijo
Gabriel (de 36 años) sostenía un cartel impreso por computadora que decía: "Gobiernan para los empresarios".
Este empleado comentó: "Era hora de que la gente reaccione por lo que le pasa. No nos pueden meter la mano en el bolsillo a así, porque el 63% de aumento en el boleto es un robo".
Mientras tanto, minutos antes de las 18, en paralelo se comunicó la gratuidad del boleto de colectivo por una semana. El paisaje de la plaza no era tan habitual, el público consultando celulares los recorridos y apurando el paso sobre la vereda de la plaza buscando regresar a su casas, los taxis -por su parte- a la cacería de los pasajeros disconformes o que, cansados de esperar, decidían regresar a cualquier costo.
Nancy (de 16 años), participó de los primeros aplausos. "Yo no tomo el micro, porque vivo cerca de la escuela, pero estoy acá por solidaridad. Por aquel que tiene que levantarse, a las 5 de la mañana, para ir a trabajar". Su arenga, también animó a los automovilistas ocasionales a apoyar con un bocinazo.
"No al tarifazo", rezaban los carteles de Red de Usuarios del Transporte de Mendoza (Rutmen), una asociación vecinalista formada por usuarios del Gran Mendoza. Entidad que también recolecta firmas buscando elevar su reclamo de "flexibilidad" en el sistema.
Pedro Basile y Lidia Quintana integran Rutmen, ellos explican: "la gente está enojada porque no entiende los cambios en el transporte, muchos no tienen acceso a la búsqueda en medios electrónicos y se sienten excluidos. Fuimos a un control y nos dijeron que el Gobierno entregó unos libritos en papel con los recorridos impresos, pero no alcanzaron".
La gente haciendo sonar tarros de lata, que por momentos nos recordaron los cacerolazos de otro tiempo, avanzó en su marcha de 22 cuadras.
Movilización a lo largo de 22 cuadras
Desde las 19, un millar de personas transitó por 22 cuadras de la Ciudad. La columna, que avanzó primero por Patricias Mendocinas hacia el norte, dibujó un rectángulo al unir Avenida Las Heras, Avenida San Martín, Avenida Colón y ascender por Patricias para cerrar el viaje en punto de inicio.
Alguna gente se sumó durante el recorrido de la marcha, otra como Milagros (de 20 años) estaba decidida a participar tras la experiencia que vivió por la mañana mientras intentaba llegar al Hospital Lagomaggiore. "A mi me gustaba el otro sistema" señala. Todos tiene sus motivos, al compás de los tambores de percusión, un grupo de sicus le dio otra profundidad a las voces del reclamo.