MendoExit, la otra cara

MendoExit, la otra cara
MendoExit, la otra cara

El 21 de noviembre Los Andes publicó (en pág. 3) una nota de opinión, firmada por Claudio Barros, de ésas a las que lamentablemente los periodistas jóvenes son tan afectos; ésas en las que se usa Google como única fuente. Por eso creo que está plagada de errores y prejuicios. Intentaremos aclararlos.

En primer lugar, la idea no tiene nada, pero nada, que ver con un resultado electoral como asegura Barros. Los orígenes se pueden rastrear en la web a principios de 2016, con Macri recién asumiendo y en otros ámbitos ya van muchos años de estas conversaciones. Decir que somos un grupo de gente enojada por un resultado electoral es mentira en primer lugar, e ignorancia luego. Quienes trabajamos por el MendoExit no tenemos nada que ver con Fernández o con Macri y creemos que Mendoza tampoco tiene mucho en común con ninguno de ellos.

Mendoza se destaca por la convivencia política que los políticos nacionales no han tenido. Se destaca por el apego a las normas que aquellos no tienen; por la falta de caudillismos o personalismos a los que son tan afectos tanto los Macri como los Fernández. En esto estamos juntos gente de distintas ideas, de distintos partidos, pero que creemos que Mendoza es muy diferente a lo que nos muestra la política argentina.

A modo de ejemplo planteamos una comparación del terremoto de 1985 en Mendoza y las inundaciones en La Plata en 2013. Los mendocinos trabajamos todos juntos aquella vez y reconstruimos lo dañado. No hubo diferencias de partidos. Nadie usó esa tragedia para hacer política. No nos tiramos con muertos ni nos robamos las donaciones para que las repartiera uno u otro partido político y sabemos que, de suceder nuevamente, actuaríamos igual que en 1985. No pueden decir lo mismo los políticos nacionales. Mendoza también es una provincia seria. No somos adolescentes, como dice Barros. Tan serios que fuimos la única provincia que no defaulteó cuando todas las demás lo hacían. No tenemos reelección ni avión oficial, y nuestros gobernadores han vivido siempre en su propia casa. Eso es adultez y seriedad, no adolescencia.

¿Es broma o es en serio? Es una pregunta solemne y algo boba. Se puede hablar en serio de temas bufos y, en broma, de temas serios.

Dice Barros que los problemas a los que nos enfrentamos los mendocinos son: “Falta de trabajo, industria vitivinícola en picada, crisis hídrica, inflación creciente o elección de la Reina de la Vendimia…” Salvo la crisis hídrica y la elección de la Reina vendimial (?) los otros problemas son producto de estar atados a esa ya payasada llamada Peso Argentino, una provincia que no defaulteó, como ya dijimos, en el peor momento. Si tuviese moneda propia, con seguridad no tendría los niveles de inflación e incredulidad en el mundo a los que nos han sometido, obligándonos a usar esa moneda devaluada por fuerza de ley. No es la inflación culpa nuestra. Somos víctimas, no victimarios.

Sabemos que una independencia real es algo casi utópico, pero nos proponemos, en el camino, ayudar y luchar para una autonomía real, que el federalismo no sea un texto muerto en la C.N. y estamos muy atentos a controlar a nuestros gobernantes en eso. Muy mal nos ha ido cuando nos gobernó gente que acostumbraba a arrodillarse ante el poder central. Entre otras cosas nos preguntamos: ¿Por qué los mendocinos, debemos pagar fortunas cada vez que queremos transferir un auto a un Registro “Nacional” del automotor? ¿No somos capaces de manejar Registros “Provinciales” del automotor con precios razonables? Por ahí va el #MendoExit. No nos parece una idea estúpida, como Barros adjetivó.

Mendoza, el mejor país del Mundo.

Hugo Esteban Laricchia

DNI 20.330.474

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