Bolivia se encuentra inmersa en una ola de protestas que ha provocado múltiples consecuencias tanto a nivel interno como externo. La renuncia de Evo Morales y la asunción de la nueva presidente interina Jeanine Áñez, quien negó haber llegado al poder mediante un "golpe de Estado", como lo afirma el ex mandatario, han generado una crisis y descontento social que afecta tanto a nativos como a extranjeros que residen en el vecino país.
Victoria (34) dejó su querido Godoy Cruz hace 10 años para habitar suelo boliviano junto a su pareja: "En general de la gente te recibe bien, sí son tímidos y les cuesta entrar en confianza, pero son muy respetuosos, en cambio en Argentina entramos más rápido en confianza, por ejemplo para invitarte a cenar a casa. En los mercados (verduras, frutas y ropa) sobre todo hay gente indígena mucho más cerrada, que no es la mayoría, pero hubo tiempos por lo que me dicen que fueron dejados de lado y sentís un resentimiento. Sin embargo, Evo realmente los integró, los documentó", contó la mendocina a Los Andes.
"Después fue cambiando todo de a poco, cambió la constitución en 2009 para poder presentarse a su segundo mandato y puso una reelección más. Ahí ganó ampliamente. En el 2014 fue reelecto por tercera vez, hasta 2020. En este mandato fueron sus errores. Lo que sí opino yo es que Evo forzó la constitución, exprimió las leyes para seguir en el poder y ahí cometió el error más grande", afirmó Victoria.
"Para nosotros no fue golpe de Estado porque no hubo ningún grupo político que tomara el poder, se respetó la sucesión constitucional y realmente fue el pueblo guiado por los líderes cívicos que tiene cada una de las provincias", evaluó.
Por su parte, Analía Vignoni (48), nacida en Villa Nueva, hace 21 años que eligió vivir en Bolivia, buscando un mejor futuro para ella y su pareja. "Al comienzo cuando nos mudamos fue difícil, me costó adaptarme sobre todo a mí, pero en unos meses nos pudimos mudar a un condominio donde la gente fue muy cálida", confesó en diálogo con este diario.
Sin embargo, el estallido social de los últimos tiempos generó tensión entre los habitantes. "Cuando Evo Morales subió, todos pensaron que venían aires de cambio pero no fue así... Su objetivo después de su reelección fue perpetuarse. Fuimos a un referéndum que Evo convocó el 21 de febrero para su 're-reelección' y la gente dijo 'no'. Nos cansamos, todos peleamos por lo mismo, no importa donde naciste. La gota que rebalsó el vaso fue el fraude electoral del 20 de octubre. Fue fraude sin disimulo a cara descubierta y la gente se cansó, estalló".
Sobre si lo ocurrido con Evo Morales en Bolivia se trató de un golpe de Estado o no, Analía opinó: "Definitivamente no fue un golpe de Estado y con cualquiera que hables de acá, te dirá lo mismo. El paro fue pacífico, la policía se unió al pueblo cansada de los abusos del gobierno. Las Fuerzas Armadas solamente sugieren la renuncia apegándose al código orgánico".