Los mendocinos ya disfrutan de la nueva ciclovía de Ciudad

Está en la calle Necochea y va desde San Martín hasta Belgrano. La inauguró hoy Víctor Fayad y aprovechó para hablar sobre los rumores de su muerte.

Los mendocinos ya disfrutan de la nueva ciclovía de Ciudad

La nueva Ciclovía de Ciudad quedó inaugurada hoy al mediodía. De esta manera los ciclistas puedan atravesar el Centro de este a oeste de una manera más segura, en cuanto a tránsito, y saludable.

Está en la calle Necochea, tiene 2,40 metros de ancho y va desde San Martín hasta Belgrano.

La senda está sobre el costado sur de la calle y desde la comuna aclararon que están hechos todos los cálculos para que no perjudique el tránsito.

Hoy al mediodía el intendente

Vícto Fayad

inauguró la obra y dijo: “(La) hemos incorporado (…) para respetar a quienes utilizan este transporte, que no sólo lo hacen como deporte sino como una auténtica alternativa para trasladarse”.

Sobre las ventajas de este transporte, “El Viti” agregó: “Es más sana, no contaminante y en todas las grandes ciudades del mundo ya forma parte del paisaje urbano”.

Con respecto a las criticas que suscitan este tipo de obras en algunos sectores de la sociedad, Fayad fue categórico: “Todos los procesos de cambio generan reacciones, algunas positivas y otras negativas, el resto de la sociedad se va a tener que acostumbrar a un nuevo escenario que está dado por la decisión política de poner ciclovías en prácticamente toda la Ciudad”.

La idea es hacer otra bicisenda antes de fin de año sobre la calle Belgrano, que termine uniendo la de calle Necochea con la coclovía central de Juan B. Justo. Es más, no descartan la posibilidad de un carril exclusivo para bicicletas sobre la Avenida San Martín, pero ése es un proyecto para el año que viene.

Fayad aprovechó la oportunidad para hablar sobre los rumores de su muerte. “La maldad no tiene límites” sostuvo.

El funcionario

anunció la semana pasada que se sometería a quimioterapia

porque padece cáncer de mediastino.

Ante la noticia que conmocionó a la sociedad, los rumores de mal gusto no se hicieron esperar. “Yo vivo con mi mamá, que tiene 93 años, y le habíamos censurado todas las noticias. Cuando empezaron a llamar a mi casa la pusieron en una situación muy fea”, contó.

También dijo que transita el tratamiento para la su enfermedad con mucha fe en Dios. Además “voy cumpliendo las visitas médicas, los controles y, cuando puedo, visito la parroquia”, finalizó.

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