Un estudio en el que trabaja la Universidad Juan Agustín Maza arrojó resultados preliminares que permiten entrever que la dieta de los mendocinos tiene algunos déficits y excesos. Tales desequilibrios podrían tener efectos sobre el estado de salud.
A través de una encuesta se pudo saber que la mayoría consume más grasas de las que debería, que alrededor de la mitad presenta déficit de vitamina D, calcio, ácido fólico y abundancia de sodio y proteínas.
El proyecto "Influencia de la Alimentación y el estilo de vida en el estrés oxidativo" de la facultad de Nutrición incluyó partes iguales de personas de dieta mixta (consumen todo tipo de alimentos) y veganos u ovolacto vegetarianos que en total fueron 100.
El control de la cantidad de calorías diarias (estimada en 2.000) se presentó como una de las dificultades al momento de controlar la dieta. Del total, 54,4% excedía lo recomendado pero lo más llamativo es que este panorama se presentó más en el grupo de los vegetarianos, cerca del 52% de ellos mientras que del otro grupo alcanzaron el 48%.
"Se encontraron altos porcentajes de déficit de consumo de vitamina D, B9, B12, calcio y hierro", concluye el informe.
La vitamina D es una de las principales deficiencias, no sólo por la cantidad de personas que la presentan sino además por las consecuencias de la menor ingesta. Esto es tan así que la ingeniera química Emilia Raimondo, quien tuvo a cargo el trabajo comentó que se ha pensado en suplementar a la población con ella.
Es la encargada de que se absorba el calcio y aunque este se consuma, sin ella no se logrará fijarlo. A esto hay que agregar que según los resultados, 53% tenía un bajo consumo de calcio.
"El calcio es importante en todas las etapas de la vida especialmente en el embarazo, interviene en muchas funciones del organismo especialmente va a formar la densidad de huesos y dientes, entonces un déficit en personas jóvenes puede tener consecuencias negativas", dijo la nutricionista Cecilia Llaver quien también es parte del equipo. Las mujeres pueden presentar osteoporosis y los hombres, fracturas óseas.
Pero por otra parte, ayuda a regular la hipertensión arterial, por eso es tan importante durante el embarazo. La principal fuente de vitamina D es el sol, por lo que se recomienda una exposición diaria de 15 a 20 minutos.
Además, la profesional indicó que deben consumirse entre 800 a 1000 mg por día de calcio en adultos y en embarazadas 1.300 mg. Un litro de leche descremada contiene esta última cantidad, en tanto si un adulto consume dos vasos y un trozo de queso cuartirolo de unos 100 mg estará cubierto. "100 gramos de queso cuartirolo, el más económico, tienen 600 mg de calcio que es lo que se coloca a dos galletas de agua", destacó.
Cuidado con las anemias
Además, 66% presentó déficit en vitamina B9, 30% de hierro y 13,6 de zinc. Llaver dijo al respecto que "el zinc va de la mano del hierro" y por esta falencia nutricional hay mucha anemia en Argentina.
El hierro interviene en el desarrollo cognitivo e intelectual y por ello, en el aprendizaje. Un consumo pobre hará que los adultos tengan afectadas ciertas funciones internas en las que interviene y tendencia a la anemia.
"Son dos nutrientes críticos en la infancia y las mujeres", subrayó.
La vitamina B9 es más conocida como ácido fólico, evita anemias ya que interviene en la formación de glóbulos rojos. Además, cuando las embarazadas no lo consumen adecuadamente puede implicar malformaciones en el bebé, por eso se suplementa durante la gestación.
En cuanto al potasio, 14,6% presentó déficit pero con notable mayor incidencia entre quienes comen de todo (66.7%).
"Proviene del reino vegetal pero actualmente hay bajo consumo con preferencia de hidratos de carbono", manifestó la nutricionista para justificar estos datos. Se trata de un estimulador directo de los músculos y en particular del cardíaco, por eso ante su falta pueden aparecer calambres.
Otro número llamativo es el que indica que 67% de los consultados manifestó un desequilibrio en el consumo de proteínas. La ingeniera Raimondo mencionó que 15% de las calorías diarias deben provenir de ellas; sin embargo, la mitad supera esta proporción, mientras que 17.5% consume menos.
Las proteínas son fundamentales porque ayudan a formar órganos, tejidos y epitelios, pero el exceso puede producir recarga renal de soluto y puede enfermar los riñones al igual que el exceso de sodio.
Por eso se recomienda no consumir carne en almuerzo y cena o huevo todos los días en la adultez, cuando los requerimientos disminuyen. Lo ideal es comer huevo sólo dos o tres veces por semana y que al menos dos días no se coma carne.
Excesos
"Se observó una tendencia hacia el consumo excesivo de calorías y grasas, lo que se considera que está relacionado con los valores elevados de sobrepeso ", señala el trabajo. También se apreció abundancia de sodio (sal) en el menú en el 45,6% de los evaluados.
Raimondo mencionó que si 30% de las calorías diarias deben ser de grasas, estas deberían distribuirse 8% de insaturadas, 12% de monoinsaturadas y 10% de poliinsaturadas. Sin embargo abundan las primeras en el menú actual mientras que entre las segundas, las cuales son beneficiosas para la salud, hay desequilibrios.
Las poliinsaturadas son los famosos Omega 6 y 3 que deberían estar presentes con una relación de 5 porciones de los primeros y 1 de los segundos. Sin embargo, Raimondo dijo que en la práctica se llega a 25 de Omega 6 y 1 de Omega 3, el que sirve para reducir el colesterol.