El presente de los equipos mendocinos que nos representan en las tres máximas categorías del fútbol argentino se puede diferenciar claramente en dos grupos: Godoy Cruz, Independiente Rivadavia y Gutiérrez Sport Club en uno y Gimnasia y Esgrima, solo, en el otro.
Es que si bien todos atraviesan distintas realidades en cuanto a momentos futbolísticos o de rendimiento, el Tomba, la Lepra y el Perro pueden mostrarse conformes o expectantes tras los últimos acontecimientos en su vida deportiva, mientras que el Lobo aspiraba a más y tras una dolorosa derrota tendrá que reinventarse casi desde cero.
Sin dudas, el que no tiene nada para reprocharse es Godoy Cruz. El equipo de Bernardi, más tranquilo y consolidado que nunca tras los últimos resultados positivos, viene en levantada en el torneo de Primera División mientras aguarda el sorteo de los octavos de final de la Copa Libertadores luego de una clasificación histórica y, a la vez, con mucha autoridad pese a caer en la última fecha de grupos.
Con tres triunfos al hilo contando el clásico ante San Martín de San Juan y cinco partidos consecutivos sin conocer la derrota, los cuestionamientos al estilo o funcionamiento del Tomba ya son un recuerdo lejano y ahora, vaya como le vaya en la Libertadores, el rumbo encontrado en el campeonato hace respirar aliviados a los hinchas y por qué no ilusionarse con una clasificación a la Copa Sudamericana.
La reinvención de Juan Fernando Garro, el salto de calidad que le dio la inclusión de Santiago García y la consolidación de Leonel Galeano y Sebastián Olivarez como dupla central en la defensa son los pilares de un Godoy Cruz que está bien y aún puede conseguir nuevos objetivos que serán un 'premio' para un equipo que supo sobreponerse y, de a poco, encontrar una identidad.
Otro que también está bien, pero porque tuvo una alegría después de mucho tiempo es Independiente Rivadavia. El primer triunfo del año que consiguió ante Gimnasia de Jujuy en el Gargantini le hizo renovar la ilusión de mantener la categoría y saber que aún no todo está perdido.
El equipo de Alfredo Berti, quien reemplazó a Martín Astudillo de buena campaña en la primera parte del campeonato, volvió a las bases tras unos primeros partidos del entrenador rosarino en el que se intentó un cambio de esquema que no funcionó en rendimiento y mucho menos en resultado.
Ahora, con el 4-4-2 con Diego Cardozo transformándose, por momentos, en un enlace con los delanteros el andamiaje del equipo parece que va encontrándose de a poco, aunque aún da la sensación de que los goles son exclusividad del 10 o de Cristian Tarragona, más allá de la prometedora aparición de Lautaro Disanto, de apenas 18 años.
Independiente sigue en zona de descenso directo aún tras el triunfo ante el 'Lobo' jujeño, pero el hecho de cortar una extensa mala racha y la inyección de confianza que presupone volver al triunfo hace que la Lepra encare de otra manera su visita a Nueva Chicago y las diez fechas restantes, donde deberá conseguir al menos siete triunfos y rogar por algunos traspiés de sus rivales directos para quedarse en la B Nacional.
El tercero que está de parabienes tras un momento de gran incertidumbre es Gutiérrez Sport Club. Es que el 'Perro' por varias horas se vio afuera de su camino ascendente del Federal A hacia la B Nacional luego de que dos jugadores de Defensores de Villa Ramallo se mostraran afectados por artefactos de pirotecnia que habrían caído en el campo de juego del estadio de calle Boedo.
Tras este incidente y las aparentes afecciones de los visitantes, en especial Leonardo Mignaco quien fue trasladado en ambulancia, el árbitro sanjuanino Mario Ejarque decidió suspender el partido y un lamentable desenlace parecía quedar en manos del Consejo Federal tras una gran campaña, hasta ese momoento, del equipo de Juan Alejandro Abaurre.
Pero la directiva 'se la jugó' y desconfió del equipo rival hasta viajar a la AFA para presentar pruebas de que ningún petardo o bomba de estruendo detonó cerca de los jugadores que acusaron las lesiones. Allí, el Tribunal de Disciplina decidió, en primera instancia suspender el partido de vuelta a jugarse en Villa Ramallo y finalmente decretar que la llave se reprograme para que el 'Celeste' y el 'Elefante' definan al clasificado en la cancha y no en los escritorios.
Así, casi milagrosamente, el Consejo Federal hizo caso a las peticiones de los dirigentes de Gutiérrez y el club maipucino tendrá la posibilidad de seguir en carrera hacia la B Nacional, aunque deberá jugar la ida a puertas cerradas además de hacerse cargo del traslado y la estadía de Defensores de Belgrano, pero esto poco le importa a un equipo que estuvo a punto de quedarse afuera por cuestiones extrafutbolísticas y ahora quiere ir por todo.
Final y lamentablemente, el único que desentona y no tiene nada para festejar es Gimnasia y Esgrima ya que la derrota ante Gimnasia y Tiro de Salta en la última fecha del Pentagonal del Federal A lo dejó sin la chance de forzar una final ante Agropecuario de Carlos Casares por el primer ascenso a la B Nacional.
Un resultado impensado fue el del 'Lobo' en el norte del país, ya que venía demostrando buenos rendimientos rubricados por la contundencia goleadora de Pablo Palacios Alvarenga e Iván Agudiak, el despliegue de Matías Navarro y el temple y la experiencia de Sergio Oga y David Garay. Pero nada de esto se vio ante el 'Albo', que presentó solo un habitual titular.
Gimnasia jugó mal y, para peor, ni siquiera vendió cara la derrota en el partido que justamente lo depositaba en la posibilidad directa para retornar a la B Nacional. Algo incomprensible para un equipo ordenado y sobre todo para un club serio que no hace más que brindarle cuanta comodidad necesita el plantel profesional.
El rendimiento y la actitud del equipo de Darío Alaniz no estuvieron a la altura de las circunstancias y ahora se unió al motivado grupo que pelea por el segundo ascenso en la Fase Reválida, donde su rival será Cipolletti de Río Negro si avanza Gutiérrez o Villa Mitre de Bahía Blanca si pasa Defensores de Belgrano.
Allí sabremos si la piña de Gimnasia y Tiro fue de nocaut, o si el 'Lobo' tuvo tiempo de levantarse, respirar y volver a pisar a fuerte rumbo al ascenso. Lo bueno es que tiene con qué.