Hace algunos años se creó el torneo Sudamericano para selecciones menores de balonmano. Esta era la última arista que le faltaba al sistema de competencias regionales. Desde ese momento muchos jugadores mendocinos vistieron la celeste y blanca en el certamen para U-14 como también se le denomina.
En la nueva edición, que se disputará en la hermosa ciudad de Villa María competirán representando a la Amebal, los jugadores: Natasha Riep del club Godoy Cruz; Araceli Andrades del Club Mendoza de Regatas; Agustina Cuello de Municipalidad de Maipú; Jerónimo Elst de Mendoza de Regatas y Juan Pablo Bunader del Etiec.
Todos los seleccionados argentinos fueron acompañados por el presidente de la Amebal, Dante D’Ambola.
Para el grupo es la primera cita con la prensa en su vida y eso se nota, por la gran cantidad de padres que los acompañan, Están inquietos, pero prefieren dialogar a solas con Más Deportes.
“Estamos muy orgullosos y felices con aportar esta cantidad de jugadores a esta selección y a estos chicos les deseo el mayor de los éxitos en esta competencia, que será de excelente nivel”, apuntó el titular de Amebal, Dante D’Ambola.
Aunque no parece, todos tienen 14 años y la mayoría empezó desde muy chico a practicar este deporte. Interesantes son las historias de vida de estos jóvenes seleccionados, que hacen, la mayoría, sus primeros pasos internacionales.
“Viajan a concentrarse el domingo, directamente a la ciudad de Villa María. Esta es la selección mas pequeña del sistema de representativos, que tiene el balonmano a nivel continental. Todos estos chicos viene del programa nacional denominado Prohand, que es el que detecta talentos para el balonmano a nivel país”, comentó D’Ambola.
“Esta es la primera vez que estoy en un seleccionado argentino. Hace un año que estoy en el programa nacional; hace una semana me avisaron, que había quedado en la lista definitiva. Me avisaron cuando estaba en clase, cuando llegó el recreo salí y en el mismo establecimiento da clases mi entrenador, le conté y nos pusimos a llorar los dos de la emoción”, comentó Natasha Riep, que juega de lateral extremo.
Y agregó: “estoy muy ansiosa, porque tengo muchas ganas de jugar. Hace dos años, que me dedico a este deporte y arranque en el Tomba y seguiré en el club por siempre”.
Araceli Andrades es armadora y pertenece a los registros del club Mendoza de Regatas. “La mayoría de la convocadas son de Buenos Aires, después las mendocinas somos las más numerosas, porque hay solo dos cordobesas. Esta es mi segunda convocatoria para una selección nacional. la primera fue el año pasado, porque me llamaron en la última concentración para conformar el equipo, que disputó el Sudamericano, que se jugó en Monte Carlo, Misiones. Argentina fue segunda, detrás de Paraguay. En esa oportunidad era la más chica del equipo, pero me sirvió como experiencia y ahora voy para tratar de mejorar ese lugar obtenido en el 2014”.
Y luego Andrades contó: “Fue una linda experiencia, empecé como suplente y después estaba de titular en algunos partidos. En Regatas estoy desde los siete años y era un deporte que no conocía y como mi prima empezó a jugarlo, la seguí”
Cabe señalar que Araceli estuvo en la ultima concentración nacional del año pasado, y fue llamada a ultima hora, porque los entrenadores del seleccionado se fijaron en ella. “Jugó en el Argentino de la temporada pasada en su categoría, estaban todos los técnicos y pidieron, que se sumara”, contó D’Ambola.
Los buenos deportistas y los triunfadores empiezan a forjarse desde pequeños, uno de estos casos es el de Agustina Cuello, que desde los once años juega balonmano, porque su hermano lo introdujo en su familia, pero ella vive en el departamento de Guaymallén y todas las mañanas tiene que tomarse un colectivo para estudiar en el tradicional Instituto Maipú de Educación Integral (Imei).
“A las 6 de la mañana me tomo el colectivo y curso de 7 a 13, luego me vuelvo a casa y retorno a Maipú junto a mis hermanos, porque nos vamos a entrenar. Mientras practican voy al gimnasio y después entreno a las 19.30 y retorno a mi casa, es sacrificado, pero el handbol es mi pasión, por eso quiero dar lo mejor de mí en este Sudamericano”.
El torneo también es para caballeros, los muchachos que representarán a Mendoza serán dos. Jerónimo y Juan Pablo.
“Estamos muy felices, contento y ansioso. Es más nos enteramos extraoficialmente que viajábamos antes que las chicas, porque veníamos de una concentración de Buenos Aires y el entrenador le adelantó a mi mamá que estaríamos en la lista”, apuntó Jerónimo Elst, que juega al balonmano después de haber hecho fútbol en Godoy Cruz y tras haber practicado rugby y que juega de central en su club, pero que en el seleccionado argentino lo hace de extremo.
Por su parte, Juan Pablo Bunader defiende los colores de una de las camisetas más tradicionales del handbol mendocino: Etiec. “Estoy muy contento, desde los ocho años que juego balonmano y llegué a este deporte, porque los hijos de una amiga de mi mamá lo hacían y su amiga se lo recomendó a mi mamá. Esta será una oportunidad, para demostrar que somos buenos jugadores. En mi club juego de lateral izquierdo y en la selección me hacen jugar de extremo izquierdo, yo soy polifuncional y juego de lo que me pidan”, confidencia.
