Mendocino y el Cosmos: cómo se trabaja en la Estación Espacial Internacional

El mendocino Osvaldo Peinado brinda detalles sobre el centro de investigación espacial mundial.

Mendocino y el Cosmos: cómo se trabaja en la Estación Espacial Internacional
Mendocino y el Cosmos: cómo se trabaja en la Estación Espacial Internacional

La idea de la Estación Espacial Internacional, EEI (International Space Station) nació en la guerra fría y fue la primera cooperación internacional luego del docking (unión cósmica) entre Rusia y Estados Unidos. La estación se empezó a construir en 1998 y está planeado operarla hasta 2030. Luego de esa fecha la idea es hacer un hotel en el espacio. Ya hay empresas en California y en Moscú que ofrecen viajes a turistas multimillonarios. 

Es la novena estación espacial después de las rusas Salyut, Almaz y MIR y del Skylab americano. Es un laboratorio en el espacio para usar nuevos materiales y preparar al ser humano para las próximas misiones a la Luna y a Marte, sobre todo para estudiar la reacción del cuerpo sin gravedad por largos periodos de tiempo. Uno de los mayores problemas de la falta de peso es la disminución de los músculos y la osteoporosis, al no haber peso el cerebro ve que los huesos no necesitan ser fuertes y eso los reduce rápidamente, por eso ahora los astronautas deben entrenar en máquinas especiales de dos a tres horas por día para mantener la masa muscular y ósea. Además la falta de gravedad hace que los astronautas crezcan de 6 a 14 cm y al volver a la tierra se comprimen y tienen terribles dolores de espalda, por eso el entrenamiento físico en el espacio es fundamental.

La estación vuela aproximadamente a 400 km de altura a una velocidad de casi 30.000 km/h, lo cual hace que los astronautas tengan un día de 90 minutos, con amanecer y anochecer incluidos. La EEI es el mejor ejemplo de cooperación internacional a nivel mundial y en el uso de estándares. Está dividida en sectores: uno ruso, otro americano, uno japonés y el europeo, con los robots canadienses. Está construida de tal forma que cualquier experimento se puede sacar de un sector y llevarlo a otro y sigue funcionando.


Otra fantástica vista desde la Soyus. En esta imagen se puede apreciar la curvatura de la Tierra.  | NASA
Otra fantástica vista desde la Soyus. En esta imagen se puede apreciar la curvatura de la Tierra. | NASA

Los centros de control de tierra ubicados en Japón, Alemania, Rusia y EEUU están coordinados entre sí para que siempre haya cobertura de la estación y los experimentos que se llevan a cabo. Eso significa tener equipos en la tierra que trabajan las 24 horas al día, mientras los astronautas duermen, se bajan o suben datos de experimentos y se controla la calidad del aire y del agua en la estación.

En la estación se recicla 93% del aire y del agua, o sea que es muy poco lo que hay que llevar desde la tierra en los distintos vehículos que la visitan regularmente. Los módulos japonés (HTV), europeos (ATV, ya no vuela más), rusos (Progress) y americanos (Dragon y Cignus de empresas privadas) llevan experimentos, comida, agua, aire y combustible para la estación. Sólo las cápsulas rusas Soyus pueden subir y bajar astronautas. En el pasado se usaba también el Space Shuttle (transbordador espacial).

La comida tiene el mismo problema que en los aviones pero es mucho mayor. El ser humano al alejarse de la superficie pierde su sentido del gusto, por eso hay que condimentar mucho más los alimentos para que tengan un sabor similar al que estamos acostumbrados.

En la estación han estado astronautas, turistas y cosmonautas de 18 países. Taikonautas (China) tienen su propia estación espacial (CSS, China Space Station).

Normalmente viven seis astronautas en la estación, pero en la época del Space Shuttle llegamos a tener 13 al mismo tiempo, lo cual complica bastante las actividades a bordo, sobre todo porque había un solo sanitario (ahora hay dos) y una sola ducha para todos (son especiales ya que el agua no “cae” como en la tierra).

El día para los astronautas empieza a las 6 de la mañana, por suerte en horario central europeo, inspeccionan la estación, desayunan y a las 8.10 es la primera conferencia con la tierra para planear las actividades del día. A las 13.05 tienen una hora de pausa para el almuerzo y siguen con sus actividades hasta las 19.30. Luego de la segunda conferencia con la tierra y a las 21.30 pueden ir a dormir. Es importante que donde duermen oscurezcan las ventanas (ya que amanece 16 veces por día) y sea un lugar bien ventilado.

Un ejemplo de cómo el espacio elimina las fronteras políticas, lo pude vivir en vivo en un almuerzo con los jefes de la NASA y Roscosmos en ese momento. Por problemas políticos, el presidente Barack Obama llamó al jefe de la NASA para informarle que no se trabajaría más con los rusos. A partir de ese momento, era el juego del teléfono: el jefe americano de la NASA, no astronauta, me hablaba a mí para que yo me comunicara con el ruso y viceversa, porque no podía hablar directamente. Posteriormente, el presidente Putin llamó al jefe de Roscosmos y le dijo que entonces los americanos tendrían que bajar a sus astronautas. En el medio estaba yo pasando mensajes. Pero, 15 minutos después EEUU decidió que en el espacio se hacía una excepción y sí se podía seguir trabajando con Rusia. Afortunadamente, la relación ha seguido así hasta el presente. En la estación todo está en los dos idiomas, ruso e inglés y la gran mayoría de los astronautas hablan los dos idiomas.

La próxima estación estará orbitando alrededor de la luna y se llama actualmente Lunar Orbital Platform Gateway (Plataforma Orbital Lunar). Ya estamos trabajando intensamente con nuevas tecnologías. Es otra vez una cooperación internacional y volará a partir del 2024.

Perfil

Osvaldo Peinado es ingeniero en Computación y doctor en Ciencias Espaciales. Trabaja para la Agencia Espacial Alemana (DLR). Es mendocino.

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