Diego Correa es maipucino, tiene 23 años, está en Mar del Plata, ciudad a la que fue por un trabajo temporal y antes de poder volver quedó sitiado por la pandemia. Allá está viviendo en la casa de una excompañera de trabajo, que lo alojó hasta que pueda retornar a Mendoza. Además tiene una cardiopatía congénita que requiere ciertos cuidados, carece de obra social y hasta ahora ninguno de sus esfuerzos por volver a la provincia han dado resultado.
"Me vine en diciembre a trabajar por la temporada. Terminó en marzo y decidí quedarme porque conseguí otro trabajo", cuenta. En aquel momento se desató el desastre epidemiológico que concluyó con el cierre de los aeropuertos, el cese del transporte de larga distancia y el aislamiento obligatorio. "Perdí ese segundo trabajo y desde el 19 de marzo estoy varado, sin poder volver".
Hasta ahora pudo vivir en el domicilio de su compañera, pero pronto tendrá que dejar ese lugar: "En mayo se le vence el contrato y me tengo que ir", asegura.
Desde el inicio de la situación intentó hacer contacto con referentes de la provincia para retornar a su hogar. Pero dice no haber tenido suerte. A la incertidumbre general y las medidas tomadas sobre la marcha por parte del gobierno nacional, se sumó el hecho de que todas las salidas de micros que organizó el gobierno, se iniciaban en Ciudad Autónoma de Buenos Aires: "Un colectivo salió hace dos semanas pero a mí me avisaron el día anterior a la noche y se me hacía imposible llegar de Mar del Plata a Buenos Aires. Ni siquiera conseguí un remís que quisiera hacer el viaje durante la madrugada", recuerda.
Toda esa gestión la hizo, en principio, en la Casa de Mendoza que está en la avenida Callao porteña, desde donde si bien le daban respuestas, no alcanzaban para tener certeza de cuándo o cómo podía retornar a la provincia.
Utilizando todos los recursos de los que disponía, se puso en contacto con cada entidad que le sugerían "Había un correo que era varadosmendoza.com, en el que tenías que detallar tu situación en el caso de no contar con un vehículo particular para regresar. A ese correo he enviado varias veces correos y me han contestado, pero lo único que me dicen es que tenga paciencia y que el Gobierno Nacional estaría a cargo de ponernos un colectivo".
También intentó resolver su situación poniéndose en contacto con funcionarios de Mendoza: "Hablé con Mariano Alguacil, director de Desarrollo y Turismo", cuenta, y explica que este dijo estar gestionando un vehículo para todos los que se encontraban a la espera.
Después de bastante tiempo y cada vez con menos dinero -ya que tuvo que utilizar lo que había ganado trabajando durante el verano- intentó ponerse en contacto con mendocinos que se encontraban en la ciudad balnearia tratando de volver. Al parecer había un micro de listo para salir desde Buenos Aires, pero había que llegar hasta allá: "Conseguimos una combi, nos organizamos y ese mismo día me llamaron y me dijeron que ese colectivo no iba a salir, que aparentemente era una información errónea que se había filtrado. Y que a partir de ahí se hacía cargo Turismo de Mendoza de nuestro regreso".
El último intento fue hace un par de semanas, cuando desde una empresa privada anunciaron que ponían a disposición un vehículo cuyo pasaje tenía un valor menor al de la venta normal. El único requisito era que se cubriera un mínimo de 40 pasajeros. El cupo no se alcanzó a llenar y la empresa dio de baja la oferta, según relata Diego. "Como la empresa no podía cubrir los costos, el gobierno (provincial) no estuvo dispuesto a poner la diferencia monetaria para que el micro saliera igual. Lo último que me informaron fue que la lista de esos pasajeros estaba en manos de Turismo de Mendoza que se iba a hacer cargo de la salida", concluye.
A la espera
Consultada la titular del ministerio, Mariana Juri, acerca de la situación general de los mendocinos varados en distintas provincias, explicó que "el operativo de regreso seguro a casa sigue cumpliéndose. Estamos siempre tratando de mantener el equilibrio entre cuidar la salud de los mendocinos que están en la provincia (los últimos casos positivo son de nexos de gente que viene de afuera) y permitir que los que están afuera regresen a sus casas".
Según la ministra de Turismo y Cultura, hasta el momento han retornado unas 25.000 personas a la provincia.
A la hora de referirse a Diego Correa, Juri explicó que están tratando de resolver su traslado mediante un permiso especial que deben gestionar en la Nación. "Pero todavía no lo tenemos" aclaró, e hizo especial énfasis en advertir a los mendocinos que tengan cuidado con las empresas de turismo que prometen traslados, ya que no contemplan el hecho de que los pasajeros deben contar con este permiso especial para circular por el pais "les dicen que después se los van a conseguir pero hay que actuar con seriedad en ese sentido. Vamos a colaborar con la mayoría de las personas para que no haya empresas que les ofrezcan salidas sin los permisos".
Enfermedad congénita
"Tengo una complicación cardíaca llamada válvula aórtica bicúspide, algo que no me incapacita para trabajar o trasladarme, pero sí lo tengo que tener controlado anualmente. Es una enfermedad congénita que me descubrieron a los 12 años. Acá no tengo obra social y no podría hacerme un control ni un seteo de nada en caso de que lo necesitara. Es algo que cualquier cosa lo puede agravar, como tener caries o alguna bacteria que ingrese y que no esté controlado", cuenta consciente del riesgo que corre.
Ante la consulta del tratamiento que debe llevar explicó que "los controles son cada un año. son estudios que me hago sin la necesidad de tener un médico de cabecera, tengo mi carpeta de antecedentes completa".