Mendocinas afectadas por siliconas falladas de PIP

Ellas tomaron la decisión de operarse después de pensarlo y analizarlo mucho. Y fue, principalmente, con el objetivo de verse más lindas, de sentirse mejor con su apariencia física.

Ellas son dos mendocinas que no se conocen entre sí, pero que vivieron una experiencia similar (y difícil) que las llevó a contratar a la misma abogada para llevar adelante sus respectivos casos judiciales.

Carina (30) y Laura (32) se realizaron implantes mamarios hace algunos años. Y, lamentablemente, ambas corrieron con la misma mala suerte: les colocaron siliconas de la marca francesa Poly Implant Prothese, más conocidas como "prótesis PIP".

Hoy, y desde abril de 2010, la comercialización, implantación e importación de las PIP está prohibida en Argentina. La Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) tomó esta medida luego de que se comprobara que la fórmula del gel de silicona de las mismas había sido adulterado por su fabricante, con el claro -y perverso- objetivo de disminuir costos en la utilización de materia prima.

Es decir, el dueño de esta empresa multinacional, que vendió implantes en gran cantidad de países, quería ganar dinero poniendo en riesgo la salud de miles de mujeres.

Es que estas prótesis, al no ser de buena calidad y estar fabricadas con un gel que luego se determinó que no era de uso médico, podían romperse y generar diversos inconvenientes en los cuerpos de las mujeres que hubiesen optado por agrandar sus pechos de esta forma. Tanto en el caso de Carina como en el de Laura, lo temido sucedió: tuvieron ruptura de prótesis. Incluso, a la última de ellas le hicieron una mala praxis al momento de practicarle la intervención quirúrgica.

Dolores e inflamación

Una de las mendocinas afectadas tomó la decisión de contar su historia a Los Andes. Se trata de Carina, que se operó en 2009 en Mendoza. "Hace tres meses tuve ruptura de prótesis en la mama izquierda. Ya en febrero, cuando me enteré de todo el conflicto que habían generado las PIP (que son las que yo tenía), me comuniqué con (la abogada) Virginia Luna. Sentía dolores y tenía mucha inflamación. Me hice los controles y ahí detectaron que una de las prótesis se había roto", contó Carina vía telefónica desde Buenos Aires.

Al momento de conversar con este diario, Carina se encontraba en el estudio de Luna, que es su patrocinante legal. Ella también fue portadora de implantes PIP y, cuando se enteró de lo que había sucedido en Francia, creó un blog para que todas las mujeres que se hubieran implantado esa marca comercial se pusieran en contacto.
 
Según los datos que maneja la letrada, en Argentina hay 13 mil casos de las que ella bautizó como "afectadas PIP" (de ahí el nombre de su sitio en internet www.afectadaspip.blogspot.com.ar). De ese total, a más de 600 Luna las está asesorando legalmente (ver aparte). Y entre ellas hay unas 15 que son mendocinas.

Resarcimiento económico

Tal cual explica Luna, el principal reclamo judicial que está llevando adelante es económico. Ya que el objetivo es que las chicas afectadas obtengan el resarcimiento en dinero para no tener que sacar de su bolsillo la suma necesaria para hacerse la extracción del implante adulterado. Son más o menos 50 mil pesos lo que la jurista reclama para cada una de sus clientas; entre el costo de la operación y el resarcimiento.
 
"Me quité las PIP y me puse unas nuevas, pero todo lo pagué yo. Me dio pánico cuando me dijeron que una se había roto. Es duro saber que tu salud está en riesgo", aseguró Carina, que pagó $ 25 mil por su última operación y ahora espera ganar el juicio para obtener el dinero con el cual repondrá tal gasto.

En tanto, el cirujano mendocino Enrique Sananes comentó que si bien casi todas sus pacientes tienen conocimiento de las "afectadas PIP", no ha disminuido la cantidad de mujeres que eligen realizarse esta cirugía.

"Dentro de las PIP hay muchas que no han tenido problema, sólo un 15 por ciento. Si bien depende de cada cuerpo, estas prótesis pueden generar granulomas, reacciones alérgicas, inflamaciones. Pero decir que produce cáncer es medio especulativo, porque es muy difícil de demostrar", afirmó el profesional, que se dedica al tema desde hace más de 30 años.