Valeria Martínez tiene 39 años, de los cuales 19 los ha vivido en Estados Unidos. Su conocimiento de la sociedad, la cultura y la economía de aquel país sirve para retratar cómo están viviendo los efectos de la llegada del coronavirus.
Valeria tiene tres hijos adolescentes, Catherine (14), Diego (12) y Alex (15). Vive en el Estado de Rhode Island, que queda a 45 minutos de Boston y a tres horas de New York.
Oriunda de San Rafael, actualmente trabaja en un consultorio médico privado de retinólogos cirujanos, pero en la parte de facturación, así que su exposición con los pacientes es mínima.
Recordemos que EEUU es uno de los países más complicados en lo que refiere a contagios de Covid-19. De hecho, al día de hoy, hay 175.000 pacientes afectados y que han muerto casi 4.000 personas, una cada 17 minutos. Con el número de fallecidos, el país comandado por Donald Trump ya superó a China, país donde se generó el virus.
En este país, que no ha tomado medidas drásticas como Argentina, se esperan millones de contagiados y hasta 200.000 muertos por esta enfermedad viral. New York es considerado el "Wuhan" de Norteamérica.
Hay miedo
En diálogo con Los Andes, Valeria contó que la pandemia se está viviendo de una forma, dentro de todo, preocupante. "A la gente la noto preocupada. Yo soy una persona tranquila pero te llenás de paranoia. Hay muchos preocupados por la salud en general. Los adultos mayores tienen mucho miedo. Pero también encontrás el otro lado: gente tranquila que no se ve en los medios. En general se siente miedo y la intriga de no saber qué va a suceder, si va a volver todo a la normalidad", aseguró la mendocina.
Remarcó que las personas están viendo cómo los números se van duplicando en días y que, generalmente, los que más problemas tienen son quienes deben trabajar presencialmente. "En el momento que salís, pensás en qué te puede pasar desde el auto al edificio donde trabajás. También te da miedo ir a comprar, porque no sabés quien tocó los productos. Andamos con toallitas y alcohol en gel, también spray, guantes y barbijos, aunque no soy amante de ellos porque si guardás la distancia es suficiente", destacó, agregando que lo más importante es tener guantes.
Valeria contó que no hay saqueos a los supermercados o tiendas de comestibles pero que no hay suficiente mercadería y que, a veces, es un shock darse cuenta de eso al salir de su casa. "En el mercado cercano a mi casa no se consigue carne, pollo, cerdo. Es muy poco lo que se consigue y, cuando hay, se vuela. Estuve dos semanas para conseguir bananas. Cosas que antes siempre había. Ahora se ven heladeras vacías", describió.
Presencia militar
Valeria tiene una hermana que está en la Fuerza Aérea en Estados Unidos y su cuñado en la Guardia Nacional. Al respecto contó que no hay presencia militar con los civiles en Rhode Island, donde no hay cuarentena obligatoria. Tampoco en New York, aunque sí en los Estados de New Jersey y New York.
"En Estados donde hay desesperación sí se ven militares. Pero en mi zona no hay. Lo único que han cerrado son los negocios no esenciales. Farmacias y talleres mecánicos están funcionando con normalidad. No se siente ese miedo por el lado de ver presencia militar por todos lados", destacó.
De todas formas, cabe recordar que, por el coronavirus, Estados Unidos suspendió temporalmente su desplazamiento de nuevos soldados a Afganistán y puso en cuarentena a 1.500 militares y civiles recién llegados al país asiático para protegerlos del brote.
La pasan muy mal
Respecto a las personas de bajos recursos, Valeria contó que la están pasando muy mal ya que trabajan con el sueldo mínimo en fábricas de manufacturas e industriales y han suspendido por el momento sus actividades.
"Es una zona muy industrial donde vivo. Por ejemplo, a mi ex marido en su trabajo le dieron suspensión por tiempo ilimitado a 120 personas y es muy probable que lo extiendan a más. Ellos trabajan en el ámbito automotriz y, como no se están fabricando autos ni autopartes, estas industrias necesitan menos empleados. Como no se mueve la economía, no necesitan a la gente", detalló la mendocina.
Por el momento, los desempleados están pidiendo subsidios al Estado, lo que demora unas cuatro semanas, aunque el gobierno ha prometido acelerar los procesos para que los trámites burocráticos reduzcan sus tiempos y poder ayudar a estas personas.
"Hay muchos restaurantes que están cerrando porque no pueden permanecer abiertos. Esto está causando una crisis bastante grande", señaló Valeria. Agregó que se decretó un subsidio a nivel nacional, dictado por Trump, de ayuda a las personas pero que, de todas maneras, resulta poco para las necesidades de la gente.
Valeria resaltó que muchos se preguntan por qué no se dictó cuarentena obligatoria y que se priorizó la economía y no la vida de la gente. Para ella, aunque Estados Unidos siempre dijo tener una preocupación fundamental por la economía, ahora quedó en evidencia que es así.
"El Estado donde vivo es el más chico de Estados Unidos. Es más chico que Mendoza, no es ni la mitad. Y tenemos 408 casos positivos y 8 muertes en tres semanas. Y esto solamente van a aumentar. Para este Estado tan chico, que vive del turismo y la industria, esta situación va a llevar a la quiebra a muchas personas", advirtió.
Cuarentena voluntaria
La sanrafaelina volvió a remarcar que no queda en claro, ni a gobernantes ni a las personas comunes, cómo se debe actuar frente a la pandemia. Por ejemplo, dijo que hay muchos que salen a la calle con despreocupación, pensando que no les va a pasar nada "y son los que están desparramando el virus", explicó.
Ocurre que, en este Estado, la cuarentena es voluntaria por lo que cada persona elige, si puede, si quiere permanecer en su casa o ir a trabajar. Para empeorar este panorama de incertidumbre, hace unos días el presidente Trump sostuvo que la cuarentena "no es necesaria" en Nueva York, Nueva Jersey y parte de Connecticut para atajar el contagio del nuevo coronavirus, tras consultar con los expertos y después de un fuerte rechazo de los líderes políticos locales y las advertencias del pánico que podría provocar.
En tanto, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) aconsejaron a los residentes de la región que no viajen, excepto para fines esenciales.
Como reflexión final, la sanrafaelina dijo: "A quienes no les queda otra, los que están en ámbitos esenciales como las fábricas o los ámbitos médicos, son los únicos que nos permiten movernos con libertad. Pero como se sabe que los casos por coronavirus van a seguir subiendo, se genera más paranoia, aunque se trate de ocultar".
