Godoy Cruz cayó tras cruzarse con un implacable River Plate, que aprovechó sus momentos para abrochar un triunfo que lo mantiene con vida en el torneo, a ocho puntos de Boca, y dejando a los mendocinos con varias preguntas por resolver.
Amenos, divertidos, agradables y entretenidos primeros cuarenta y cinco minutos. El "Tomba" y el "Millonario" no dieron respiro ni para anotar las acciones de gol. De ida y vuelta; palo y palo.
Hasta los diez minutos fueron de estudio, después fue todo ataque por ataque. De un lado y del otro. River fue superior porque Godoy Cruz le permitió manejar la pelota en la mitad de la cancha, justo el sector donde el Millo suele tener el mejor funcionamiento.
Sin Pol Fernández, Serrano y Henríquez, Bernardi decidió improvisar con "Cebolla" Olivares de volante central, y justamente ahí, en el centro del campo, estuvo el Talón de Aquiles de un Godoy Cruz al que le costó una enormidad discutirle el dominio del balón a su rival.
A partir del cuarto de hora al Tomba no le quedó otra que esperar y salir rápido de contragolpe. Difícil; muy difícil. Sin embargo, así y todo, González dejó mano a mano a Correa con Batalla pero el “1” tapó el primero.
River era más pero le faltaba profundizar. Alario marcó el camino con ese medio giro en la medialuna del área y el posterior derechazo que dio en la base del palo. Acto seguido, Rojas remató cruzado y apenas desviado. Hasta que “Pity” Martínez se encendió en su tierra y metió un pase magistral para que Alario se filtrara en una defensa abierta y definiera con una sutileza ante Rey.
River se parecía más a aquel equipo de Gallardo de 2015 que al de 2016.
De hecho, si Rey no tapaba ante Driussi tras el jugadón entre “Pity”, Casco y Alario, había que cerrar el Malvinas.
Pero Godoy Cruz suele encontrar revulsivos en sus delanteros y así fue cómo Correa apareció por izquierda y sacó un latigazo de zurda que Batalla no pudo retener y el efecto tras el pique hizo que el balón se introdujera en el arco para el 1-1.
Sobre el final del primer tiempo, Casco se devoró el segundo y así se fueron al descanso.
Para el complemento, Godoy Cruz no cambió demasiado su libreto y aprovechó las falencias de un River que no encontró demasiada profundidad. Sin embargo, el gol de Mora terminó derrumbando la estantería casi sobre el final. A esa altura, ambos técnicos habían cambiado algunos nombres y parecían conformarse con el empate, que bien pudo romperse un minuto antes del segundo gol millonario, cuando Correa armó un jugadón y terminó definiendo demasiado ancho.
Ahora, la incógnita es saber como reaccionará el Expreso, que sintió las ausencias de varios de sus jugadores. Se vienen fechas claves en el torneo local y en la Copa Libertadores.