En una imponente noche estrellada, y ante más de 20.000 personas, Junín coronó en las primeras horas del domingo a Melisa Estefanía Simón, quien representó a Algarrobo Grande y obtuvo 22 votos.
La flamante soberana tiene 18 años y está realizando el preuniversitario para el Profesorado de Matemáticas. En sus primeras palabras como reina departamental, Melisa aseguró estar sintiendo "algo que nunca viví y sé que nunca más voy a sentir".
Tras superar los nervios de hablar sin tener nada preparado, la juninense remató su discurso asegurando estar "feliz y orgullosa de cargar esta banda color violeta que representa a la mujer y su lucha, dándole a la mujer la importancia y el valor que debió tener siempre". El público respondió con aplausos y la emoción llenó el lugar.
La corona de virreina fue para la candidata de La Colonia, Candela Sofía Magistretti, de 21 años. La joven, que está en tercer año del Profesorado de Nivel Inicial, obtuvo 17 voluntades.
La definición de la Reina del Encuentro de las Naciones, sin embargo, fue más reñida ya que empataron en 13 votos las representantes de Medrano, Philipps y Tres Esquinas. Las 14 candidatas tuvieron que desempatar y dieron como ganadora a Tamara Silvana Gauna, de Tres Esquinas.
Tanto las soberanas salientes como las candidatas bailaron una cueca antes del comienzo del show, lo que fue recibido con alegría por el público. Al terminar la presentación, los músicos y cantantes interpretaron en vivo "Soberana", tema compuesto para las vendimias juninenses y un clásico de los festejos.
La fiesta
Entre técnicos, actores, bailarines, músicos y cantantes, fueron 700 personas las que trabajaron para el espectáculo en el parque Dueño del Sol. De ese total, 400 estuvieron en escena. Al ritmo de la canción "Celador de sueños" se vivió el primer momento de la fiesta, celebrado con entusiasmo por el público, mientras el escenario se llenó de color.
En el sexto cuadro también tuvo gran peso la música: mientras sonaba el tema de Silvio Rodríguez "La maza', los artistas ingresaron con herramientas para arar la tierra, demostrando el espíritu de esfuerzo y trabajo.
La gran escenografía fue el marco perfecto para el espectáculo, con el complemento de tres pantallas integradas que le brindaron el toque distintivo a cada momento.
El romanticismo se adueñó de la noche, con una versión zambeada de "Te amo", de Franco De Vita. Una pareja protagonizó el cuadro, en un escenario menor ubicado en el centro, en altura.
En la mitad del show la cumbia hizo un quiebre y los asistentes se sumaron con palmas y silbidos, disfrutando de esa música popular. Después, dos muñecos gigantes protagonizaron un cuadro referido al trabajo. Por medio del mapping, la mano alzada en el centro de la escena se fue llenando de diferentes objetos, acordes a cada cuadro.
La llegada de la Virgen de la Carrodilla dejó en evidencia, una vez más, la fuerte fe de los juninenses: todos los asistentes se pusieron de pie con los primeros acordes del himno, notablemente emocionados. Al finalizar, se hizo sentir un aplauso cerrado.
La fiesta de la cosecha, la verdadera vendimia del pueblo, llegó cerca del cierre junto con cuecas y gatos tradicionales. Muchos bailarines descendieron del escenario y bailaron ante la mirada festiva de quienes estaban ubicados en las primeras filas.
Sin dudas, la interpretación de la música por la orquesta y los cantantes en vivo fue el mayor logro del espectáculo.
Desde el comienzo, detrás del escenario, se podía entrever un globo aerostático que, cada tanto, se iluminaba por el fuego que buscaba mantenerlo inflado, sin embargo, no fue parte del show. La interpretación en vivo del guion hizo que el peso de cada palabra se hiciera sentir.
El público
Como es habitual, el público fue llenando el recinto desde temprano y las hinchadas de las 14 candidatas le pusieron todo el color a la previa con sus bombos, bocinas y carteles. Lidia Casatti (56) llegó cerca de las 21: "Soy de Los Barriales y vine a apoyar a Rocío", dijo la mujer, reconociendo conocerla sólo "de vista".
A medida que se acercaba el inicio del show, la ansiedad iba en aumento entre los asistentes. Las ganas de disfrutar de la puesta estaban a flor de piel, como le pasó a Mariano Dávila (32), quien confesó estar "emocionado de estar en Junín", porque viajó hasta allí "desde Perdriel porque me han dicho que las fiestas de este departamento son imponentes y creo que tienen razón".
Finalizada "Hermano de vides y sueños", el público reconoció a los artistas aplaudiendo de pie. Javier Salcedo (42), fue uno de los más entusiastas. "Somos de Buenos Aires y nunca habíamos visto una Vendimia. Vinimos con mi señora y nuestra hija Fiorella, de 4 años. La nena no paraba de bailar y aplaudir, es muy emocionante esto", manifestó el turista.
Intendentes reunidos
El anfitrión de la noche, el intendente Héctor Ruiz, estuvo acompañado por el vicegobernador de la Provincia, Mario Abed.
Además, en representación del Gobierno Provincial también asistió el Ministro de Gobierno Víctor Ibáñez Rozas.
Se sumaron al festejo los caciques de San Martín, Raúl Rufeil, Rivadavia, Miguel Ángel Ronco, y Santa Rosa, Flor Destéfanis.
A ellos se sumaron otros funcionarios provinciales, ediles de diferentes municipios y autoridades locales.
Hacedor de 15 vendimas
Con una enorme sonrisa, Pedro Marabini, director de la fiesta junto a Omar Escales, disfrutó de la antesala paseando entre los invitados especiales.
Es que, con "Hermano de vides y sueños", cumplió su Vendimia número15. "Es parte de un proyecto que buscó la realización de las fiestas en vivo, tanto acá como en la provincia. Fue en Junín donde empezamos", reconoció con orgullo.
En cuanto a la idea de elegir como principal símbolo del escenario una gran mano saliente, explicó que se debe a que "las manos son parte fundamental de la existencia del hombre: la misma mano que construye, destruye; la misma mano que acaricia, pega".
Respecto a la polémica por la cinta verde que que sostenía la mano, explicó que sólo estaban "probando colores y ese nos pareció una buena opción porque es el que más representa a Junín, que es un jardín". Cabe recordar que muchos criticaron la decisión por la similitud del color con los pañuelos que apoyan la legalización del aborto. Marabini remarcó que "no tenía nada que ver con eso. Lo dejamos en marrón porque había mucho verde y porque representa a la tierra".