Nos cueste más o menos adaptarnos, los cambios son parte inherente no sólo de nuestras vidas como individuos sino también de nuestra dinámica conjunta como sociedad. Las transformaciones se cuelan en todos los ámbitos sin excepción y en los últimos años llegaron con fuerza al mundo de la crianza.
Las nuevas formar de maternar y paternar traen conceptos que hasta hace no tanto nos eran desconocidos tales como el colecho, la alimentación complementaria a demanda (o BLW, por sus siglas en inglés) o el parto humanizado (actualmente garantizado en nuestro país por la Ley Nacional 25.929), entre muchos otros.
Poco a poco internet se llenó de estudios, libros y cuentas de redes sociales que explicaban al detalle estos nuevos modos de criar. Sin embargo, lo que en un primer momento eran nuevas posibilidades luego se convirtieron, en muchos casos, en nuevos mandatos a cumplir. ¿Cómo podemos, entonces, abrirnos a estos cambios sin colapsar en el intento?
Fue con la idea de abordar estas preguntas que en el año 2018 las hermanas Aldana Contrera, puericultora y consultora en crianza, e Ileana Contrera, psicóloga especializada en abordaje infantojuvenil, decidieron crear Lazo Natal, una comunidad virtual dedicada a hablar de estos nuevos temas compartiendo conocimiento y desmitificando mandatos. Además, este año editaron el libro Y ahora, ¿qué?, una especie de manual para entender a fondo la conversación actual sobre embarazo, lactancia y crianza.
“Cuando fundamos Lazo Natal veíamos que en las redes sociales abundaba una visión de la crianza que no nos gustaba porque transmitía la teoría desde un lugar de mucho ideal y de mucho mandato: si no hacés todo esto, entonces pobre tu bebé. Y nos pareció que había un espacio ahí por llenar”, cuenta a Rumbos Ileana Contrera, una de las autoras del libro.
-¿Qué es lo que más les suelen consultar en su Instagram de Lazo Natal?
-Hay mucho sobre cómo se están sintiendo las mujeres en la maternidad. Creo que algo que pasa es que la maternidad al día de hoy sigue siendo muy idealizada y muchas mujeres, cada vez menos por suerte, llegan a ella creyendo que están llegando a todo lo hermoso y de pronto se encuentran con que la maternidad las pasa por arriba y esto se vive con culpa porque la sociedad te dice que no tendrías que vivirlo así. Hay mucha culpa de no poder cumplir con los nuevos mandatos actuales.
-¿Estos nuevos modos de hacer traen también nuevas presiones?
-Sí, lo vemos mucho nosotras. Veíamos que hay un montón de información re interesante y mucho desarrollo en torno a pensar la lactancia y la crianza pero muchas veces se termina transformando en un mandato. Si vos a tu hijo no le das comida orgánica o si no lo amamantás hasta los 5 años estás haciendo todo mal. Nosotras decimos que esto continúa siendo una mirada culpabilizante sobre las mujeres. La idea es que la información te sirva, te inspire, pero que después de todo eso que está circulando te fijes qué querés y qué podés aplicar. Bajarle el tono a esta cosa tan dogmática que existe.
-¿Hay hoy más libertad para hablar de cómo se sienten madres y padres frente a la crianza de sus hijos?
-Creo que poco a poco se está yendo hacia algo de mayor libertad pero no del todo. Lo bueno es que las redes nos permiten hacer comunidad con personas que quizás no conocemos y que nos hacen sentir menos solas.
-Actualmente se habla mucho del síndrome del “burn out” en la crianza, que vendría a ser algo así como un agotamiento por las responsabilidades de maternar y paternar. ¿Por qué se da?
-Creo que se ve más hoy en día porque estamos hablando más de estos temas. Yo creo que antes las personas colapsaban igual pero no era un tema de debate. Sí creo que ahora, a partir de la revolución que permitieron los feminismos, las mujeres empezamos a tener más presencia en los ámbitos laborales o académicos, pero también tenemos los mandatos anteriores y entonces se ven muy presionadas para sostener todo, y es muy difícil sostener una crianza si tenés que volver al trabajo con las licencias de maternidad de Argentina, que están por debajo del mínimo que recomiendan todas las asociaciones mundiales de salud y de trabajo.
-¿Qué consejos darías para evitarlo?
-Lo más importante es poder hablar con el entorno y buscar un apoyo terapéutico para empezar a tramitar esas culpas de otra forma y no sentirse una madre o un padre terrible. Y también encontrar pequeños momentos en los que tengas un rato para vos. Quizás es muy difícil generarlo todos los días, pero aunque sea una vez por semana poder hacerte esos espacios.
-¿Hay cambios también en los modos de abordar la paternidad?
-Cambios hay, pero no deja de ser pequeña la cantidad de varones que entienden que la crianza no es cosa de mujeres, que si se separan de la madre de sus hijos tienen que estar presentes en sus vidas y no sólo de forma económica. Esos varones existen, se están agrupando y están pensando muchas cosas pero la verdad es que todavía sigue siendo una minoría. Están habiendo cambios buenísimos, pero aún nos queda un camino muy largo por recorrer.
-Estos nuevos modos de crianza, ¿generan choques con los modos de generaciones anteriores?
-Sí. Creemos que estamos en un momento de cambio de paradigma. Venimos de uno de crianza más autoritaria -más allá de haber tenido o no lindas expereiencias- y queremos movernos hacia un paradigma diferente entendiendo que los bebés y niños pequeños son personas que además de obligaciones tienen derechos. Queremos romper con mucho de nuestra crianza y en el medio muchas veces pasa que madres, suegras y padres vienen a decirte que “las cosas en su tiempo se hacían de manera diferente”. Eso a veces viene del amor, y hay que entenderlo así, y otras veces no y tenemos que hacer oídos sordos.
-Otro de los grandes debates se da en torno al parto respetado. ¿Creen que desde la comunidad médica se está dando lugar a este cambio de paradigma?
-Creo que se recorrió un camino interesante y que muchos profesionales de la salud están repensando sus propias prácticas. Conocemos muchos obstetras, parteras, neonatólogos y pediatras que están repensando mucho su profesión. Pero aún falta. No me gustaría ir fuerte contra nadie, pero sí siento que en muchas personas hay todavía mucha resistencia, o a veces hasta se escucha la frase “yo no hago respetado”, que es básicamente incumplir una ley nacional. Estas cosas aún circulan y lo cierto es que cada vez que en Lazo Natal abrimos preguntas sobre violencia obstétrica se nos llena el Instagram de mensajes. Lo que no va en desmedro de que hay un montón de gente trabajando dentro de la medicina para hacer las cosas de manera diferente.
Subtítulo: Diccionario básico de términos para criar hoy
Colecho
Es una práctica ancestral que implica compartir la cama (el lecho) con los bebés. Actualmente hay visiones a favor y en contra en lo que respecta a su seguridad y utilidad. Quienes la defienden hablan de sus beneficios para la lactancia materna y el sueño del bebé pero siempre resaltando sus riesgos cuando no se practica siguiendo a rajatabla las indicaciones de seguridad.
Parto respetado
En Argentina, la Ley Nacional 25.929 garantiza el derecho a tener un “parto respetado”. Esta ley garantiza el derecho a tener un parto normal que respete los tiempos de los padres, a elegir a la persona que te acompañará durante el parto y el posparto y la posibilidad de que tu bebé esté en su cuna a tu lado durante toda la internación, entre otras cosas.
Libre demanda
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la “libre demanda” en la lactancia materna, es decir, que la madre amamante a su hijo cada vez que él lo requiera sin pensar en los horarios ni en la duración específica durante o entre las tomas. Se recomienda que hasta los seis meses de edad la alimentación del bebé sea exclusivamente de leche materna.
Alimentación BLW
El Baby Lead Weaning (BLW) o “alimentación complementaria a demanda” es un tipo de alimentación que consiste en una manera de incorporar los sólidos a la dieta de los niños eliminando la fase de las papillas. Con este método el niño se alimenta por sí mismo, usando las manos y reconociendo olores, formas y colores de los alimentos que se le ofrecen.
Montessori
El método Montessori es un modelo educativo que pone énfasis en la actividad dirigida por el niño y que busca adaptar su entorno de aprendizaje a su nivel de desarrollo. En el último tiempo comenzaron a implementarse elementos de esta pedagogía en las habitaciones de los niños dentro de sus casas, tales como camas o muebles pensados según estos parámetros.