La ganadora de la Beca Adolfo Calle se inspiró en su hermana, que sufre autismo, para escribir su historia

La joven estudiante de la escuela Gabriel del Mazo escribió un texto sobre su hermana Sofía y conquistó al jurado que la evaluó. Ama escribir y leer y sueña con ser veterinaria.

La ganadora de la Beca Adolfo Calle se inspiró en su hermana, que sufre autismo, para escribir su historia
Agustina Julieta Benitez Chana, ganadora de la Beca Adolfo Calle, evento que realiza Diario Los Andes. Agustina junto a su hermanita Sofía y sus padres Federico y Lorena. Foto: José Gutierrez / Los Andes

El pasado sábado 19 de marzo, chicos de 12 y 13 años que cursan primer año en distintos secundarios de Mendoza se presentaron en el Colegio Agustín Álvarez para participar de un desafío literario, organizado por diario Los Andes. Se trató de la tradicional beca Dr. Adolfo Calle, que tiene más de medio siglo de historia, de cuya presente edición resultó ganadora Agustina Benítez Chana, de 12 años y alumna de la escuela Gabriel del Mazo.

Como es usual para un concurso en el que se muestran las habilidades de los chicos con las escrituras, Agustina es una amante de la lectura. Aunque sus sueños, a futuro, van por otra vía: la del cuidado de los animales.

Agustina contó que es de “pocas o muchas palabras”, según la situación. Queda claro que para escribir el texto con el que concursó, los nervios estuvieron presentes, pero igual se pudo lucir ante el jurado. “Me pareció sorprendente haber ganado la beca. Me gustó bastante y es una experiencia muy bonita. No esperaba ganarla, pero me alegro mucho de haberlo hecho”, reconoció.

La niña contó que le gusta mucho leer, sobre todo los cuentos cortos, pero “con palabras que tengan sentido”, que le impacten durante la lectura. Por ejemplo, dijo que le gustan mucho los libros de Gerónimo Stilton, que es una serie de libros para niños de 6 a 12 años creados por la escritora italiana Elisabetta Dam.

“Un cuento que me gustó mucho es el de unos ratoncitos. El protagonista es un periodista que trabaja con otros periodistas. Me resultó interesante porque en esos cuentos se resaltan las palabras y su temática”, comentó la estudiante de la Escuela Del Mazo, quien recordó que fue su abuela la que la acompañó en su conformación como lectora.

Respecto de la escritura, dice que intenta incursionar en la temática de lo que suele leer, y también aprender del estilo de los libros que le gustan. Lo que más produce son cuentos cortos. “He escrito bastante, sobre todo antes de la beca. Este cuento que escribí ahora trata sobre mi hermana Sofía, que tiene TEA (trastorno del espectro autista). Ella sólo tiene un año y 8 meses, y me dediqué a contar cómo jugaba con sus juguetes en la habitación. La forma en que la miraba y cómo sentía que me llamaba a jugar con ella. Eso es lo que conté”, reconoció Agustina, y agregó que, aunque no sabe hablar aún, siente que su hermana la “invitó” a jugar con sus ojos (esa era la frase disparadora para la escritura del texto).

Por otro lado, agregó que siempre la acompaña en los juegos a Sofía y que, aunque ahora tene menos tiempo para jugar, porque va a la secundaria, siempre su hermanita está presente en su mente.

Con respecto a la Beca Adolfo Calle, dice que se enteró de que la misma cuando estaba en su casa y su mamá le contó que la había inscripto para participar. “Yo estaba pensando en algo que pudiera ayudar a mis padres con dinero para mis estudios. Cuando vi de qué se trataba, sentí que me gustaba”, señaló.

La mamá de la ganadora, Lorena Chana, resaltó que la alegría al enterarse de que su hija había ganado fue incomparable. “Fue una emoción muy grande. Ella se lo merece, es muy buena hija. Además, le gustan mucho los libros, como a su abuela, y se apoyó mucho en ella para poder prepararse”, dijo la orgullosa mamá, agregando que Agustina además baila en una academia y es scout. “Hace mil cosas, siempre está investigando y leyendo”, añadió la mamá.

Por otro lado, dijo que la Beca Adolfo Calle les viene “impresionantemente bien” (la ganadora recibirá un incentivo durante los 5 años de la secundaria), porque la situación familiar es difícil en cuanto a lo económico, por lo que esta ayuda fue muy bien recibida. “Ella le pone mucho empeño, estudia mucho y sueña con ser veterinaria”, agregó Lorena.

La beca fue creada en 1954, pensada en estudiantes interesados en las letras, en una fuerte apuesta a la educación y al buen uso de la lengua y la comunicación. El editor general de diario Los Andes, Raúl Pedone –miembro del jurado– explicó que esta iniciativa “es una experiencia que a su vez se renueva porque apunta a esa ilusión de los chicos cuando salen de la primaria y empiezan la secundaria y también de los padres. Es una apuesta a la educación, al talento y al futuro de los chicos”.

El futuro

Mientras disfruta en estos días de la alegría por haber ganado la beca, Agustina ahora está descubriendo su escuela secundaria, a la que describe como “bonita, bastante grande, con dos pisos, un patio y muchas plantas”. “Es una escuela que me gusta mucho. Me gustan los temas y cómo los dan. Voy a esta escuela porque me gusta lo eléctrico, pero quiero ser veterinaria, es el sueño que tengo de pequeña”, aseguró, agregando que la acompañan a escribir sus perros Nena y Marroncito, dos pitbull (uno grande y otro bebé).

Enteradas del premio, las amigas de Agustina la felicitaron y aunque ellas sabían que escribía recién se enteraron de las aptitudes de su amiga luego de que se supieron que obtuvo esta beca. “A ellas nunca les mostré lo que hacía, la mayoría de las veces escribo para mí. Pero ahora esto lo va a leer todo el mundo y yo no tengo problema porque esta redacción me gustó bastante, y yo las cosas que me gustan las expongo”, detalló.

Para terminar, dijo que piensa seguir escribiendo, pero con otros desafíos en mente. “Tengo ganas de seguir escribiendo, pero ahora me gustaría escribir algo más largo, como cuentos de mayor extensión o una novela, las que he leído pocas, pero voy a seguir leyendo más”, finalizó.

El texto ganador

Lo dijo con sus ojos

Recuesto mi cabeza entre almohadas, en espera de un sueño que no quiere llegar.

Pienso, no dejo de pensar.

Recuerdo cómo mi hermana jugaba en su habitación de color carmesí, con juguetes en forma de pelotas.

Vi cómo me miró en forma de llamado para que me uniera a ella. Entonces, entendí cómo lo dijo con sus ojos.

Estaba muy tranquilo y en paz, hasta que empecé a sentir un aroma de canela y papa. Nuestros padres nos llamaron a cenar esa delicia espectacular.

Creo haber dado muchas vueltas porque, al despertar, estaba todo desparramado.

Agustina Julieta Benítez Chana, ganadora de la Beca “Dr. Adolfo Calle” 2022. Representó a la escuela Nº 1-356 “Dr. Victoriano Montes”, de Godoy Cruz.

Agustina Julieta Benitez Chana, ganadora de la Beca Adolfo Calle, evento que realiza Diario Los Andes.
Foto: José Gutierrez / Los Andes
Agustina Julieta Benitez Chana, ganadora de la Beca Adolfo Calle, evento que realiza Diario Los Andes. Foto: José Gutierrez / Los Andes

La opinión del jurado

Terminada la selección del trabajo ganador, los miembros del Jurado ofrecieron su mirada acerca de los escritos de esta edición de la Beca: “Las producciones presentaron variedad de temas bajo diversos géneros y subgéneros, desde textos más poéticos hasta narraciones con temáticas y problemáticas coyunturales de nuestro tiempo (el bullying, la violencia hacia la mujer, la huida de casa). Se observó un fuerte influjo de las películas de acción y de crimen en la construcción de los espacios narrativos. Se intuye el impacto que la pandemia ha tenido en los adolescentes, reflejado en la presencia gravitante de la figura de los abuelos, ligados al afecto y la compañía así como, también, la presencia de los animales y la muerte, ya sea causada por la enfermedad o por un crimen. Llamó la atención el uso de algunas expresiones, palabras y relaciones verbales/temporales que demuestran la capacidad de los aspirantes en la imaginación y creación de textos ficcionales”.

Respecto de la producción ganadora, “el texto seleccionado es breve y su síntesis poética es lo que lo vuelve relevante, interesante y distinto. Se construye de manera condensada un pequeño momento/sueño en el que la frase de la consigna se incluye naturalmente y el conjunto del texto es de una sencillez sugerente. Su estilo personal logra la concentración del contenido y su desenlace, verosímil y lacónico, permite al lector seguir pensando en el valor de lo no dicho y, apenas, insinuado. La producción se destaca por la creación de imágenes y la construcción de una atmósfera propia de la prosa poética. Resulta original no solo por la elaboración textual sino también desde el punto de vista de los géneros literarios, por explorar una zona más libre y menos convencional” –concluyeron los evaluadores-.

Se decidió otorgar una mención especial a la producción de Rocío Abigail Zúñiga Orsini, que representó al Instituto Santa María Goretti, de Luján de Cuyo.

El Jurado 2022 estuvo integrado por Lorena Gauna (Facultad de Filosofía y Letras, UNCuyo), Silvina Juri (EDELIJ, Espacio de Literatura Infantil y Juvenil), Cecilia Tejón e Ivana Amarilis Carrizo Peñas (Facultad de Educación, UNCuyo), María Esther Funes (Sociedad Argentina de Escritores), Lourde Laborde (Colegio “Agustín Álvarez”), Alejandro Frías (Ediciones del Retortuño), Alejandro Cobo (Medios en la Educación) y Raúl Pedone (Editor General de Los Andes).

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