Mejores y peores asientos en un avión para evitar el contagio de un virus

Se tomaron 229 muestras ambientales en 10 vuelos y se determinó cuáles son las butacas con menor riesgo de exposición.

Mejores y peores asientos en un avión para evitar el contagio de un virus
Mejores y peores asientos en un avión para evitar el contagio de un virus

Si bien, el avión es una de las formas de viajar que más ha crecido en las últimas décadas ya que permite llegar prácticamente a cualquier rincón del mundo en horas, además de ser el medio de transporte más seguro, últimamente ha crecido la preocupación de los pasajeros aéreos, no por las medidas de seguridad del avión en sí, sino por los posibles contagios de infecciones y pandemias que pueden tener lugar a bordo.

Las enfermedades respiratorias se transmiten principalmente en distancias cortas, cuando alguien tose o estornuda, o a través de la saliva o fluidos corporales. Y con la aparición del coronavirus Covid-19, en China, a finales de 2019, han saltado las alarmas, ya que se transmite de persona a persona fácilmente, aun cuando no se muestran síntomas.

Por eso, muchos se preguntan qué pasa cuando se viaja en un espacio tan pequeño y cerrado.

Según un estudio dirigido por la Universidad de Emory, Atlanta, EE.UU., de 2018, sobre el "Comportamientos, movimientos y transmisión de enfermedades respiratorias por medio de las gotas que se esparcen durante los vuelos de las aerolíneas transcontinentales", se indica que es poco probable que una enfermedad infecciosa respiratoria se transmita directamente más allá de un metro del pasajero infeccioso, según Clarín.

Después de recoger 229 muestras ambientales en 10 vuelos, el estudio determinó que los pasajeros en los asientos de las ventanas tenían el menor riesgo de exposición a una enfermedad transmitida por el aire.

Lógicamente aquellos sentados al lado de una persona enferma, en la fila de delante o de detrás corren el mayor riesgo. Para el resto de pasajeros la probabilidad de infección es inferior al tres por ciento.

Además, el estudio también confirma que el movimiento de pasajeros y tripulación puede ayudar a su traspaso. Aquellos que más se levantan de su asiento tienen más posibilidades de contagio. Por contra, los pasajeros de los asientos junto a la ventana tienen menos posibilidades de abandonar su asiento y, por lo tanto, menos probabilidades de entrar en contacto con una persona infectada.

Las personas en los asientos de los pasillos tienen muchas más probabilidades de entrar en contacto con pasajeros infectados. Así que la mejor forma de prevenir el virus es permanecer sentado en el asiento.

Para no infectarse se recomienda una buena higiene de manos, sobre todo, porque las pequeñas gotas de saliva pueden propagar el virus no solo por el aire, sino por encontrarse en bandejas, pantallas de tele y en las butacas de los aviones, lugares que no siempre se limpian.

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