Los que ejercen el poder territorial del radicalismo en el Este mendocino, líderes de comunas que han sufrido fuertes desplantes de gobiernos justicialistas, hoy ven con buenos ojos la gestión de Francisco Pérez; tal vez porque entendieron que una buena relación garantiza recursos. O tal vez porque el mismo gobernador atina en el vínculo.
Lo cierto es que tanto el juninense Mario Abed, como el rivadaviense Ricardo Manzur, consideran al mandatario como una persona que entiende y atiende sus demandas y ambos apuestan a mejorar los vínculos con la provincia, justo en un año electoral en el que les tocará enfrentarse. Incluso el paceño Gustavo Pinto, quien asegura que seguirá reclamando "como siempre", reconoce la predisposición del mandatario.
Desde el Gobierno ponderan esta relación, sabiendo que pueden tener cierta ganancia política, mientras que desde la conducción radical, Alfredo Cornejo avala los buenos tratos, pero marcando la cancha opositora, en la cual juega junto a sus correligionarios territoriales.
Entre Jaque y Pérez
Si algo caracterizó a la relación de Celso Jaque con los caciques territoriales radicales fue su inexistencia. Es que el malargüino no supo (o no quiso) construir lazos con sus rivales, algo que Pérez parece estar resolviendo.
"El primer año con Pérez fue muy duro, pero 2013 ha comenzado mejor", destacó Abed sobre el vínculo con el actual mandatario, atribuyendo esa dureza inicial a la escasez de recursos y a que al gobernador "le costó acomodarse". Pero para este año el intendente de Junín ve una mejora. "Paco nos escucha, algo que nunca pasó con Jaque", lanzó.
Desde Rivadavia, en tanto, Manzur que hace poco más de un año reemplazó a su correligionario Gerardo Del Río, no puede hablar de la experiencia con Jaque, pero sí pondera el buen trato actual.
Según Manzur, Pérez "entiende lo que Rivadavia necesita", lo que se traduce en buenas relaciones. Y si bien no quiso mezclar política con gestión, el ex diputado nacional resaltó que si en la Legislatura hubo un acuerdo entre radicales y justicialistas por el presupuesto 2013, el vínculo "es bueno".
Un poco más alejado de esta posición condescendiente, el intendente de La Paz, Gustavo Pinto, quien tiene una relación personal, a través de la esposa de Pérez, destacó que el vínculo con el mandatario "no es mejor ni peor" que con Jaque, sino "distinto" y en ese sentido resaltó que Pérez "es más joven" y "menos político" que el malargüino.
Pero confirmó que en los cuatro años de gestión jaquista, "La Paz fue muy postergado" y en cambio Pérez, "muestra ganas" de acercar recursos a su departamento, sumándose así a la esperanza territorial de mejorar la relación.
C
asas y obras para el Este
Una de las promesas más divulgadas por Pérez al asumir y en sus primeros pasos como gobernador, fue la de generar viviendas. De hecho prometió que en cuatro años construiría 12 mil casas, aunque en 2012 no alcanzó las metas.
En contraposición, en Junín, la estrategia de Abed de edificar casas a muy bajo costo, pero funcionales, mostró rotundo éxito, al punto de convertirse en un punto de confluencia con Pérez.
"La política de viviendas de Pérez se retrasó, pero ha sabido reconocer un sistema distinto como el nuestro", destacó Abed y en esa línea volvió a resaltar la correspondencia. "Nos deja opinar", expresó.
Para Manzur la situación es similar. "El gobernador está cumpliendo sus promesas", resaltó exultante días atrás al salir de una reunión con el mandatario, luego de confirmar la licitación para cámaras de seguridad en escuelas del departamento y de obtener cupos para viviendas de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, gestionadas por el Gobierno, logros que se suman a un convenio para la instalación de una planta de tratamiento de líquidos cloacales.
Incluso, los festivales regionales como las respectivas fiestas vendimiales tuvieron un fuerte apoyo de la administración Pérez, lo que fue resaltado por los intendentes.
Desde el Gobierno ponderan estos vínculos y los consideran fluidos. "La relación nunca fue mala", resaltó el coordinador de ministros, Eduardo Bauzá, quien informó que los encuentros con los territoriales se dan "una vez por semana o al menos cada quince días". Pero con clara intención política, Bauzá mostró las diferencias entre estos caciques con el presidente radical y también intendente, Alfredo Cornejo.
"La diferencia principal entre los territoriales y Cornejo es que ellos siempre apostaron al diálogo", y resaltó que esa actitud dialoguista estuvo "hasta en los más duros momentos", y citó la convocatoria hecha por el ministro de Planificación nacional, Julio De Vido, en noviembre.
En cuestiones de estricta política, ningún cacique radical del Este acepta mezclas. "Una cosa es la gestión y otra la política partidaria", coinciden, asegurando que las relaciones internas entre su sector y la conducción están intactas. Pero no deja de ser llamativo, al menos en Junín y Rivadavia, el cruce de elogios con el Gobierno, una actitud tal vez políticamente correcta para cualquier gestión.