El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1, tras el receso de invierno, abrió ayer una nueva jornada de audiencias que continuarán hoy. Allí estuvieron Elba Fernández, hermana de la abogada Haydeé Fernández que integró un reducido grupo de profesionales que, en los años previos a la dictadura, defendieron a presos políticos. También lo hicieron Nilo Torrejón que después de varios años de encierro logró un salvoconducto para exiliarse en el exterior y Daniel Paraíso quien testificó por primera vez.
Fernández relató que su hermana fue detenida la noche del 16 de marzo del ‘76, en su estudio y un día después se presentó en el Juzgado Federal, donde fue atendida “en el pasillo” por el entonces fiscal Romano.
“Me dijo que ‘no sabía’ dónde estaba mi hermana...”, por eso “volví al día siguiente con un hábeas corpus en la mano y él lo tomó, y lo dejó sobre el escritorio”. Recordó luego, que después que la llevaran a la Penitenciaría, “la pudimos ver una sola vez durante una visita”. El periplo carcelario de la abogada continúo en Devoto y en enero del ‘81 recuperó la libertad.
De San Rafael a Suecia
El siguiente testigo fue Torrejón, detenido en San Rafael, quien aseguró que “venía de un barrio populoso. Hacíamos tareas solidarias y tomamos la identidad del peronismo”.
Su detención se produjo mucho antes del golpe: fue el 26 de febrero del ‘76. Destacó que su casa que había sido “tomada” por personal del Ejército y algunos policías, entre los que señaló a “Antonio Gallardo que era vecino e integraba la banda de música de la Policía”. Junto a él estuvieron, también en calidad de detenidos, Faguetti, los hermanos Berón, Rosales y Flores, entre otros.
También recordó que días después trajeron a Ríos y Santiago Illa (periodista sureño que aún continúa como desaparecido). Hizo referencia a un día en “julio cuando nos sacaron al patio y desnudos nos golpeados salvajemente. Pedían que gritáramos ‘Mueran los subversivos y los peronistas’, y ‘Viva el Ejército’”.
También habló de las torturas (señalando al penitenciario Bianchi como uno de los torturadores) y de las reiteradas amenazas de “te vamos a tirar en el Carrizal”. Luego fue llevado a Caseros y en 1979, después de tres negativas para buscar refugio en el extranjero, logró tomar un avión que lo llevó a Suecia, donde permaneció hasta 1984.
Al final agradeció al Tribunal y a los organismos de Derechos Humanos “por esta oportunidad”, mientras que pidió “ayuda” para la familia de Illa, cuya esposa e hijos estaban en la sala.
Absuelto por Guzzo
Paraíso fue otro de los testigos. Fue detenido en julio del ‘75, acusado de asociación ilícita y sometido a cuatro Consejos de Guerra y en todos sobreseído. Luego de pasar por la Seccional 16° de Las Heras, Contraventores y los penales de Mendoza, La Plata, Caseros, Rawson y de regreso, fue absuelto por el juez Gabriel Guzzo, separado de este juicio por enfermedad y fallecido recientemente.