Por la invitación de un gran amigo, Ulises Vitale, café de por medio en el bar Italia, llegamos a un acuerdo para formar un cuerpo de bomberos voluntarios.
Con un fuerte abrazo y un "dale Ichele, estoy con vos", iniciamos la loca idea que se plasmó hace 50 años en nuestra ciudad de Luján.
Sin conocer absolutamente nada sobre seguridad y bomberos, acudimos de visita a los voluntarios de Palmira, primer cuerpo fundado en Mendoza.
Raymundo Acuña y sus camaradas nos ayudaron e iniciamos la tarea de fundar la entidad de bomberos en nuestro pueblo.
En la sede de la Cámara de Comercio, un 5 de agosto de 1968, quedó formalizada la primera comisión directiva. Me honraron nombrándome presidente y primer jefe del cuerpo activo.
Recuerdo con emoción que el primer ingreso lo obtuvimos de Amado Juan, quien en su confitería "La Porteña", durante tres meses, de cada diez cafés que se vendían, el valor de uno lo depositaba en un viejo matafuego que hacía de alcancía. Con esa misma alcancía pedía donaciones los domingos a la salida de misa.
En un terreno cedido en préstamo, armamos una casilla de madera usada, colaboración de YPF, y con estas precarias instalaciones iniciamos las actividades del primer cuartel de bomberos voluntarios de Luján de Cuyo, con la presentación de la bandera de ceremonias, bordada por Dolores Grigor de Gil.
El equipamiento fue un jeep modelo 1947, cedido por Marón Abihaggle, dos matafuegos y dos baldes de arena, bendecidos por el padre Paulino Reale. Los Andes nos apoyaba con sus notas.
El sueño se hizo realidad, orgullo de la provincia y del país, cuya actividad es conocida internacionalmente. Es el fruto del trabajo y del esfuerzo de hombres y mujeres que sin remuneración alguna brindaron su vida en beneficio de sus semejantes.
Ya pasó medio siglo, alguna lágrima dejo caer sobre fotos y diarios de la época. Hoy, a mis 83 años, las recuerdo y les doy el mismo valor a las palabras del actual presidente: "¡Dale Ulises (Vitale), estoy con vos"!
Isaac "Ichele" Rubén Frenck
DNI 6.861.652