En los hospitales de Mendoza están armando equipos de médicos de todas las especialidades para actuar en otras áreas si aumenta la demanda por el coronavirus. En el marco de la emergencia sanitaria, si el escenario se vuelve más complejo, un dermatólogo o un gastroenterólogo - por dar un ejemplo- deberá afrontar la atención de otras necesidades, como puede ser el caso de un paciente con Covid-19 que no esté crítico.
Por ello, los efectores de salud públicos y privados están haciendo un relevamiento de los equipos médicos y los conocimientos con los que cuentan para saber dónde reasignarlos. Explican que, si las cosas se desbordasen, cualquier profesional tendrá que afrontar lo que se presente.
Reasignados
Los médicos del hospital Lagomaggiore de todas las especialidades ofrecerán un horario en el que estén disponibles para atender patologías respiratorias. Así fue solicitado a través de un memo que envió la dirección a todos los servicios.
Lo que buscan es tener estrategias para anticiparse a un pico de casos que los exceda y para ello se dispone de los profesionales que, dadas las circunstancias, han visto reducida la atención de pacientes. Es que muchos servicios se han restringido y se han cancelado estudios dado que se busca atender sólo lo indispensable y reducir la circulación de gente.
En el hospital Lencinas mantuvieron sólo las especialidades críticas y con la mitad de los turnos. Allí, especialidades como reumatología, traumatología y nutrición serán personal de apoyo para el resto de los médicos.
La Ley de Emergencia Sanitaria rige en Mendoza desde el 12 de marzo y estipula que el personal de los servicios de salud estará a disposición del Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes. Incluso se contempla el traslado de un centro de atención a otro, de ser necesario.
Lo que aclaran en los efectores es que quienes no sean especialistas en patologías respiratorias o atención crítica serán quienes inicialmente se destinen a realizar triaje de quienes lleguen a los nosocomios, identificación de casos positivos y atención de cuadros leves.
En el hospital Español, que es privado, también se está capacitando a todo el personal para desempeñarse en diferentes áreas.
Equipos
La conformación de equipos de trabajo es la estrategia que más se está utilizando. En el Central, el efector de mayor complejidad de la provincia, se creó un Comité de Crisis. Involucra a los jefes de áreas y servicios que están abocados a la tarea de reorganizarse para lo que se viene.
En ese contexto, deberán adecuar el perfil que ya tiene el hospital sin descuidar la atención de otros pacientes. Los jefes de servicio ya cuentan con información de la dedicación actual de todos los médicos, lo que incluye residentes, y los antecedentes previos ya que estos conocimientos serán un capital.
Aseguran que, por tratarse de un efector de alta complejidad, todos están capacitados para responder. Explicaron que si bien no pueden transformarse en terapistas en dos meses, sí saben intubar un paciente, por ejemplo. En casos más graves, si hiciese falta, aspiran a asistir las camas bajo la dirección del especialista que coordine la atención.
En la Clínica de Cuyo van por el mismo camino. "Hace aproximadamente 30 días se conformó un Comité de Contingencia que ha permitido trabajar para prever con 10 días de antelación lo que podía pasar y sucedió", detalló el director médico, Andrés Donadi.
Han armado dos equipos de terapia intensiva y tres para otro tipo de atención. "Hemos diagramado algo parecido a los reservistas americanos (en la guerra cuando la primera línea falla entran los reservistas que pertenecieron a fuerzas de seguridad). Tenemos una línea de primera totalmente entrenada y otros médicos en segunda línea que, por su perfil, van a actuar en caso de que el sistema desborde", detalló.
Asimismo destacó que están armados para que el servicio dure 14 días, de manera tal que si alguien se contagia no esté en contacto con el resto.
Informar para llevar tranquilidad
Aunque parece que toda la atención está puesta en resolver el día a día que impone el coronavirus, en los efectores están preocupados por responder también al resto de los pacientes que necesitan atención inmediata.
El Central cumple un rol fundamental: es el que atiende mayormente guardias de traumatizados, heridos en accidentes, riñas y alta complejidad. Allí también pueden llegar infartados o pacientes con accidente cerebrovascular que no pueden esperar por atención y deberán dar respuesta.
En ese caso es que también podrán apelar a médicos que no tengan tanta demanda para atender otras especialidades.
En este contexto, Andrés Donadi, director médico de la Clínica de Cuyo, reconoció la importancia de brindar información para llevar tranquilidad. "La informaciones en este momento es lo más importante para transmitir tranquilidad, la gente está intranquila porque quizás no sabe cómo nos estamos manejando, si sabe qué se está realizando estará tranquila", destacó.