Los médicos bolivianos en huelga tomaron el control de una carretera del oriente y se enfrentaron a la policía que despejó la ruta por la fuerza, en medio de prolongadas protestas callejeras contra el gobierno en rechazo de una reforma que endurece las penas por mala praxis en la nación andina.
Los galenos bloquearon la ruta que une la ciudad de Santa Cruz _la más grande del país_ con regiones del sureste y con la Argentina, en un esfuerzo porque el presidente Evo Morales escuche una vez por todas sus exigencias, según sus dirigentes.
En La Paz, miles de médicos y estudiantes de medicina marcharon en la jornada por el centro de la ciudad por la misma causa e intentaron tomar el Ministerio de Salud, pero la policía repelió a los manifestantes. Las protestas, que llevan más de un mes, no cesaron ni siquiera durante la celebración de la Navidad.
Morales ha rechazado dialogar bajo presión y ha convocado a los médicos a suspender las protestas para retomar las negociaciones que hasta ahora fueron infructuosas. Sin embargo, los médicos rechazan desmovilizarse.
La huelga se mantiene sobre todo en la red estatal de hospitales, en muchos de los cuales los galenos realizan una huelga de hambre. Las protestas tienen lugar en varias ciudades del país.
Desde que estalló el conflicto se postergaron 10.000 cirugías y más de 890.000 consultas externas en hospitales públicos donde acude el grueso de la población, según el Ministerio de Salud.
"Si pedimos que se levante el paro es por razones humanitarias", dijo la ministra del sector Ariana Campero. "Si el gobierno tiene voluntad de resolver el problema no debe poner condiciones", replicó el presidente del Colegio Médico Luis Larrea.
Según los médicos, el gobierno de Morales no privilegió a la salud pública en once años que lleva en el poder. El mandatario asegura lo contrario.
El nuevo Código Penal incluye penas de hasta seis años de cárcel, la suspensión de la licencia y el resarcimiento de daños para casos de mala praxis.