La semana pasada, por falta de partidas presupuestarias en los efectores de salud de la provincia, estalló el problema. Fue el hospital Humberto Notti el que encabezó el reclamo que apunta a visibilizar y solucionar la crisis que atraviesa la salud pública de Mendoza. Ayer nuevamente los jefes de servicio denunciaron públicamente que la situación es muy preocupante. Además de la deuda que tiene el nosocomio, los profesionales detallaron una lista de inconvenientes que van desde la falta de insumos y remedios a la imposibilidad de lavar sábanas porque las máquinas están rotas. El Gobierno minimizó el problema y habló de “sensación”.
“Los profesionales y no profesionales del hospital Notti estamos unidos en esta situación en defensa de la atención del derecho del niño de ser atendido. Como todos los mendocinos saben, iniciamos 2015 sin tener una ley de Presupuesto aprobada. El reconducido de 2014 ya fue insuficiente para el año pasado y mucho más con el aumento inflacionario y el de la demanda que tiene el hospital. Las autoridades sabían que este presupuesto reconducido en algún momento se iba a agotar. Ese momento llegó”, explicó Mariana Arreghini, representante de los profesionales médicos en el directorio.
Respecto al monto de la deuda, explicaron que se trata de $ 32 millones y que de ese total el Ministerio de Salud ya cubrió la mitad. “De todas maneras cada día hay que seguir comprando, como hospital descentralizado que somos, y la deuda sigue aumentando. Son créditos, cupos que va liberando el Ministerio. Hasta el momento no hemos paralizado la asistencia de los pacientes porque la dirección del hospital ha asumido la responsabilidad poniendo en juego sus puestos de trabajo y patrimonio, adquiriendo deudas con proveedores que, sensibilizados por ser un hospital pediátrico, han seguido proveyendo y estamos muy agradecidos, pero todo tiene un límite. Tenemos deudas contraídas con proveedores y nos estamos valiendo de donaciones”, indicó la pediatra.
Escalofrío
“Hoy (por ayer) tenemos insumos para mañana. Nada más”, sumó a las declaraciones Elena Moya, jefa del servicio de Alimentación. La especialista aseguró que la situación es sumamente preocupante y que si hubiera un terremoto en la provincia, el efector no estaría en condiciones de atender a los niños.
“Hicimos un pedido hace 4 meses para abastecernos por 3 meses. No tenemos noticias de ese pedido. Gracias a la cooperadora del hospital que el 24 de agosto nos asistió con insumos, fórmulas específicas para chiquitos de Neonatología, Terapia, Cardiología, seguimos. Hoy es 9 de setiembre, no tenemos noticia de ningún tipo de compras”, señaló Moya, detallando que ayer tenía en inventario “3 latitas de hidrolizado, 1 lata de prematuro, 1 lata de fórmula sin lactosa y 2 cajas de leche maternizada. Esto para 100 chicos que reciben biberones y salen aproximadamente 600 biberones al día”.
La voz oficial
Luego de la mencionada conferencia, los funcionarios de Salud dieron una también. Lejos de responder a las necesidades de los reclamantes, minimizaron la situación, no reconocieron la gravedad de los problemas y hablaron, siguiendo la línea discursiva del kirchnerismo nacional, de una “sensación” de falta de insumos. “El reclamo principal, creo, es en relación a la falta de presupuesto y de algunos insumos. Los ministerios de Hacienda y Salud habían asumido el compromiso de reforzar el presupuesto de manera que se pudiera imputar la deuda no imputada. Además, tratar de dotar al hospital del presupuesto faltante hasta fin de año. El 50% se cumplió la semana pasada. Ayer Hacienda nos había liberado el cupo para que el hospital pudiera imputar la deuda a los proveedores y normalizar así la cadena de entrega y de pagos. Esto se ha cumplido paso a paso”, aseguró Diego Álvarez, subsecretario de Administración y Planificación.
Asimismo, el funcionario de Pérez anunció que la semana que viene se terminará de pagar la mitad de la deuda. Consultado sobre la falta de insumos, Álvarez titubeó: “Es posible que el faltante de algunos elementos la semana pasada haya hecho sentir esta sensación a los profesionales”. Para segundos después desdecirse: “No dije sensación, dije que es verdad. Que no conozco la realidad porque no la vivo. No estoy negando los problemas. La partida presupuestaria solucionó el 50%. De los 16 millones que recibió el Notti era de un conjunto de 40 millones que se distribuyó en los hospitales más urgidos. Están en trámite otros 40 millones. El pedido presupuestario general ronda los $ 170 millones”.
En su intento de defender el accionar de la cartera que hoy conduce Oscar Renna, el subsecretario advirtió que hay que tener mucho cuidado cuando se dice “que no hay médicos, que no hay insumos. Porque la gente se angustia y no es así. No es ésa la realidad. Sí, ha habido alguna debilidad en la cadena de provisión de insumos y medicamentos. La crisis o falta de atención en la salud privada genera una sobrecarga en los hospitales públicos y sobre todo en los de alta complejidad del Gran Mendoza. Faltan pediatras en el mercado. Entonces se sobrecargan a los que están. La seguridad social y la salud privada están complicadas financieramente. El 38% de los niños que se atienden en este hospital tienen seguridad social”, enfatizó Álvarez.
