Unos 150 médicos comunitarios con el apoyo de la Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud (Ampros) instalaron una carpa en la plaza Independencia como forma de protesta por sueldos atrasados.
"No cobran desde marzo y no tienen dinero ni para pagarse el traslado a los lugares de trabajo", explicó la secretaria gremial de Ampros, Claudia Iturbide.
"Estar cuatro meses sin cobrar es un límite para seguir trabajando", comentó Facundo Codes, un odontólogo que trabaja en el centro de salud de Potrerillos.
Los médicos comunitarios -doctores, trabajadores sociales, nutricionistas y enfermeros- viajan a diario a zonas alejadas y marginales como Agrelo, Las Compuertas, el barrio La Gloria, Potrerillos, Tupungato, San Rafael, Laguna del Rosario y San Rafael.
En promedio cobran 9 mil pesos al mes, cumplen treinta horas semanales y ellos se tienen que hacer cargo del traslado al puesto sanitario.
“La mayoría vive en el Gran Mendoza y tratamos de organizarnos para ir varios en un auto para ahorrar en combustible”, comentó Codes.
Aunque los médicos afectados por la falta de pago hace varios días que están en huelga, ayer decidieron con el apoyo de Ampros armar la carpa en la Ciudad para hacer visible su reclamo.
"Vamos a continuar con la protesta hasta que cobren. Porque aunque aseguran que han liquidado los sueldos el dinero no está en las cuentas", aseveró Iturbide.
En cuanto a las condiciones laborales, la secretaria de Ampros explicó que el programa -que se maneja con fondos nacionales- no está reglamentado por lo que los profesionales no cobran adicionales.
“Todos los años se nos presenta el mismo problema y de a poco hemos logrado ir pasando a planta a los médicos. Algunos llevan 12 años trabajando bajo este sistema”, añadió.
Trabajar en zonas alejadas
Facundo Codes viaja todos los días 70 kilómetros de ida y otro 70 kilómetros de vuelta para ir a trabajar al centro de salud de Potrerillos.
"A veces hay neblina, la ruta congelada y he tenido accidentes de tránsito, pero esto es parte de las condiciones del trabajo", explicó.
Codes es odontólogo y hace más de tres años que se desempeña en la villa rural por lo que los lugareños ya lo conocen y tienen una relación de confianza con él.
“Aunque la demanda es mucha la gente es siempre la misma”, comentó.
En lo teórico, la tarea es igual a la de otro profesional pero en la práctica es muy distinta. "Nosotros tenemos una mirada diferente, salimos al terreno, miramos al paciente más de cerca", indicó.
"No solo atendemos en el consultorio. También damos charlas en los lugares donde se reúne la gente y así llegamos a más población", agregó.
Facundo junto al resto del equipo de salud -unos 15 entre clínicos, enfermeros, obstetra, nutricionista y psicóloga- dan capacitaciones y charlas de promoción y prevención (por ejemplo, educación sexual o higiene bucal) en centros de jubilados, escuelas, centros de integración comunitaria y hasta en la misma sala de espera.
"En algunos lugares si no va un médico comunitario la gente se queda sin asistencia porque son los únicos que llegan a esa zona", destacó Iturbide.
La carpa
Para visibilizar el reclamo, los médicos comunitarios instalaron una carpa en la plaza Indepedencia. Allí hacen chequeos gratuitos para detectar la diabetes y controles de tensión arterial y oxigeno en sangre a los transeúntes.
Si bien la Provincia a través del Ministerio de Salud prometió que durante la semana en curso se comenzarían a cancelar los pagos, la medida se extenderá hasta que cobren los haberes de marzo, abril, mayo y junio que se les adeudan.