Un ginecólogo del hospital Central que era investigado por distribuir pornografía infantil, fue detenido ayer porque la Justicia encontró entre sus archivos personales evidencias de que había cometido un abuso sexual contra un niño. La víctima es un familiar del acusado y tenía tres años cuando fue vejado. El profesional fue imputado y quedó tras las rejas.
La investigación que puso en jaque al médico comenzó a principios de mes, cuando llegó un informe a la oficina del fiscal especial Santiago Garay que daba cuenta de que desde una computadora instalada en una casa del barrio Aeronáutico de Las Heras se distribuía pornografía infantil.
Se trataba de imágenes de niños -no serían de nuestro país- que eran luego exhibidas por internet. Si bien tener este tipo de material no es un delito, sí lo es si se distribuye. Es decir, es un acto privado poseer pornografía infantil pero si se lo comercializa, se lo publica o se le da cualquier tipo de difusión, entonces se está cometiendo un delito, tal como lo establece el artículo 128 del Código Procesal Penal.
Cuando las sospechas ya fueron certezas, una comisión policial allanó la vivienda del ginecólogo -de 35 años y residente del Central- con el objetivo de secuestrar su computadora y todo tipo de material relevante para la causa.
Hasta ese momento el profesional sólo era investigado por distribuir pornografía, por lo que arriesgaba a pasar en prisión hasta cuatro años si su caso llegaba a juicio.
Hallazgo inesperado
Tanto la PC como los archivos fueron sometidos a una revisión exhaustiva por parte de los pesquisas. Fue durante ese análisis que descubrieron material que databa de hace unos siete años, en el que se veía al médico abusar de un niño de corta edad.
El hallazgo desencadenó en una investigación para determinar quién era la víctima de esas vejaciones, ya que no había dudas de que el agresor era el médico.
Finalmente, en los últimos días se dio con una familiar del profesional a la que se le mostraron los archivos recogidos de la casa de Las Heras; la mujer afirmó sin dudar que la víctima era su hijo e identificó al único mayor que sale en las imágenes: dijo que era el ginecólogo investigado y que era familiar suyo.
"Gracias a un importante trabajo del personal de Delitos Tecnológicos de Mendoza, se logró identificar al pequeño y dar con su familia", dijo a Los Andes.
El niño que fue víctima de los abusos tenía entonces aproximadamente tres años y hoy tiene diez. Según sus allegados, no tenían idea de las vejaciones a las que había sido sometido. Por la relación familiar entre víctima y victimario es que se reserva la identidad del agresor, dado que podría dar indicios de quién es el pequeño.
Detenido e imputado
Con estos datos, el médico fue detenido ayer por la mañana en su casa. Luego fue imputado por distribución de pornografía infantil en concurso real con abuso sexual agravado. Este último delito tiene una pena que va de cuatro a diez años, por lo que se estima que, una vez juzgado, podría pasar en prisión de cuatro a catorce años (sumando las condenas por ambos delitos).
Por estas horas está alojado en el Centro Transitorio de Detención y se espera su traslado a la Penitenciaría Provincial.
¿Qué dice el Código Penal?
En el artículo 128, se establece en cuanto a pornografía infantil que "será reprimido con prisión de seis meses a cuatro años el que produjere, financiare, ofreciere, comerciare, publicare, facilitare, divulgare o distribuyere, por cualquier medio, toda representación de un menor de dieciocho años dedicado a actividades sexuales explícitas o toda representación de sus partes genitales con fines predominantemente sexuales, al igual que el que organizare espectáculos en vivo de representaciones sexuales explícitas en que participaren dichos menores".
Y sigue: "Será reprimido con prisión de cuatro meses a dos años el que tuviere en su poder representaciones de las descriptas en el párrafo anterior con fines inequívocos de distribución o comercialización".
"24 horas, 7 días de la semana"
Argentina está adherida a la red internacional denominada "24/7". Esta tiene su base en Estados Unidos y su objetivo es detectar y combatir la pederastia a nivel mundial.
En nuestra provincia los casos recaen en el fiscal especial Santiago Garay. "Desde EEUU nos avisan los IP (etiqueta numérica que identifica a un dispositivo) que han distribuido pornografía. Nos detallan hasta la hora en la que se envió material y la ubicación de esas PCs. Es por eso que logramos allanar el domicilio del médico", contó el fiscal.