En mayo pasado, el senador nacional por Mendoza Adolfo Bermejo presentó un proyecto de ley cuyo objeto fue actualizar la denominación que en la Ley General de Vinos reciben los vinos “espumosos, champaña o champagne” bajo el único nombre de “vinos espumantes” y, por otra parte, otorgar un justo tratamiento impositivo, ya que es el único producto de la cadena vitivinícola que ha quedado gravado en la Ley Nº 24.674 de Impuestos Internos.
El proyecto fue acompañado con la firma de sus pares Teresita Luna (La Rioja), Ruperto Godoy (San Juan), Aníbal Fernández (Buenos Aires) y Miguel Ángel Pichetto (Río Negro).
En la sesión, previo al debate del Presupuesto nacional 2015, se procedió a votar sobre tablas este proyecto de ley que brindará un importante alivio al sector vitivinícola de Mendoza y el país y con 50 votos afirmativos pasó a la Cámara de Diputados.
Recordemos que desde el año 2005 la aplicación del impuesto interno estaba suspendida mediante decretos presidenciales que se renovaron en el tiempo. Éstos fueron producto del acta firmada entre el Ejecutivo Nacional y Bodegas de Argentina.
En el acta mencionada se asumieron una serie de compromisos tendientes a incentivar la expansión y las inversiones en el sector vitivinícola nacional, en particular respecto de los vinos espumantes, ya que es interés del Gobierno Nacional propender y apoyar las inversiones de dicho sector con el propósito de mejorar su competitividad, la generación de empleo y las economías regionales.
Según el senador nacional por Mendoza, “tal fue la efectividad de lo comprometido por la cadena de valor vitivinícola, que la situación impositiva ha sido prorrogada por los decretos 235/13 y 266/14; por lo que mantener el gravamen de la Ley 24.674 a los espumantes se haya transformado en innecesario, prescindible y procede su derogación definitiva a través de una ley”.
De acuerdo a la auditoría del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), la venta de vinos espumosos sumó poco más de $ 811 millones en 2011, por lo que deberían haber tributado $ 103 millones. A cambio, el sector invirtió aproximadamente $ 132 millones, superando así los $ 129,32 millones de inversión comprometida.
Desde 2005 a 2011 se llevan invertidos $ 711,75 millones, según la auditoría del INV.