La última sesión de Diputados tuvo una sorpresa: ayer reapareció y se le dio media sanción a la ratificación del acuerdo de la Provincia con YPF. Sin muchas explicaciones de por medio, y casi olvidándose que esperaba ser tratado, la Cámara baja le dio el primer visto bueno y ahora continuará su camino por el Senado, en donde será abordado con la nueva composición que le da mayoría a la UCR.
El acuerdo en cuestión es el que cerró el gobernador Francisco Pérez en agosto del año pasado con el CEO de la petrolera nacionalizada, Miguel Galuccio, en el que se perdonó una deuda de $ 126 millones y estipuló una reducción impositiva en el porcentaje de la alícuota de Ingresos Brutos. A su vez, lo que se reconoció como deuda ya fue cobrado y gastado.
La novedad generó mucho ruido en la Legislatura hace unos meses, en donde algunos oficialistas tuvieron que salir a defender un acuerdo que Pérez cerró sin pasar por el consentimiento de los legisladores. Después de aquel intenso debate, ayer se decidió avanzar y darle la ratificación. Este paso es obligatorio, ya que el Ejecutivo, por decreto, no puede cambiar un valor impositivo, aunque en la realidad ya funciona.
“En el Senado también va a salir”, adelantó Néstor Parés, presidente del bloque de la UCR, y explicó la posición: “Nosotros sabemos que hoy está funcionando así, no tiene sentido seguir tapando el sol con las manos. Lo real es que nos dieron las explicaciones, nos trajeron los montos, nosotros fuimos críticos con esto”.
En el medio de la polémica y el consentimiento de ayer, queda una breve historia con final anticipado. La decisión cuestionada que tomó Pérez, en el contexto de la redacción de la ley nacional de Hidrocarburos, demoró un año exacto en pasar por la convalidación legislativa, en donde esperaban el texto entre dudas (sólo lo conocían por los trascendidos periodísticos) y cuestionamientos por el arreglo.
Las divergencias no tardaron mucho en solucionarse, al menos en los cuestionamientos que hacía el radicalismo, principal bloque de la oposición. Luego de dos encuentros en la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC), el acuerdo pareció cerrarse y sólo quedó pendiente el paso que se dio ayer. “Se habían olvidado de tratarlo”, comentó alguien al pasar.
En el primer encuentro de comisión, realizado el 26 de agosto, reapareció el ministro de Energía Marcos Zandomeni quien, al momento de reflotar el debate, se encontraba en Europa. En aquella reunión el oficialismo fue “flojito de datos”, situación que reavivó la negativa del radicalismo de votarlo. También en aquel momento, Jorge Tanús, quien ayer presidió su última sesión de Diputados, admitió que había sido su decisión política la demora del tratamiento de la ratificación, aduciendo el contexto electoral.
La pregunta principal que inquietaba a los radicales era cuánto se le perdonaba a YPF, teniendo en cuenta la diferencia entre el 2% de regalías de Ingresos Brutos que YPF pagó por su propia decisión y los porcentajes que se fueron fijando en la provincia, a través de las sucesivas leyes impositivas aprobadas: 4% para 2012, 6% para 2013 y 5% para 2014.
Este pasivo finalmente tuvo número en la segunda reunión: lo que se perdonó a YPF, a través del acuerdo, fueron $ 126.543.138,39. Esto se compone por $ 65.244.136,23 por intereses punitorios por la mora y $ 61.299.002,16 en concepto de multas. En cambio, lo que sí pagó YPF son $ 199.578.933,92. De este total, $ 150 millones fueron por el convenio propiamente dicho y algo más de $ 49 millones a un pago posterior. Éste es el dinero que ya fue gastado.
Satisfechos al menos con la duda, la UCR ayer votó a pleno la media sanción del decreto (que no puede ser modificado) y lo pasó al Senado que, a partir de la semana que viene, tendrá la nueva composición con mayoría radical.
Un dato de color: el Partido Demócrata (PD) y el Frente de Izquierda (FIT), fueron los únicos que votaron en contra.