Hace 151 días en el puente de calle Matienzo de Ciudad, Carla y sus hijos Abril y Agustín fueron embestidos por el conductor de un Ford Fairlane que, a más de 100 kilómetros por hora, circulaba por la Costanera.
El cuadro fue desgarrador y las consecuencias, mucho más graves. Los chicos fueron internados en el hospital Notti pero Agustín, de 7 años, murió a poco de ingresar. Mientras que Abril (3) sobrevivió sólo pocos días. La mamá, pese a haber sufrido importantes lesiones en sus piernas, pidió su alta voluntaria para cuidarla.
Hoy, como ayer y desde hace 151 días, Carla volvió a pedir justicia. En esta oportunidad no hubo marcha, ni pancartas, tampoco flores sobre el puente, sino sólo la presencia de una madre que perdió a sus dos hijos.
"Me siento morir cada día… Soy como una vela que se va apagando", expresó con voz pausada y tranquila, pero ya sin lágrimas.
"Me siento morir cada día… Soy como una vela que se va apagando"
Después reiteró el reclamo para que "los tres (automovilistas involucrados) vuelvan a ser imputados y sean sentados frente a un tribunal porque los tres, en mayor o menor medida, son responsables de las muertes de mis hijos".
Aquella tarde
La tragedia ocurrió la tarde del 14 de diciembre del año pasado y desde ese momento Carla encabezó marchas y sumó reclamos ante la Justicia.
El siniestro tuvo originalmente tres imputados: el conductor de un VW Gol (en contramano, en estado de ebriedad y sin carnet, ni seguro), un camionero y Sergio Caccia, al mando del Fairlane.
Diferente es la situación de Caccia que continúa detenido con prisión preventiva, acusado de homicidio simple en dos hechos con dolo eventual y lesiones graves en dos hechos con dolo eventual, arriesgando -a la hora del juicio- una pena de hasta 25 años de cárcel.
Cuando esa resolución quedó firme se interpuso un recurso de casación, por lo que ahora serán los miembros de la Suprema Corte los que resuelvan el pleito, según la explicación dada por el abogado querellante Mariano Tello.