Un grupo de investigadores norteamericanos llegó a la conclusión de que si se mantuviese la presión arterial máxima por debajo de los 120 mm de mercurio (mm Hg) en personas mayores de 50 años podrían evitarse complicaciones cardiovasculares e incluso muertes.
Actualmente hay médicos que consideran como aceptable una presión que llegue a 90 mm Hg y 140 mm Hg de máxima. Sin embargo, el estudio en cuestión consideró beneficiosa una intervención intensiva para controlarla.
La investigación conocida como Sprint fue patrocinada por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. Lo que propone es ajustar cuidadosamente la cantidad o el tipo de medicamento para la presión arterial para lograr un objetivo de presión sistólica (máxima) de 120 milímetros de mercurio. Los científicos dicen que gracias a esto se reducirían casi 30% eventos cardiovasculares como el infarto de miocardio, la insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares. También incidiría en la disminución del riesgo de muerte casi 25%, en comparación con la presión sistólica objetivo de 140 mm Hg, explica en una publicación en su sitio web la entidad mencionada.
“La presión arterial alta, o hipertensión, es un factor de riesgo para enfermedades del corazón, derrame cerebral, insuficiencia renal y otros problemas de salud. Se estima que 1 de cada 3 personas en los Estados Unidos tiene presión arterial alta”, señala la publicación. Esta proporción es la misma estimada en nuestro país, incluso se considera que un tercio de los hipertensos desconoce serlo y de quienes ya han sido diagnosticados, la mitad no recibe un tratamiento adecuado, es decir que no logra controlarla. Se estima que la mitad de los mayores de 50 años presentan hipertensión.
“Una presión sistólica de 120 mm Hg, mantenida por esta intervención más intensiva, podría en última instancia ayudar a salvar vidas entre los adultos de 50 años o mayores que tienen una combinación de presión arterial alta y al menos un factor de riesgo adicional para las enfermedades del corazón”, dice los investigadores estadounidenses.
El estudio es señalado como el de mayor envergadura que se haya realizado tendiente a conocer cómo controlar la presión arterial por debajo de los niveles recomendados actualmente. Cuando comenzó el abordaje -en 2009- las guías médicas recomendaban una presión sistólica de 140 mm Hg para personas sanas y de 130 mm Hg para quienes presentaran enfermedad renal o diabetes. Incluyó a alrededor de 9.300 participantes de 50 años o más.
“Entre 2010 y 2013, los investigadores Sprint dividieron al azar los participantes del estudio en dos grupos que diferían según los niveles específicos de control de la presión arterial. El grupo estándar recibió medicamentos para la presión arterial para alcanzar una meta de menos de 140 mm Hg. Ellos recibieron un promedio de dos medicamentos para la presión arterial diferentes. El grupo de tratamiento intensivo recibió medicamentos para lograr un objetivo de menos de 120 mm Hg y recibió un promedio de tres medicamentos”, se detalla.
Los médicos coinciden
Cardiólogos consultados por Los Andes explicaron que aquí se siguen las guías norteamericanas y las europeas, pero que son meramente orientadoras.
Estas nuevas guías recomiendan como límite máximo una presión de 85- 135 mm Hg. Sin embargo, hay que contemplar el criterio de cada profesional y las particularidades del paciente. “La europea dice que hasta 140-90 es aceptable, pero si se pudiera llegar a 120-80 sería lo ideal justamente porque se disminuyen enfermedades renales, cardíacas y neuronales”, explicó Nelson Fredes.
Este cardiólogo hizo hincapié en que el control de la hipertensión es algo que debe hacerse de manera personalizada: “Es un arte”, graficó. Dio como ejemplo un paciente de 70 años con una insuficiencia cerebral cardiovascular, quien tendrá menor irrigación cerebral y a nivel renal y por lo tanto si baja su presión arterial, esta será peor aún.
De todas formas, Fredes aclaró que algunos investigadores consideran que mientras más baja pueda mantenerse la presión, mejor será. Y consideró que si el paciente tiene 50 años y esta relativamente sano, lo ideal es tenerlo en 120.
Desde su punto de vista, en general a alguien con 90-140 Fredes no lo medicaría sino que le recomendaría cambios en su estilo de vida y medidas higiénico-dietéticas. Estas incluyen controlar el peso corporal, ejercicio físico y menor consumo de sal. Una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, evitar el tabaquismo, el alcohol y el estrés fueron otros aspectos enumerados por el médico Daniel Giménez como las primeras medidas a implementar para personas con hipertensión leve. De todas formas, este especialista dijo que en general la mayoría de los pacientes suele requerir medicación para controlar su presión de manera efectiva.
Giménez estuvo de acuerdo en que mantener la presión sistólica en 120 mm Hg reduce la morbimortalidad. Y detalló que si una persona presenta 140 mm Hg en dos visitas al consultorio o si de manera ambulatoria (fuera del consultorio) presenta 135 mm Hg en varias oportunidades, puede considerarse hipertenso. El problema es que dado que se trata de una enfermedad asintomática o de pocos síntomas, no es habitual que haya controles para detectarla.