Sobre el césped de Wimbledon todavía se mantiene con vida un argentino. Por la segunda ronda del Grand Slam inglés, Leonardo Mayer mostró solidez para barrer a un difícil escollo como el español Marcel Granollers. Quien no pudo seguir al frente de esta aventura fue Juan Mónaco, quien cayó en sets corridos con el australiano Nick Kyrgios (29°).
Pico salió a pisar el césped de la cancha 18 con la noción de que enfrente tenía a un rival durísimo como Kyrgios, uno de los nuevos (y prometedores) jugadores del circuito que recién se hizo profesional hace dos años y ya es 29° del ranking.
Aunque su experiencia sobre el pasto este año no fue como esperaba, ya que perdió en su debut en el ATP 500 de Queens con el suizo Stanislas Wawrinka, el australiano pisó fuerte en su primer duelo con el tandilense.
En el arranque se vio un trámite parejo durante el primer set, con un gran arranque de Mónaco, que dio batalla pese a los pronósticos y mantuvo en cero su saque en los primeros servicios. Tan reñido fue ese tramo inicial del partido que la definición se estiró hasta el tie break.
Allí, el tandilense aguantó el saque del gigante australiano de 1.93 metros y salvó el primer set point con un passing excelente. Sin embargo, en el siguiente punto sucumbió y el que festejó fue Kyrgios.
La derrota ajustada en el tie break fue un duro golpe para Pico, que se desmoronó en el segundo set, tanto que el australiano se puso rápidamente 4-1. Pico logró volver a sumar con dos trabajosos servicios pero no le alcanzó para torcer el rumbo de la victoria del 29° del mundo que terminó por llevarse el set por 6-3.
La historia no fue muy distinta en el tercer juego, que sería definitivo. Kyrgios se quedó muy rápido con el saque del argentino y mantuvo esa ventaja hasta el final, para llevarse el set por 6-4 y festejar la clasificación a la tercera ronda.
Kyrgios es el nuevo niño malo del tenis. Es de esos tipos a los que amas u odias. No existe el término medio con él. Cuando el australiano sale a la cancha, lo hace para entretener y con su estilo particular puede acabar ganando en un partidazo a Roger Federer, como en el pasado Mutua Madrid Open o cayendo con estrépito ante Wawrinka en Queen’s aquél día en el que llegó a decir que necesitaba desconectar de tenis por una semana y que sentía que no quería estar en la cancha, a lo Gaudio.
Un rato después fue el turno de Mayer, quien con solidez y buen juego se quedó con el pase a la tercera ronda. En la cancha 17, el correntino, que viene de hacer cuartos de final en el césped de Nottingham, se llevó el primer set con contundencia por 6-3, pese a que le costó cerrarlo en el último game.
En el segundo set, Granollers emparejó el juego y logró estirar la definición al tie break. Allí, Mayer arrancó con un mini quiebre y aunque luego lo perdió se hizo fuerte para sacar ventaja y quedar 5-4 con sus dos servicios por delante.
El correntino no falló y puso el partido 2-0. En el tercero, en tanto, el argentino volvió a brillar para quedarse con el set definitivo por 6-3 y así festejar la clasificación a la tercera ronda, donde enfrentará al ganador del partido entre el sudafricano Kevin Anderson y el turco Marcel Ilhan. Si llegara a avanzar, en octavos podría cruzarse con Novak Djokovic.
“Me encantaría jugar con Djokovic otra vez, que me enseñe un poquito, pero primero hay que ganarle a Kevin Anderson”, explicó Mayer, aludiendo al enfrentamiento de 2014 en Australia.
“Jugué muy bien realmente. El jugó mucho tiempo ayer en el doble y eso me ayudó, pero bueno había que ganar el partido”.
“Empecé muy bien realmente, y de ahí ya le saqué rápido la ventaja”, añadió. “Anderson juega muy bien, tendré que ponerme el casco porque tiene un buen saque. No pasa nada, vengo jugando de buena manera y creo que tengo una buena chance”, añadió.
