La carrera política de la primera ministra británica, Theresa May, parece encaminada a un final ignominioso en medio de crecientes pedidos de renuncia de legisladores de su Partido Conservador, luego de que su último intento de sacar al Reino Unido de la Unión Europea (UE) chocara con el rechazo casi unánime del Parlamento.
Varios ministros pro-Brexit del gabinete dijeron públicamente que May no podía seguir en su cargo, un día después de que la premier ofreciera al Parlamento un acuerdo de compromiso sobre la salida del país de la UE que indignó a muchos en su partido y que también fue desestimado por la oposición.
La premier resistía el embate, y el diputado conservador Julian Smith, uno de sus aliados, comunicó a la bancada del partido que no iba a dimitir, informó BBC.
Con el Parlamento envuelto en una atmósfera febril en medio de rumores e intrigas, diputados conservadores pro-Brexit convocaron a May a una reunión decisiva mañana y le dieron 48 horas para anunciar si asiste, y caso contrario renovarán esfuerzos para desbancarla.
Además, una ministra renunció ayer al caer la noche con un carta en la que fustigó a May por no haber podido concretar el Brexit ni mantener unido a su gobierno.
La ministra para el Parlamento, Andrea Leadsom, una de las voces más pro-Brexit del gabinete, deploró la "ruptura total de responsabilidad colectiva" en el gobierno y rechazó el nuevo plan de May.
La enésima rebelión
La enésima rebelión que enfrenta May por la salida del Reino Unido de la UE se desencadenó luego de que ofreciera al Parlamento la posibilidad de que los legisladores voten sobre si se celebra un segundo referendo sobre el Brexit, aunque sólo si aprueban el acuerdo de retirada que ya rechazaron tres veces.
May se presentó ante la Cámara de los Comunes y defendió su plan, que planea someter a votación en junio, pero cosechó fuertes críticas y preguntas hostiles.
La premier dijo que el proyecto de ley era la "última oportunidad" de concretar el Brexit y que será publicado mañana para que los legisladores puedan estudiarlo.
“Rechácenlo, y todo lo que tendremos ante nosotros será división y estancamiento”, advirtió.
La primera ministra ha prometido renunciar al cargo una vez que el Parlamento vote su plan pero el clamor para que se aleje antes crece.
El opositor Partido Laborista también ha criticado el nuevo plan de May.
Su líder, Jeremy Corbyn, dijo en el Parlamento que la iniciativa era "una versión reenvasada" del mismo acuerdo que la cámara ya rechazó tres veces. "Ningún diputado laborista puede votar un acuerdo con una promesa de una primera ministra a la que sólo le quedan días en el puesto", agregó.
Ian Blackford, diputado del proeuropeo Partido Nacionalista Escocés (SNP), dijo que era tiempo de que May renunciara, al "haber perdido la confianza del público". "Este acuerdo está muerto", agregó.
Para los conservadores pro-Brexit, la oferta de May de un nuevo referendo es un insulto a los británicos que votaron la salida del bloque en la consulta popular de junio de 2016.