Mauro Icardi: un caso testigo del poder oculto que maneja la Selección de Messi

El goleador demostró nivel futbolístico para ganarse un lugar. La base del plantel nunca apoyó su llegada. Si viene Sampaoli, ¿lo convocará?

Mauro Icardi: un caso testigo del poder oculto que maneja la Selección de Messi

Por Fabián Galdi   - editor de MÁS Deportes digital -


Casi como si estuviera atado a una ley del eterno retorno, el Caso Mauro Icardi volvió a ganar el centro de la escena y a estallar internamente dentro del entorno de la Selección cual si fuera un revulsivo. De tanto en tanto, el hecho reaparece y provoca un efecto dominó que termina desparramándose por donde menos se lo espere. Como en estos días, por ejemplo, con resonancia inusitada. Y todo porque la situación quedó ligada tanto a la desvinculación de Edgardo Bauza como al muy posible ingreso de Jorge Sampaoli. ¿La causa? Quizá, la más insospechada. Una imagen fotográfica subida a las redes por el futbolista Maxi López, quien aparece posando junto a Lionel Messi, Javier Mascherano y Andrés Iniesta un día antes del juego del Barcelona frente a Juventus, por la Champions League. Allí, en Turín, donde el atacante argentino integra el plantel de Torino, y en la misma ciudad en la que al día siguiente el Delle Alpi fue testigo del partido consagratorio de Paulo Dybala en el 3-0 de la ida de cuartos de final.


El delantero del Inter  ha hecho méritos propios dentro de la cancha para ganarse una oportunidad de volver a integrar el seleccionado argentino. Sin embargo, la alta exposición mediática del modo en el cual se vinculó sentimentalmente con Wanda Nara le sigue jugando en contra a la hora de la consideración general. Dentro de las figuras a escala planetaria que  manifestaron su rechazo al tema extrafutbolístico estuvo Diego Maradona desde siempre. De todos modos, la foto con los astros del Barça reflotó la historia personal del punta cuando compartió divisiones inferiores con Mascherano en River Plate y luego una amistad con Iniesta en su breve paso por el blaugrana. Si se suma a que Messi también participaba de ese encuentro, crecieron las conjeturas de porqué Icardi nunca fue convocado por Alejandro Sabella, tuvo un paso fugaz durante la etapa de Gerardo Martino y tampoco participó de ningún listado del Patón aún cuando éste dijo públicamente que lo tenía en sus planes como tercer delantero detrás de Gonzalo Higuain y de Lucas Pratto.


Hasta en su momento una figura emblemática del Inter de Milan como Javier Zanetti había criticado la conducta de Icardi juzgándola como indecorosa y de mal gusto. El símbolo histórico del nerazzurri había ubicado en un primer plano la imagen de la tradicional institución del norte italiano por sobre cualquier otra contingencia. En una relación simétrica,  base del plantel de la Selección se manifestó desde un silenzio stampa rotundo, dejando en claro que no habría lugar para el atacante tanto en Brasil 2014 como en las posteriores de peso como la Copa América Chile 2015 y la Copa América Centenario Estados Unidos 2016.


¿Es válido que los círculos cerrados entre futbolistas vayan generando un poder oculto, cual si fuera una logia? Se puede hacer o no un juicio de valor, pero lo que nunca puede negarse es que este tipo de actitudes corporativas existan dentro de los planteles. Al actual se lo denomina club de amigos, pero en otras épocas también existieron y bajo la denominación de camarillas. Hubo casos resonantes en diferentes procesos de las selecciones nacionales, tales como que Ramón Díaz y Alberto Márcico jamás fueran convocados por Carlos Bilardo aunque brillasen en las ligas italiana y francesa, respectivamente. O más atrás en el tiempo, el proceso en el que tampoco hubo espacio para Juan Román Riquelme desde 2009 en adelante en la gestión Maradona o para Carlos Tévez en el ciclo Sabella. Las discusiones también habían alcanzado a César Menotti, quien dejó fuera de sus convocatorias en la albiceleste a estrellas como Ricardo Bochini, Hugo Gatti y a regañadientes aceptó a Norberto Alonso en el plantel de 1978, hasta que el armador millonario se lesionó.

Quedará para el debate de todos los tiempos en el fútbol argentino el episodio previo a México 1986, cuando el cuerpo técnico bilardista decidió darle la capitanía a Maradona en vez de mantenérsela a un símbolo como Daniel Passarella, quien la había llevado en las Copas del Mundo Argentina 1978 y España 1982. Nunca cerró del todo la explicación de que el fantástico defensor goleador se haya enfermado justo en los días previos al debut en ese Mundial. Un virus fue el diagnóstico que dejó a quien fuera una figura destacadísima en el Inter y la Fiorentina, además de haber sido el estandarte de la clasificación argentina gracias a una corajeada que permitió el empate de Ricardo Gareca a poco del final frente a Perú (2-2) en el Monumental de Nuñez. Si el gol no hubiese llegado, la Selección hubiera quedado eliminada. A propósito, el Tigre tampoco fue designado para la gran cita en suelo mexicano.


Un caso llamativo y sin tanta trascendencia puertas afuera fue el que sufrió Tevez y que terminó ocasionando que nunca fuera convocado por Sabella aún cuando estaba en un grado de rendimiento ponderado. El Apache, por entonces en Manchester City, tuvo un cortocircuito con Julio Grondona el día previo a un amistoso en Dublin entre Argentina e Irlanda. En la previa a ese partido, a menos de un mes del final de Sudáfrica 2010, el delantero le expresó en la cara al presidente de la #AFA que éste no había cumplido con su palabra de mantener a Maradona al frente del cuerpo técnico albiceleste, tal como se expresara en vestuarios tras el 0-4 ante Alemania en Ciudad del Cabo.


La base, conformada por Messi, Mascherano, Sergio Kun Agüero, Ángel Di María y Sergio Chiquito Romero como cabezas de grupo, fue renuente a que el atacante surgido en Boca Juniors volviera a ser considerado dentro del plantel. Sólo tuvo pequeñas posibilidades durante la Copa América 2011 con Sergio Batista de DT y en la Copa América 2015 con el Tata Martino. Ahora, en China, el propio jugador se restó chances de ser designado dado el nivel de tercer o cuarto escalón que representa hoy el fútbol de dicho país. Sin embargo, Ezequiel Lavezzi, en la misma liga, sí lo fue durante la pasada era Bauza más por sugerencias de sus amistades que por meritocracia.

Restan cerca de catorce meses para Rusia2018 y hoy día la Argentina está fuera de la zona de clasificación directa. Una combinación de resultados desfavorables hasta podría dejar eliminado al equipo nacional, tal como le sucedió en 1969. Lo sabe Sampaoli como también Diego Simeone o Marcelo Gallardo, los tres candidatos que - en ese orden - son los puestos en primer plano por la flamante gestión de Claudio Chiqui Tapia y Daniel Angelici en la AFA. Así, el asunto Icardi es el caso testimonial a resolver: se blanquea qué pasa y quién maneja el poder real dentro de la Selección o seguirá siendo más de lo mismo. Es decir, un campo minado y un jeroglífico que - a este ritmo - sólo puedan descifrar las generaciones futuras.

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