El seleccionador boliviano, Mauricio Soria, está en el ojo del huracán por un incidente de violencia esta semana con un empleado doméstico. No es, sin embargo, el primer episodio de este tipo para el técnico, que tiene un historial de líos y puñetazos.
Soria, que será investigado por explotación laboral y presunta tentativa de homicidio, protagonizó una pelea callejera en Cochabamba con un empleado, tras despedirlo por haber mojado los asientos de la camioneta del seleccionador mientras la lavaba.
El seleccionador, de 52 años, se presentó el jueves ante los periodistas con el ojo izquierdo morado por el puñetazo que le propinó el hombre de 27 años, que dijo que reaccionó a los insultos de Soria.
El entrenador denunció el hecho a la Policía, por lo que el hombre permaneció por varias horas en celdas policiales acusado de lesiones graves.
Pero Soria, de 52 años y ex arquero de varios equipos de la liga boliviana y del seleccionado de su país, ya ha estado salpicado de hechos violentos desde su época de futbolista.
El 25 de octubre de 2000 pasó en celdas policiales por un cabezazo al mediocampista Julio César Baldivieso, del Bolívar.
El árbitro expulsó por el cabezazo a Soria, que era arquero del club Jorge Wilstermann. Después insultó a los aficionados y repartió manotazos a los policías, por lo que fue detenido.
También le partió la nariz al delantero Martín Menacho y tuvo trato prepotente y despectivo a la entrenadora interina del club Sports Boys, de Santa Cruz. "Las mujeres deberían estar lavando platos y no en el fútbol", espetó Soria a Hilda Ordóñez.
"En 2006 quitó y lanzó al aire la grabadora de un reportero en el estadio Tahuichi, de Santa Cruz y en 2007 agredió a un aficionado de la tercera edad en las gradas del estadio Capriles, de Cochabamba", recordó el periodista deportivo Roberto Aguirre Durán. "En 2014, la Federación Boliviana de Fútbol dejó en suspenso por tres meses su contratación como entrenador de la selección nacional porque llamó a Potosí 'pueblo de mierda'", agregó.
"Me grabaron sin mi consentimiento", fue el justificativo de Soria sobre la agresión al periodista. Y tras disculpas públicas a los habitantes de Potosí, fue contratado como seleccionador de Bolivia por el directivo Carlos Chávez.
"Mauricio Soria le armó una revuelta a Chávez en plena Copa América de Chile (en 2015), por un diferendo con el premio económico. No hubo conexión aérea para llevar a otro entrenador desde Bolivia, lo que evitó el escándalo de que Mauricio Soria fuera echado en pleno torneo internacional", recordó Aguirre.
También la FIFA lo suspendió y lo multó hace seis meses por entredichos con la banca de Chile, en partido de la última eliminatoria mundialista.
Ante la renuncia del argentino Ángel Guillermo Hoyos como técnico de la selección boliviana, Soria fue nuevamente contratado en diciembre de 2016 por la federación boliviana, tras su primer paso en 2015. El actual contrato concluirá en diciembre próximo, aunque con una cláusula de rescisión de 300.000 dólares.
Pero ahora su futuro como seleccionador es incierto tras la pelea, lo que llevó al comité ejecutivo de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) a analizar la rescisión de su contrato.
Soria pidió no vincular una acción de índole personal -que se viralizó como video en las redes sociales- con aspectos deportivos. "Lamento profundamente este hecho y lamento que se lo pretenda vincular a aspectos deportivos, que no tienen nada que ver. Es un acontecimiento de índole privada", dijo.
"Me pateó. No me quedé con las manos cruzadas y también le respondí. Le di uno en el ojo. Me dijo: 'Mira lo que me hiciste', y luego le dijo a su mujer 'tráeme una pistola, voy ha matar a este hijo de puta", contó por su parte el empleado agredido a la televisora Unitel.
El nuevo comité ejecutivo de la FBF, que preside César Salinas, optó por aguardar el pronunciamiento de la Justicia en el caso Soria, para luego tomar una decisión sobre el cargo.
