Quimsa de Santiago del Estero dio otro golpe, y otra vez lo hizo de la mano de Mauricio Pedemonte. El entrenador mendocino hace varias temporadas llegó a la 'Fusión' y desde ese momento la institución siempre se mantuvo en los primeros planos, no solamente del básquetbol nacional, sino también internacional. En lo doméstico, hace algunos días Pipío celebró su tercer título con la franquicia, donde comparte equipo con Andrea Boquete. Y esa tercera alegría se dio tras el 108-99 sobre Vélez en las finales de la Liga Nacional Femenina, en triple tiempo suplementario. Ese logro le permitió a Mauricio ser invitado especialmente para trabajar con la Selección mayor que nos representará en los Juegos Panamericanos de Lima. Si bien no formará parte del staff técnico en Perú, se mostró orgulloso por la invitación, ya que según dijo "sirve para seguir aprendiendo" junto a las chicas.
Desde el Cenard de Buenos Aires, Pipío nos contó sus sensaciones tras la nueva consagración: "Cotento, no me dejaron respirar y ahora llegó la frutilla del postre, que representa estar invitado a los entrenamientos de Las Gigantes. Uno dice que nunca le va a tocar algo así, pero no deja de ser un priveligio. En Quimsa fue un año duro, con mucha competencia, y llegar a tantas finales fue un mérito. Con el formato que tenemos de definiciones, tenemos que ganar el juego que hay que ganar".
-Cuando entraron al tercer suplementario ¿hubo algún tipo de temor?
-Son momentos donde pasan muchas cosas, pero nunca tuve temor. Las chicas estaban seguras y eso te hace estar con cierta tranquilidad.
-¿Qué le pediste a tus jugadoras en ese momento?
-Que siguieran concentradas porque aún viendo que Vélez perdía chicas por faltas y se disminuía físicamente, el juego iba a ser largo. El cansancio era de los dos equipos. Les pregunté si alguna vez habían jugado tantos suplementarios y como me respondieron que nunca, ‘les dije bienvenidas. Van a sentir cansancio y eso les puede hacer cometer errores, pero no se frustren porque lo vamos a sacar a adelante’.
-Tuviste a una Boquete imparable ¿es de esas atletas a los que no hace falta pedirles demasiado?
-Andrea jugó los 55’. No salió nunca y terminó el partido con una calidad que la hace única. Es muy inteligente. Tiene todo muy claro, conceptos y talento por naturaleza, aunque siempre hay que decirle alguna cosita. Para mí la concentración es fundamental.
-En los últimos torneos Quimsa y Berazategui se repartieron títulos ¿hay una hegemonía o es consecuencia del trabajo?
-La hegemonía pasa porque en Buenos Aires se desarrolla uno de los torneos más importantes del país (Metropolitano) y la mayoría de las jugadoras están allí, sumado a ellos que todas las selecciones se concentran en esa provincia. En la rama profesional quedó lejos el romanticismo que la chicha que juega en la provincia no puede hacerlo al más alto nivel. Está bueno que las jugadoras del interior ganen experiencia en Buenos Aires para que se consideren listas de cara a la Liga Nacional. Nosotros en la Liga de Desarrollo trabajamos con chicas de Santiago y vemos qué necesitan para llegar al primer equipo.
-Desde que dejaste de ser jugador ¿cuántes veces imaginaste este presente como DT?
-Uno siempre sueña. La pasión y los sueños son el motor de toda persona. Surgió una parte de mi forma de ser que no conocía, que es mi paciencia. Soy ansioso en muchas cosas y con un gran trabajo pude empezar a lograr títulos. Soy respetuoso de los procesos. Los entrenadores vivimos procesos exitosos cortos, sólo uno gana. Tampoco me aferro al éxito, porque antes perdí mil batallas.
-A partir de los títulos en Quimsa ¿sentís que sos de los entrenadores más valorados en el ambiente?
-A eso no te lo puedo responder, seguramente alguien me estará siguiendo. Esa es mi consigna. Trato de mostrar mi trabajo en cancha, con mucho profesionalismo. En Quimsa pasaron grandes entrenadores en la rama masculina, como “Che” (Néstor) García, Fabio Demti o Silvio Santander, y a su lado aprendí mucho, eso me hizo crecer en mi trabajo.
-Con este presente ganador ¿cuál es tu objetivo de ahora en adelante?
-Seguir creciendo, perfeccionándome, soy curioso y trato de ir a todos los torneos que pueda. Estuve en el último Mundial, vi jugadoras, aprendí conceptos y sistemas. En un futuro quizás tenga que viajar para la America Cup (después de los Panamericanos) femenina y lo haré con el mismo desafío, de aprender.
-Imaginarte en un equipo masculino de Liga ¿es algo que pasa por tu cabeza?
-En este momento no. Estoy al frente del campeón de Liga Nacional Femenina, entonces considero que todo llega a su debido tiempo. El deporte femenino es un nicho que seguirá creciendo. En la próxima Liga seguramente se jugará con no menos de diez equipos. Si sale la oportunidad para dirigir en la rama masculina, bienvenido sea, estoy en el mercado. Pero si no llega pronto, estoy feliz de estar en Quimsa, donde se me brindan todas las herramientas para poder desarrollar mi trabajo.